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miércoles, 3 de febrero de 2021

Puertos de Marabio

 Aprovechamos el frío de las navidades para caminar en familia por territorio nevado de montaña antes de que (como así sucedió) nos encerrasen, y elegimos en esta ocasión las muy conocidas tierras de los Puertos de Marabio, a medio camino entre Teverga y Yernes y Tameza, aunque en esta ocasión nos limitamos a Teverga.

Es este un terreno de media montaña, paisaje protegido, y muy agradable de caminar, ya que ninguna de sus cumbres es complicada: Caldoveiro, Santa Ana, Lobiu, Sala...montañas ya muy conocidas en la familia.






La ermita de Santa Ana marca el inicio de los pastizales, después de una subida muy dura por la relativamente reciente carretera desde Prado, en Teverga.







Desde aquí se abre una gran balconada hacia Teverga, con grandiosas vistas sobre el Macizo de Ubiña y el Cordal de Sobia.


Un paseo, siempre sencillo, por aquí, merece la pena en cualquier estación, pero en invierno especialmente.

Creo que lo mismo opinaban las chovas piquigualdas (Pyrrhocorax graculus).

domingo, 15 de noviembre de 2020

Por la cruz del Ciego

 A últimas horas del verano nos fuimos de excursión a la Cruz del Ciego, en el límite entre León y Asturias, en Lena.










Una cima llana como pocas a la que se llega después de un camino muy plácido de lomas y praderías muy verdes en aquella época.


Las vistas desde arriba son impresionantes, y abarcan casi todo el Macizo de Ubiña. Las 2 Ubiñas, Tesa, Mesa, Almagrera...

Desde el alto del Palo, final del puerto de la Cubilla, caminamos hacia el Sureste internándonos en la Vega de Ballota, una enormidad de praderas y vacas.


Solo resta subir poco a poco a la Cruz del Ciego. Desde arriba, grandes amigas, como La Mesa.

O Peña Ubiña la Grande y la Pequeña.

Cruzaremos varias veces la frontera entre Asturias y León, y en una de ellas, una visión que nos habla de la soledad de la montaña y de las fuerzas que desata. Me hubiese gustado estar presente cuando se desprendió esta gigantesca roca desde la Almagrera, pero no tan cerca como para sufrir las consecuencias de sus muchas toneladas de peso. Para hacerse una idea, a su sombra estábamos sentadas 6 personas.

Una excursión muy recomendable, y muy muy suave.

miércoles, 2 de enero de 2019

Al Naranco por los Monumentos

Hicimos a principios de diciembre una guapa ruta saliendo desde el parking de la ruta del Prerrománico. Una ruta bien sencilla pero muy agradable.
















Salimos directos a buscar, por el sendero que va entre bosquetes, el cordal del Monte Naranco, hacia la cima del Paisano, y desde allí hacia el Este, fuimos perdiendo altura y disfrutando de las vistas sobre Oviedo, hasta el punto de partida.







Son unos 7 kilómetros, con pendientes perfectamente soportables (íbamos con niños) y que ya sólo por las vistas merecen la pena.









Lo primero que nos encontramos fue San Miguel de Lillo. esta maravilla prerrománica del S. IX, pese a estar incompleta en sus 2/3 principlaes por un desprendimiento de tierras ya en el S. XIV, conserva un encanto especial, y con la última restauración se devolvió mucho de su esplendor.








La subida al cordal del Monte Naranco es muy amena, y enseguida se llega a un punto en el que empieza a verse un panorama increíble de la Cordillera Cantábrica.











Corona la ruta en el Paisano, con la célebre estatua del Sagrado Corazón de Jesús, de 1950.










Desde allí las vistas ya son difíciles de describir, ya que se domina casi toda la Asturias Central, con decenas de picos bien conocidos y muy queridos.

Con unos prismáticos y un teleobjetivo da para estar muchas horas de diversión. por ejemplo, se ven todos los grandes monumentos ovetenses, como la Catedral de San Salvador de Oviedo. De hecho, se ve mejor y se entiende mejor el gótico del conjunto desde aquí, en vista aérea, que a pie de la catedral.







Hacia la costa, se ven perfectamente todos los concejos centrales, Gijón incluido, esta es la vista hacia el puerto, con el Elogio del Horizonte cerrando, pues eso, el horizonte.










Hacia la Cordillera Cantábrica, excelentes las vistas hacia el Monsacro, el Aramo y finalmente el Macizo de Ubiña.




















Pero sin duda las vistas más espectaculares son hacia Picos de Europa. Pese a los 75 kilómetros lineales que separan picos y Naranco, se ve en detalle. De izquierda a derecha, podemos ver sin ningún problema Torrecerredo, en el Macizo central, y la Torre de Santa maría de Enol y peña Santa de Castilla, en el Macizo Occidental. De postal. Peña Mayor delante.

Forzando el teleobjetivo, vemos el precioso conjunto del Macizo Occidental, con la Torre de Santa maría, las Torres de Cebolleda, Torre de La Horcada, Torre de Enmedio, Las tres Marías, y...la inmensa mole de la Peña Santa de Castilla.








Ya bajando desde este oteadero fenomenal, vamos enlazando senderos por el Monte Naranco sin pérdida, hacia Oviedo, que ya empieza a aparecer a media ladera en toda su extensión.
Y ya llegamos de nuevo al Prerrománico, con su mayor joya, Santa María del Naranco, espectacular siempre.














