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domingo, 3 de enero de 2021

Algunas citas de otoño por San Lorenzo y el Rinconín

 El paseo que va desde el Puente'l Piles hasta el Rinconín de Gijón otorga al observador otoñal la oportunidad de ver muchas aves interesantes. Ya desde el principio del otoño, y más cuando se tuerce la climatología podemos ver bastantes limícolas, lo más llamativo que vi fue a esta aguja colipinta (Limosa lapponica) que se movía por los praos de los jardines alrededor sacando lombrices de tierra con una eficacia pasmosa.









No sé quién aprendía de quién, pero a los vuelvepiedras (Arenaria interpres) cada vez los veo más haciendo lo mismo, y menos en su habitat natural del pedreru.









Cuando se reunen en los praos pueden juntarse hasta 50, lo que puede parecer una cifra elevada, pero es muy inferior a lo que era la norma hace menos de una década.









Como digo, en su hábitat natural sería lo más propio encontrarlos...

...pero es mucho más fácil verlos ejercer de aves urbanas, por ejemplo, peleándose con los gorriones comunes (Passer domesticus) por la comida que le sirve nuestra especie.












Otros limícolas en paso otoñal que yo viese fueron los chorlitejos grandes (Charadrius hiaticula), de manera continua pero en escaso número.
O los chorlitos grises (Pluvialis squatarola), que no suelen quedarse más que unos días.













Misma estrategia que el correlimos gordo (Calidris canutus).
Si alguien se pregunta por la razón de este nombre solo hay que compararlo, por ejemplo, con el pequeño correlimos oscuro (Calidris maritima).














El oscuro sí que se queda a pasar el invierno, en un número cada vez más preocupantemente bajo.














Avanzado el otoño, y llegado casi el invierno, llega el gran contingente de gaviotas invernantes, con ejemplares anillados y otros muy interesantes, como las gaviotas argénteas (Larus argentatus), aquí acompañadas de unas gaviotas cabecinegras (Larus melanocephalus).











Aunque nunca vi más de 3 a la vez, es muy frecuente la aparición de gaviones atlánticos (Larus marinus).
Igualmente escasas pero muy presentes, las gaviotas canas (Larus canus).



















Los cormoranes, tanto grandes como moñudos (Phalacrocorax carbo / aristotelis), siempre en los exteriores del Rinconín.
Finalizo con 2 paseriformes muy vinculados al Rinconín en el otoño y el invierno, uno es el martín pescador (Alcedo atthis), pescando en las charcas intermareales.















Y finalizo con la lavandera blanca enlutada (Motacilla alba yarrellii), que llegada desde Inglaterra comerá en las delicias que le deja el Piles en sus orillas al desembocar en la playa de San Lorenzo.

martes, 29 de diciembre de 2020

Algunas citas de otoño por Bañugues

 Los otoños por Bañugues suelen ser bastante entretenidas, aunque mi impresión es que la época dorada del paso postnupcial, con cientos de limícolas, ya pasó a mejor vida. Lástima.







Que yo haya visto, hubo algún grupete majo de agujas colipintas (Limosa lapponica).

Pude ver un único ejemplar de chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus).






Mucho más abundantes los chorlitejos grandes (Charadrius hiaticula).

Algún ejemplar aislado de correlimos gordo (Calidris canutus).







Con bastantes más correlimos comunes (Calidris alpina), detrás de nuestro gordo en la foto.

No faltaron los correlimos tridáctilos (Calidris alba).












Tampoco dejaron de acudir a su cita anual los vuelvepiedras (Arenaria interpres).
Los martines pescadores (Alcedo atthis) acuden siempre a pasar el invierno.















Las collalbas grises (Oenanthe oenanthe) de paso otoñal camino de África.
Mismo afán migrador el de la mariposa atalanta (Vanessa atalanta).














En general, me dio la impresión de ser un paso otoñal pobre, en fin, el invierno está entrando fuerte y lo estamos pasando pipa los amantes de los temporales, como aperitivo, a principios de diciembre cayó una posible gaviota híbrida de gavión atlántico x gaviota argéntea (Larus hyperboreus x argenteus).

domingo, 29 de diciembre de 2019

3 playas bien diferentes en Llanes: las 3 deliciosas y cargadas de aves.

En septiembre, ya sin tanto turista en las playas de Llanes, es un momento perfecto para disfrutar de uno de los tramos más deliciosos de la costa asturiana, de Vidiago a Buelna, pasando por Pendueles.








