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jueves, 8 de marzo de 2018

En barco y andando por Santoña: Eider, otros patos y águila pescadora.



Empezamos por el final, por un ejemplar invernante de águila pescadora (Pandion haliaetus), que levantaba o ponía de los nervios a todas las aves allí por donde pasaba.















Tuvimos la suerte de que nos acompañase un buen rato ría abajo.










Por desgracia, creo que en Santoña tienen tan trillado a este ejemplar macho de eider común (Somateria mollissima), que ni pararon el patrón y el guía, una pena, hice lo que pude con las fotos tan lejanas y en marcha...









Vimos un ánsar común, otro negrón común, y barias decenas de silbones europeos (Anas penelope), siempre tan abundantes en Santoña.







2 tarros blancos (Tadorna tadorna) pasaron cerca de Cicero.











Y se dejaron ver varias parejas del siempre delicado y espectacular ánade rabudo (Anas acuta).

miércoles, 9 de marzo de 2016

Viaje a Galicia: unas buceadoras.

Terminamos estas entradas con algunas especies buceadoras que nos encontramos aquí y allí.

En Burela, un pobre arao común (Uria aalge), al que como veis le faltaba una pata. Mal pronóstico.











También en Burela vimos 3 alcas (Alca torda), más lejanas.







Y lo más prestoso, aunque muy lejanos incluso para el telescopio, 2 colimbos árticos (Gavia arctica) que vimos en la playa de Lago.











Y a esta no se la puede llamar buceadora, sólo se mete al agua hasta las rodillas como quien dice, pero fue lo último interesante que vimos en el viaje, y con esto termino esta serie de entradas: un águila pescadora (Pandion halliaetus), vista desde la parte lucense de la ría del Eo.

domingo, 9 de junio de 2013

Las águilas pescadoras de Zeluán

Como sabéis, ando en el grupo de valientes del proyecto Mazarico, de MAVEA, y esto nos está permitiendo seguir al dedillo (o casi) lo que pasa cada día por Zeluán, y entre lo mucho que registramos están las águilas pescadoras (Pandion haliaetus), nada menos que 7 llevamos en este paso prenupcial.












Yo tuve el gusto de darme cuenta que este ejemplar que os traigo aquí estaba anillado, pero no pude leer el código, fue unos días después cuando César Á. Laó la relocalizó y pudo ver que era (AZUL)91.













Es una hembra anillada en Escocia, no en un sitio cualquiera, es el águila pescadora más norteña de Escocia, más allá se acaba Gran Bretaña.










Su anillador estaba muy contento con la cita, y nos comentó que el mismo constató que era una hembra muy fuerte ya de pollo, cosa que comprobamos in situ porque esta pescadora tiene una capacidad de sacar peces del agua espez-tacular (perdón por el chiste malo).






Literalmente, uno tras otro, de lo que se aprovechaban las cornejas, en 1ª instancia, y luego un zorro, que a su vez le quitó el pescado a las cornejas. No problem, diría la pescadora, que al instante ya tenía otro gran pez en sus garras.





Pues nada, después de una buena temporada por Zeluán, espero que regrese sin problemas a escocia, donde ya la espera su anillador, Roy, aquí lo vemos manos a la obra en el nido del que salió esta hermosa águila hace ya 2 años.






Acompañado del agricultor dueño de las tierras donde está el águila...igualito que aquí, verdad....









viernes, 21 de diciembre de 2012

El águila pescadora y las cornejas: acoso total

Siempre me llamó la atención la desproporción entre el tamaño de los córvidos y el de las aves de presa a las que acosan. He visto a urracas y cornejas agobiar a cárabos, a busardos ratoneros y a halcones peregrinos, y llegué a ver a un águila real desesperada por quitarse de encima a las inofensivas en comparación chovas piquigualdas.
Yo creo que es una mezcla de descaro y de mucha inteligencia.

Hace unas semanas, desde la playa de Misiego, volví a observar a Ben, el águila pescadora (Pandion haliaetus) de la ría de Villaviciosa, pescar un pez de un tamaño más que considerable.







Lo descabezó, y poco más le duró la tranquilidad.











Porque enseguida llegaron un par de cornejas negras (Corvus corone) a intentar ganarse el sustento, moviendo varias veces al águila de sitio, intentando que soltase el pescado.







Tenéis que perdonar la escasa calidad de las fotos, pero están hechas con el telescopio a larga distancia, en la isla del Bornizal.
Lo que intento mostrar está claro: las 2 cornejas se turnaban para distraer al águila pescadora y que fuese soltando trocitos del pescado en la arena aprovechando los descuidos que causaba su nerviosismo.






El plan funcionaba a las mil maravillas, ya que pasaban muy cerca de la cabeza del águila, y le obligaban a soltar el trozo de carne que ya tenía preparado en el pico.









Finalmente se marchó, la situación duró bastantes minutos, y  tras unos instantes de descanso, y aunque en aquel momento las cornejas no fueron directamente a por las migajas, creo que no tardarían en volver a por su pequeño botín.

Muy inteligentes, y eran irritantes al 100%.










En el Bornizal, además, los vecinos habituales: una garza real (Ardea cinerea), a la que se unirían otras tantas, más un grupo de cormoranes grandes y garcetas comunes, pescando comunalmente, lo suficientemente rápido como para anular a la capacidad digiscopera de mi telescopio.









Y muy cerca, un chorlito gris (Pluvialis squatarola).











Y uno de los muchos zarapitos reales (Numenius arquata) que pude ver aquel día por la ría.