
Sigo con el relato de las muchas cosas guapas que vimos el domingo por Llanes.
El mismo hábitat, pastizales entre acantilados, con una buena diversidad de plantas silvestres diseminadas, con sorpresas en los bordes de los caminos que marca el ganado, como algunas
azucenas de los Pirineos (Lilium pyrenaicum), con los flores, por desgracia, porque son de las más bonitas de ASTURIAS, ya mustias.
Que no os engañen los frutos que veis detrás, que son los del popular
gamón (Asphodelus albus).
No me imaginaba ver a estas azucenas por aquí, bienvenidas sean.
Otros seres vivos sí que esperaba encontrármelos, por ejemplo, una hembra de
alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio), que nada más topármela, echó a volar, arruinando las fotos.
Los que se dejaban bien eran los
jilgueros (Carduelis carduelis), abundantísimos, en bandas.
En un paisaje en el que a la vuelta de cada matorral te asomabas al abismo y donde hay castros aislados...
...era normal encontrarse con las
gaviotas patiamarillas (Larus michahellis), que se posaban indistintamente en los praos o en la roca.
La roca nunca está del todo desnuda en estos parajes, con plantas como la
vulneraria (Anthyllis vulneraria) formando mullidos cojines sobre la roca madre.
Y con otras plantas típicas del ambiente marítimo del acantilado, como la
colleja marítima (Silene uniflora).
Tirando más pa'l matu, aves del interior, como el
mirlo común (Turdus merula) se aprovechan de los arbustos de los cierres ganaderos.
Arbustos como los
rosales silvestres (Rosa sp.).
O auténticos muros vegetales que forman las plantas trepadoras, como la termófila y calcícola
zarzaparrilla (Smilax aspera), que aparecen como vegetación arbustiva aliada de la vegetación potencial de esta zona, que es la de la encina litoral (Quercus ilex).
Como veis, estos pequeños parches de vegetación sirven de apantallamiento entre la vegetación del interior y la marítima, son como islas de diversidad que protegen a una variada flora y fauna, de ahí que sean tan importantes y tan necesarios de conservar.
En este ambiente, muy azotado por los vientos, y algo salado, especies normalmente arbóreas como este
melojo (Quercus pyrenaica) se hacen rastreras, lo que permite a las aves un aprovechamiento óptimo del factor escondite.
Aves como el
verdecillo (Serinus serinus), muy dadas a fanfarronadas, batallas y recitales, agradecen estas buenas perchas.
Un solo pero que se repite: pocas mariposas, vuelvo a sacar a la
maculada (Pararge aegeria), porque fue de lo poco que conseguí sacar.
Me paré un buen rato a contar los puntos de esta
gitana (Zygaena sp.), pero no movió nada sus alas, así que no puedo identificarla a nivel de especies (sospecho que es trifollii). Termino con sus brillos metálicos, otra maravilla.