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sábado, 29 de febrero de 2020

Con MAVEA a las Villuercas (VIII): Dehesa y embalse de Moheda Alta.

Nos fuimos a la Dehesa de Moheda Alta, donde nos trataron estupendamente y nos explicaron en su aula de naturaleza la dinámica de este paisaje y de su especie emblemática: la grulla.








El recorrido, muy sencillo y completo abarcaba primero una dehesa típica de encinas, y posteriormente, un embalse y sus áreas inundables aledañas. Una buena combinación.








Evidentemente, en un parque creado para las grullas, vimos grullas (Grus grus), aunque no demasiadas.









Aunque algunos grupos se alimentaban de bellotas en el encinar, eran más las que nos cruzaban por el cielo en dirección a los arrozales cercanos.










Como su nombre indica, la dehesa es un terreno bastante abierto con herbáceas, algo de monte bajo, y encinas esparcidas en baja densidad.











En todo momento el recorrido era fácil de seguir y con indicaciones.












Muchos pajarillos en el camino, como los abundantes gorriones morunos /Passer hispanoliensis)...











...no tan abundantes gorriones comunes (Passer domesticus)...













...trigueros (Emberiza calandra)....















...esto de aquí es un pechiazul (Luscinia svecica), al que no le dio la gana de salir del enramado...






...tarabillas comunes (Saxicola rubicola)...














...colirrojos tizones (Phoenichuros ochruros)...















...alcaudón real (Lanius meridionalis)...













...o curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala).












Entre los depredadores, vimos aguilucho lagunero occidental (Circus aeroginosus), un macho...










...y una hembra de aguilucho pálido (Circus cyaneus).













Una vez en la periferia del embalse, empezamos a ver aves más acuáticas, como las garcillas bueyeras (Bubulcus ibis).










Y llegados al embalse, la gran sorpresa, que nadie del grupo se esperaba.












Decenas de gansos del Nilo (Alopochen aegyptiacus).













Monopolizando las orillas, esta especie que ya se está asentando en muchos puntos de la mitad sur del país aquí evidentemente prosperaba con unas cifras muy superiores a las que la responsable del parque nos comunicó a la vuelta, por lo que claramente está en expansión.
Además, había gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus), gaviotas sombrías, ánades azulones (Anas platyrhynchos) y frisos, porrón europeo, zampullín chico y somormujo lavanco.

Sin duda una ruta bien aprovechada.

lunes, 24 de febrero de 2020

Con MAVEA a las Villuercas (VII): Grullas en la niebla en Madrigalejo.

En los alrededores de Madrigalejo, bien temprano, y con una niebla tremenda pudimos disfrutar (pese a no vernos mutuamente) de las grullas (Grus grus).










El camuflaje que nos daba la espesa capa de niebla nos permitió estar relativamente cerca.
El ambiente de frío y silencio, solo roto por los trompeteos de las grullas, hacía que se pareciese a una estampa de cuadro japonés.








Alguna de las grullas se correspondía con el plumaje y desarrollo juvenil.










En los rastrojos, escuchábamos y seguíamos los rastros de decenas de grullas, pero no las veíamos.











Además de las grullas, cientos de gorriones morunos (Passer hispanoliensis) entre los cultivos.








Y algunos mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita).














De camino hacia nuestro siguiente destino, desde el propio coche íbamos viendo grupos de grullas, tal y como se ve en el vídeo.

domingo, 16 de febrero de 2020

Con MAVEA a las Villuercas (VI): Grullas por la Siberia extremeña.

Uno de los objetivos del segundo día de viaje era ver a las grullas (Grus grus) volviendo a sus dormideros. Y vaya si lo conseguimos.








Fuimos parando alrededor del río Cubilar, buscando los mejores puntos de observación, aunque las grullas siempre se colocan muy lejos y el telescopio es indispensable.









La cantidad de bellotas de encina y alcornoque, en el mes de diciembre era tremenda, y de ello se aprovechan las grullas.











Muchos centenares de grullas que se oían alto y claro desde nuestra posición.








Además de las grullas, muchas otras especies interesantes, por ejemplo, 2 aguiluchos pálidos (Circus cyaneus). Una hembra...











...y un macho.













Además, un macho de aguilucho lagunero occidental (Circus aeroginosus).












Alguna avefría (Vanellus vanellus).











