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lunes, 25 de diciembre de 2017

Arnao-Villadún-Penarronda de pajareo.

Este triángulo siempre fue una zona caliente de pajareo en Asturias, y allí me fui, no encontré nada fuera de lo común, más allá de los chorlitos dorados que ya os puse, pero la densidad de aves fue tremenda y los paisajes que se bordean estoy seguro que curan varias enfermedades.









Ya desde la playa de Arnao buenas cifras de bisbitas pratenses (Anthus pratensis).

Por decenas en algunos puntos, escuché su reclamo todo el camino.













Los cistícolas buitrones (Cisticola juncidis) abundaban también, con menor densidad.













Las cornejas negras (Corvus corone) forman parte también del paisaje vivo.












A mitad de camino, la charca de Arnao, un pequeño oasis para las acuáticas de la zona.

La identifiqué primero erróneamente como charca de Villadún, pero Gilberto Sánchez, ornitólogo local, me aclaró el error.









Saliendo el Sol, y con una rasca importante, había muchos pajarinos alrededor: currucas capirotadas, ruiseñores bastardos, escribanos soteños...los reyezuelos listados (Regulus ignicapilla) se acercaron bastante.













En el agua, media docena de cercetas comunes (Anas crecca).







Una pareja de ánades azulones (Anas platyrynchos).








Y una asustadiza gallineta común (Gallinula chloropus).












Levitando sobre las aguas, una lavandera cascadeña (Motacilla cinerea).










A partir de ahí, el camino discurre hacia Villadún, bonita población llena de fincas con buenas poblaciones de aves, para empezar en el propio pueblo había una veintena de garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) acompañando al ganado.







Da gusto ver sitios en los que los gorriones comunes (Passer domesticus) aún se desenvuelven bien.












La combinación de casas antiguas, tierras de labor y ganado hacen milagros para esta especie.













También les encanta este paisaje y paisanaje a los estorninos negros (Sturnus unicolor).












No había casa sin estornino vigilante.






Ya llegando a Penarronda, el paisaje al Sol Naciente está pidiendo un artista que lo pinte, menudos colores.

A pesar de lo placentero de la bajada a la playa, las gaviotas sombrías y patiamarillas (Larus fuscus /michahellis) son las únicas presentes, y sin anillas.




Pues nada, hacemos un 8 y volvemos entre tierras de ballico, maíz y vacas, con un montón de mirlos comunes,  y como más sobresaliente, varias decenas de zorzales comunes (Turdus philomelos), sin rastro todavía, a mediados de noviembre de los alirrojos.











Petirrojos (Erithacus rubecula).











Y muchos fringílidos, verderones comunes, pardillos comunes, y abundantísimos los pinzones vulgares (Fringilla coelebs).











Caminando caminando, llegamos a la vertical de la ría del Eo, un terreno ya más despejado, muy propio para la tarabilla común (Saxicola rubicola).







Siempre por parejas.










Y a la vista ya de la isla Pancha, terminamos una prestosa mañana de paisaje y pajareo.


viernes, 28 de diciembre de 2012

Censar es un placer ( I )

En este caso, el SACIN, para la SEO, un privilegio poder ser notario de cómo, de año en año, va evolucionando (para bien en este caso) la avifauna del lugar elegido, que desde hace ya bastante, es el Parque Fluvial del Piles, de Gijón.
Y una excusa para ver pájaros, claro.
Os pongo unos cuantos, en 2 dosis, para no aburriros, no están todos los que son (54 especies...), pero sí son todos los que están.

Empiezo por el cetia ruiseñor, para que nos entendamos, el ruiseñor bastardo (Cettia cetti).
la 1ª vez que pillo fotográficamente a este pájaro tan fácil de oír como difícil de ver.






Muy abundantes, los bisbitas pratenses (Anthus pratensis), a los que, para sacar una buena foto, hay que sacarlos de su hábitat normal. ¡Fijaos qué uñas!













A lo suyo, un macho de mirlo común (Turdus merula).












Sus primos los zorzales comunes (Turdus philomelos) llenaban los praos.












Y mirando hacia arriba, tampoco faltaron los reyezuelos listados (Regulus ignicapilla).











Las lavanderas blancas enlutadas (Motacilla alba yarrellii), cada año más comunes...y lo bueno de los censos: ¡puede demostrarse con datos!











De los centenares de lúganos (Carduelis spinus), ya no es una sorpresa que este es un sitio espectacular para estos incansables comedores de semillas de aliso.









A esta temprana hora de la mañana, grandullonas como la garza real (Ardea cinerea) se atreven, aunque la escasa luz imposibilita una foto decente.








Las gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus) aprovechan también que aún no llegaron los perros.





Las palomas torcaces (Columba palumbus), bien gordinas.











Y no podían faltar los banditos de pinzones vulgares (Fringilla coelebs).

Mañana seguimos.