Mostrando entradas con la etiqueta Corrubedo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Corrubedo. Mostrar todas las entradas

miércoles, 23 de agosto de 2017

Las dunas gallegas: Corrubedo.

Casi hay que decir la Gran Duna gallega, es enorme y altísima pero para fastidio de la mayoría de la gente que nos cruzamos (y alivio mío) no se puede cruzar ni subir a ella.











Ésto, que es un estorbo para los turistas, que claramente pretenden entrar, pisotear un poco, sacarse un p**o selfie y largar corriendo, ha conseguido (parcialmente, por el número de huellas que siguen viéndose) evitar la degradación de esta lengua de arena, y permitir el desarrollo de un paisaje y una naturaleza de lo más interesante.







Quizás algún día no hagan falta carteles o vallas, por ahora, son necesarios.












Nos encontramos una extensión enorme con plantas en flor sobre las dunas consolidadas, como el mastuerzo marítimo (Lobularia maritima)...










...la Suaeda maritima...














...o la manzanilla bastarda (Helichrysum stoechas).

viernes, 4 de agosto de 2017

Las playas de Corrubedo.

La famosa es la duna, que trataremos en otra entrada, pero realmente fascinantes las 3 playas, que de nuevo son una, pero con la marea pueden ser muchas más...una maravilla la dinámica cambiante de estos paisajes.

Una vez vista la duna, un camino paralelo nos dirige a las playas, empezando al norte, la de Ladeira, una inmensidad y eso que la veíamos en marea alta.











Al Sur, la otra playa que "se une" (en teoría) con la anterior, es la playa de Vilar, igual de interesante, también enorme, y fascinante.







Pero la playa de verdad alucinante era la de Lagoa de Carregal, es decir, la pequeña marisma de agua dulce que desemboca entre las 2 playas de este espacio protegido, creando un paisaje único.

Fueron unas horas entrañables en familia, con otro par de familias igual de encantadas de estar allí, respetando todos el silencio y la tranquilidad (todo lo que pudimos porque apetecía gritar de la emoción). Nos bañamos en la lámina de agua, y dejándose llevar por la fuerte corriente de la marea podías embarrancar en cualquiera de las 3 playas. Corriente arriba es zona protegida y no apta para el baño, y playa abajo se llega a otra zona, inmediatamente señalada por la abundancia de chorlitejos patinegros, gaviotas y garzas. Por desgracia al marcharnos toda aquella paz sucumbió cuando una familia decidió vadear el río hacia la zona prohibida, espantando a todas las aves y con ellas el idílico momento.
Al final, en unos minutos, llegó la nube y el viento, todo cambió en un instante, pero el paisaje siguió siendo cautivador.