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viernes, 26 de marzo de 2021

3 porrones bastardos en la ría del Eo

 A finales de enero, durante un fin de semana con un fuerte temporal, disfruté de una mañana muy agradable, ornitológicamente hablando, en el fondo de saco de la ría del Eo entre Salías y la Llinera.

Lo más interesante, 3 hembras de porrón bastardo (Aythya marila), de las cuales una estaba sorprendentemente fuera del agua.









Al verla fuera del agua me di cuenta del gran tamaño de estos porrones, poco menores que los abundantes ánades azulones (Anas platyrynchos) que la rodeaban.


Los otros 2 ejemplares se encontraban, muy lejanos, a mitad de la ensenada, luchando con las olas.








Rodeadas de un buen bando de ánades frisos (Mareca strepera).


Los ánades rabudos (Anas acuta) estaban aún más lejos.





Además, un solitario macho de porrón moñudo (Aythya fuligula).


Ya en el observatorio de Salías, un buen bando de espátulas euroasiáticas (Platalea leucorodia).








Un lujo disfrutarlas tan cerca sin ser visto.


Al lado, un grupete de garcetas comunes (Egretta garzetta) en una curiosa disposición geométrica.







En dirección a Castropol, un montón de garzas reales (Ardea cinerea).


De limícolas, unas cuantos zarapitos trinadores (Numenius phaeopus).








También un par de archibebes claros (Tringa nebularia) y de andarríos chicos (Actitis hypoleucos).

De gaviotas, no podía fallar un gavión atlántico (Larus marinus) junto a las gaviotas sombrías y patiamarillas (Larus fuscus / michahellis).

Y la nota de color la dio el martín pescador (Alcedo atthis).


viernes, 24 de abril de 2020

Santoña en carnaval (y V): Colindres, festival de la limícola

Y terminamos con los bichos (el viaje prosiguió pero en otros términos) con el fondo de la Bahía de Santoña, en Colindres, fue una maravilla, con cientos de limícolas.













Primero fuimos a buscar a los gorriones molineros (Passer montanus) de las instalaciones deportivas, nunca fallan.


















En la zona de los embarcaderos, una sorpresa en forma de cisnes vulgares (Cygnus olor).








Media docena, había.











Muchos silbones europeos (Anas penelope), como es habitual en esta zona.












Tres tarros blancos (Tadorna tadorna), muy lejanos.






Un cormorán grande (Phalacrocorax carbo) sesteando.












También ánades rabudos (Anas acuta).






Un precioso paisaje al fondo.


















La cercanía humana no parecía molestar demasiado a las espátulas (Platalea leucorodia) y a las garzas reales (Ardea cinerea).









La garceta grande (Ardea alba) sí se mantenía muy lejana.












Todo fue a mejor cuando apareció en un lance de caza el aguilucho lagunero (Circus aeroginosus).











Las aves se refugiaron en la orilla, justo donde estábamos nosotros, a unos pasos: andarríos chicos (Actitis hypoleucos)...











...archibebes claros (Tringa nebularia)...












...zarapitos trinadores (Numenius phaeopus)...













...ostreros (Haematopus ostralegus)...












...chorlitos grises (Pluvialis squatarola)...













...zarapitos reales (Numenius arquata)...










...vuelvepiedras (Arenaria interpres)...










...y lo más destacado, cientos y cientos de correlimos comunes (Calidris alpina)...











...entre los que se mezclaban un par de ejemplares de correlimos tridáctilo (Calidris alba).










Mejor imposible para finalizar la jornada de prismáticos.

sábado, 18 de abril de 2020

Santoña en carnaval (II): Marismas de Bengoa, ibis sagrado, focha común leucística, espátulas y demás.

Al día siguiente comenzamos caminando desde las conserveras de anchoa en dirección al observatorio de las marismas de Bengoa, con límite en la carretera que cruza antes de llegar a la playa de Berria. Al estar en marea baja, un espacio amplísimo lleno de sorpresas.








Ya a la salida, una gran sorpresa con la aparición de una focha común (Fulica atra) leucística.













Salvo por un manojo de plumas del ala derecha, era blanca al completo.











Muy diferente, desde luego, del resto de compañeras, con el color habitual.










Encontramos los habituales grupos de ánades rabudos (Anas acuta).












Numerosos ánades azulones (Anas plathyrynchos), frisos (Anas strepera) y cercetas comunes (Anas crecca).






Menos numerosos, y más dispersos, los cucharas europeos (Anas clypeata)...












...y los porrones europeos (Aythya ferina).















En las pequeñas lagunas, algún somormujo lavanco (Podiceps cristatus).













Y varios zampullines chicos (Tachybaptus ruficollis).













Las superficies emergidas en marea baja son un imán para las limícolas.












Muchos archibebes comunes (Tringa totanus)...











...y zarapitos reales (Numenius arquata).














También individuos aislados de zarapito trinador (Numenius phaeopus).











Una vez en el mirador-observatorio, optamos por seguir caminando por el dique de las marismas.




Desde allí aumentaba mucho la presencia de árboles de ribera, lo que facilitaba el escondite de las zancudas, la más interesante el ibis sagrado (Threskiornis aethiopicus).
Esta especie, que lleva unos años con ejemplares dispersos por todo el Cantábrico provenientes de la población asilvestrada en el oeste de Francia, es desde luego muy llamativa, y cuando la vimos estaba dando buena cuenta de una anguila.





Además, algunas garzas reales (Ardea cinerea).














Y media docena de espátulas (Platalea leucorodia).












En los árboles, los primeros reclamos de las paseriformes, como el pinzón vulgar (Fringilla coelebs).












Como habitualmente, un paseo muy productivo.