En los cañaverales lejanos, un buen bando de gorriones morunos (Passer hispanoliensis).












Y trigueros (Miliaria calandra).











Ya cayendo el sol, empezó el nerviosismo y el despegue de las grullas.














Pocas quedaron ya en las dehesas.









Nos desplazamos al observatorio de grullas, ya en la provincia de Badajoz, donde disfrutamos de la llegada progresiva de miles de grullas.










A los dormideros del río Cubilar llegaban también muchas garcillas bueyeras (Bubulcus ibis)...






...y decenas de ánsares (Anser sp.)














Ya sin luz el espectáculo fue para recordar muchos años, con el cielo lleno de grullas mirases donde mirases.









Algunas pasaban al lado del observatorio.













Un observatorio muy bien aprovechado.













De noche cerrada, daba pena marchar, aunque ya no se veía nada, se escuchaban miles de grullas que veríamos al despertar al día siguiente.

sábado, 16 de agosto de 2014

Por la Bahía de Cádiz (I): Birrascoping en Pago del Humo

Después de una buena temporada sin publicar, tendréis que perdonarme, estaba en unas cortas pero necesarias vacaciones, que terminaron antes de tiempo pero que supieron a gloria.

El lugar elegido fue Pago del Humo, una zona con casitas tranquilas, al Este de Chiclana, rodeado de excelentes puntos de observación de aves. La casa era la "Villa de las Cigüeñas", y pronto nos dimos cuenta de por qué el nombre, ya que coincidía en la vertical de un pasillo desde la costa y las salinas hacia el interior de Cádiz, y vimos muchas cigüeñas comunes (Ciconia ciconia).

Pasaban muy altas, pero al ser tan grandonas se veían bien.





No sucedía lo mismo con las rapaces. Pasaron milanos negros,águilas calzadas, busardos ratoneros, y muchos cernícalos vulgares y primillas (Falco naumanni). Al pasar rápidos y altos, y ser pequeños, era difícil echarles una buena foto. Este ejemplar, por ejemplo, sale fatal, podría ser por el moteado irregular y el rojizo vientre, con alas claras por debajo y poco rayadas, uno de los muchos primillas que pasaron, pero la foto es mala con ganas y no se sabe bien. La poderosa luz gaditana, tampoco ayuda mucho, y me las hizo pasar canutas todo el viaje.








La casita estaba rodeada por todas partes de frondosos pinos piñoneros (Pinus pinea), que daban una sombra estupenda y añadían frescor al ambiente, y, lo más divertido para mí, proporcionaban cobijo a muchas especies de pájaros.


Así que me sentaba en la tumbona a su sombra, a la distancia suficiente para que los peques no me llenasen de agua de la piscina el equipo, y con la cámara y los prismáticos a un lado, y al otro lado una buena jarra de cerveza fresquita recién escanciada de uno de los sucesivos bidones que trasegábamos el amigo Ricardo y yo...y a disfrutar.






Los más abundantes, los gorriones comunes (Passer domesticus), que criaban en las copas de los pinos.











Les seguían en abundancia los gorriones morunos (Passer hispanoliensis), que también tenían nidos.












Y los más ruidosos y también criando, los estorninos negros, a los que no fui capaz de tirarles ni una foto, tal era su grado de desconfianza, siempre se movían por las ramas externas del árbol, hacia la cara "no visible". Tremendos.
Sin criar, pero también muy abundantes, los herrerillos comunes (Cyanistes caeruleus).








Y venían a comer al prao todas las mañanas los mirlos comunes (Turdus merula), 2 parejas, una normal de plumaje.












Y la otra con el macho parcialmente leucístico.









Era muy llamativo.







Era muy notorio también el paso de mosquiteros musicales (Phylloscopus trochilus), lo fue durante todo el período que anduve por Cádiz. Otra cosa era pescarlos entre las ramas, porque ni se dejaban ver ni paraban quietos.








Finalmente, las abundantes tórtolas turcas (Streptopelia decaocto) nos amenizaban con sus cantos monótonos mañanas y tardes.






Además, se pasaron por allí currucas cabecinegras, carboneros comunes, golondrinas daúricas y comunes, vencejos comunes y pálidos, aviones comunes, y las bandadas de gaviotas patiamarillas y reidoras.
Una buena diversión.