Playas deliciosa: Ballota y Andrín

Hoy comienzo esta serie dedicada a playas deliciosas, algunas conocidas, otras solitarias, algunas, absolutamente vírgenes.

Son playas en las que descansar, y en las que deleitarse del silencio, disfrutar del agua limpia y del paisaje y la fauna.

Iré poco a poco poniéndolas, empiezo por Ballota y Andrín, en el concejo de Llanes (Asturias).

También son conocidas, respectivamente, por Ballota la Mansa y Ballota la Brava, lo cual es fácil de comprobar, pues en muchas ocasiones nos encontraremos la mar como un plato en la Ballota, mientras en Andrín, a escasos 500 metros, hay un oleaje que tumba, ¡ojo! No es una playa de baño fácil.

 Aunque se puede acceder hasta cerca de la orilla de ambas en coche, con cuidado, por las pistas, yo recomiendo acceder andando a la Ballota, desde el mirador de Borizu, que se encuentra en un alto entre Cué y Andrín, en la LLN-2. Como veis, merece la pena pararse en el mirador que está muy cerca del aparcamiento a pie de carretera: la vista es magnífica.
Aquí un enlace con la carretera donde está el mirador, y la bajada a la playa

También hay un paseín muy prestoso desde Andrín a su playa homónima.

Ballota es una preciosidad, con el Castro de Ballota enfrente, que destaca por unas aguas más que transparentes cristalinas y una arena de grano medio, tostada, que es una delicia.

En su extremo Oeste aparece una gran roca en forma de cuchilla que hace de frontera natural, pues llega hasta el agua.

Si os gusta poner el culín al Sol, o pegaros un baño sin el engorro del bañador, este es vuestro lugar, porque esta barrera natural lo permite, libre de mirones y curiosos.

Recomiendo que vengáis al principio o al final de verano, ya que julio y agosto son meses de mucho turismo en Llanes, y no se disfruta de igual manera. El resto del año es una playa paisajísticamente idílica.

 La playa de Andrín es más salvaje que la de Ballota, tiene un agua aún más limpia, todo el año, y la arena es también una gozada. Como casi todas las playas de Llanes, mejor en junio o en septiembre, cuando están poco ocupadas, en julio o agosto pierden gran parte de su encanto: hay bastante gente (sin agobios, pero sigue siendo mucha gente para mi gusto).

Aquí un enlace con la carretera que debéis coger, partiendo de Llanes (podéis aprovechar la ruta a Ballota, y visitar las 2 fácilmente en una sola sesión.

Y si venís en invierno, con temporal, el espectáculo en la playa de Andrín es prodigioso...hasta asusta un poco, es una playa muy querida por los fotógrafos paisajísticos.

En cuanto a la fauna, podéis encontrar una colonia de gaviotas patiamarillas y de cormoranes moñudos, casi todo el año, en el Castru Ballota, y multitud de paseriformes en las páramos de los alrededores.

Bueno, otro día seguiré con el listado de playas deliciosas, la próxima vez, una desconocida.