Salimos desde la playa de Buelna bien temprano. Esta playa, que es pequeña, tiene tantos alicientes que parece mucho mayor. Sobre todo, el monolito central, abierto al Cantábrico, que ya es un icono del concejo de Llanes.









Saliendo de la playa, vamos por la costa en dirección oeste, y en las praderías costeras podemos ver un montón de pequeños pájaros, como petirrojos (Erithacus rubecula)...
















...tarabillas comunes (Saxicola rubicola)...









...o las migradoras tarabillas norteñas (Saxicola rubetra).














Acercándonos a los acantilados de Pendueles, ya vemos algunas aves acuáticas en migración postnupcial, como los cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo)....









...o las garzas reales (Ardea cinerea).
















Ya nos adentramos en una playa muy diferente de la anterior: Pendueles.








Muy acantilada, con un acceso (actualmente) muy precario, y con un tómbolo precioso hacia el mar, dio la casualidad de verla justo en una arribazón de ocle, lo que atrajo mucha avifauna.





Varios vuelvepiedras (Arenaria interpres), poniéndose morados de copépodos que a su vez prosperaban entre las algas podridas.










A su lado, un grupín de chorlitejos grandes (Charadrius hiaticula), cogiendo fuerzas para seguir hacia el sur.












El local colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) también aprovechaba el momento.















Un buen número de lavanderas blancas (Motacilla alba) migrantes acompañaba al grupo.















De vuelta en el camino, seguimos hacia la playa de Vidiago, viendo en los prados sin segar varios buitrones (Cisticola juncidis).












Cuesta creer que en septiembre todavía estuviésemos deseando que lloviese. La que cayó después. La sequedad del terreno impedía que prosperasen las setas, como este Macrolepiota sp.










Y finalmente, llegamos a la playa de Vidiago.













A pesar de ser una playa muy concurrida, y del vecino camping, que hace que el acercamiento sea poco atractivo, la playa en sí, tan diferente de las dos anteriores, crea un triángulo final de playas espectaculares en un tramo que solo podríamos calificar de delicioso para los sentidos.














domingo, 21 de abril de 2019

Escapada a Galicia en febrero: Pocos bichos.

El tradicional viaje de fin de semana en febrero a la costa gallega más cercana a Asturias no salió del todo bien, con muy pocas aves interesantes, salvo la gaviota esquimal, de la que nos ocuparemos en la siguiente entrada. Como este andarríos chico (Actitis hypoleucos) de Cariño, hacía tal calor que merecía la pena darse un chapuzón.

 Pocas especies y en poco número, poca cosa destacable, por ejemplo, los chorlitejos grandes (Charadrius hiaticula) de las playas de Espasante, media docena, y una docena en San Cibrao.




Un zarapito trinador (Numenius phaeopus), siempre escasos como invernantes, en Viveiro.













Del mismo lugar, un archibebe claro (Tringa nebularia). Había otro en O Vicedo.










Ostreros (Haematopus ostralegus), 11 había en Cariño.








Afortunadamente, nunca fallan en Cariño.













En Foz, otros 5.













Garzas reales (Ardea cinerea), como esta del Puerto de O Barqueiro, en cada ría.











Las gaviotas me fallaron, con bajos números y ni una sola gaviota blanca, primera vez que me sucede en 5 años, mala suerte porque en pocos días llegaron unas cuantas. Lo más blanco que vi, algunas gaviotas argenteas (Larus argentatus), como esta de Cariño.








Interesante concentración de gaviotas canas (Larus canus), en Cariño, con 5 ejemplares.













Pero no pude localizar a Phil, que es todo un clásico.












En Estaca de Bares, decenas de gaviotas patiamarillas (Larus michahellis).










Pero muy poco paso de aves marinas, aparte de los siempre presentes en el paso alcatraces atlánticos (Morus bassanus).










En Cabo Ortegal, impresionaba verlos pasar frente a Os Aguillons.












Cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo), en paso también en Estaca.












De patos buceadores, nada de nada. De paseriformes, algunos detalles, como un par de bisbitas costeros (Anthus petrosus) en el pueblo de Bares, fue incapaz de sacar una foto decente.









Gran cantidad de acentores comunes (Prunella modularis), como este en San Andrés do Teixido.









Y finalizo como empecé, con un baño en Cariño para quitar el calor, en este caso le tocaba al escribano soteño (Emberiza cirlus).