Esta aula regia transformada en iglesia en época muy posterior tiene una arquitectura tan peculiar como curiosa, es austera, y de proporciones relativamente pequeñas, pero es un ejemplo único e irrepetible en el arte mundial, y uno nunca se cansa de dar vueltas alrededor y descubrir nuevos detalles. A veces ves ecos de la época romana, otras, arquitecura carolingia, otras veces, visigótica por extinguir, otras anticipas el románico por venir...imprescindible.



jueves, 28 de septiembre de 2017

Por Socellares con Mavea: Ascensión al Sobre el Tambarón

Aunque hubo quienes sufrieron bastante subiendo a este pico de 2.005 msnm, mereció la pena, como veis por las vistas: Hacia el Sur se extendía todo el Macizo de Ubiña, en esta pano, de izquierda a derecha, la mole de Peña Rueda, los Puertos de Agüeria, el Siegalavá y Tapinón, Fariñentu, Huertos del Diablo...casi nada.

Acercando el zoom, y más a la derecha y arriba, los colosos de la Cordillera Cantábrica: Prau, Fontanes, Colines...

Hacia las montañas más modestas del interior de Asturias, mirando al Norte, las Sierras paralelas de Caranga, Tene, Aramo y Monsacro, Llosoriu...

Mirando al oeste, toso el Cordal de la Mesa, desde Asturias a León, rodeando los milenarios puertos de Teverga y Somiedo.

Acercando otro poco el zoom, el Ferreirúa y la larga y plácida cresta tras la que vemos de izquierda a derecha el leonés Morronegro y las montañas del cresterío del Cordal de la Mesa.

Muy espectaculares panorámicas para tratarse de una montaña relativamente baja, pero estar al borde de la Cordillera Cantábrica, en un saliente entre algunas de las mejores sierras de Asturias, no tiene precio para la vista.















Y volvimos a nuestra base de operaciones en Socellares, que bien merece una foto por su belleza y amplitud.

jueves, 10 de diciembre de 2015

Área recreativa de Peña Cabrera: imposible más por menos.

Fuimos a dar un paseo por este área recreativa del casi vecino concejo de Cabranes, en algo más de media hora estábamos allí, no la conocíamos y nada más llegar ya alucinamos con el paisaje que se dominaba desde este mirador natural.

Hacía un día precioso, aquello estaba solitario y los críos podían chillar a placer y moverse en todas direcciones sin molestar a nadie, la campera estaba muy cuidada y se podía aparcar el coche bien, ¡qué tranquilidad! Y la propia situación del área obliga a atravesar unos pueblos preciosos y finalmente un bosque espeso lleno de setas (próximas entradas), y pajarillos como bisbitas pratenses, pinzones vulgares, zorzales comunes, y un largo etcétera.
https://www.google.es/maps/place/%C3%81rea+Recreativa+Pe%C3%B1a+Cabrera/@43.4635407,-5.6160519,32332m/data=!3m1!1e3!4m2!3m1!1s0x0000000000000000:0x779b566b2036741c!6m1!1e1

Pero en esta ocasión, la atracción principal era el paisaje, teníamos Villaviciosa y el Cierrón a nuestros pies, casi se podían ver las espátulas de la ría...











Hacia la Cordillera, una locura, a simple vista se distinguían las cumbre más importantes en más de 100 kilómetros de recorrido visual, desde picos de Europa hasta Somiedo.
La propia Peña Cabrera que da nombre al área, en primer plano.
Asturias a plena potencia cromática.
















Y con prismáticos o telescopio, la cosa mejoraba espectacularmente. Empezamos de este a Oeste, con el Macizo de Ubiña, os pongo una panorámica de estas montañas tan trilladas por mis botas.



Mucho más al Este, el Macizo Central de Picos de Europa, con la enormidad de la Peña Santa de Castilla, y al Oeste, más pequeña (solo para los que no conocen lo grandísima que es) Torre de Santa María.









Y finalizando el arco de montañas al Oeste, el más alto del Macizo central de los Picos de Europa...y en cientos de kilómetros a la redonda, el Torrecerredo, escoltado por Cabrones, Neverón de Urriello, y un largo etcétera.
Pura diversión por el ojo entrenado en redescubrir viejas montañas amigas.






domingo, 9 de agosto de 2015

Peña Negra: Ruta con historia.

El mes pasado me fui con el amigo Fran a pasear por los límites entre Somiedo y Teverga, territorios vertebrados por el camín Real de la Mesa.
















Un paseo guapísimo que nunca decepciona con un paisaje fantástico, alrededor de un camino que durante milenios ha servido de motor de comunicación entre la Meseta de castilla, las altas cumbres de la Cordillera Cantábrica y los llanos costeros de Asturias. Elegimos salir del Puerto de San Lorenzo, dirigiéndonos enseguida hacia Piedrajueves, Braña la Corra, y a la cima.






Desde ella, un panorama increíble, aunque hacia Asturias un mar de niebla lo cubría todo.

Muy cerca, el Macizo de Peña Ubiña.


















Para mi lo más interesante, el Valle de Saliencia, con brañas, caminos tallados contra la pendiente y sus inmensos hayedos.








Mucho más lejos, al oeste, el omnipresente Cornón.











Peña Negra hace referencia etimológica a las peñas negras cuarcíticas que destacan en muchos kilómetros a la redonda, y que hacen que subir a su cima, entre grandes bloques resbalosos y afilados, sea cansado y una experiencia algo molesta, no es un terreno bueno.
Se ve muy bien el contraste si lo comparamos con el suave perfil de su montaña más cercana, el Michu, peña alomada y caliza también subida hace ya muchos años.










La Braña la Corra, a sus pies, nos recuerda el fuerte carácter humano de este paisaje, con mucho que contar y que sentir.