Hago un pequeño resumen de lo mucho que me impactó esta larga serie de temporales del NW que nos han literalmente barrido estas semanas, con algunas fotos de lo que vi y me encontré.
Comienzo con la playa del Arbeyal de Gijón, que como sabéis, es una playa seminatural, ya que fue restaurada y rellenada con miles de toneladas de arena del fondo marino, por lo que tiene tal acúmulo de arena que la marea alta nunca la cubre del todo...hasta ahora.
Porque lo que me encontré el 2 de febrero fue algo que no olvidaré: la marea había subido tanto, apoyada por olas enormes, que incluso con la protección de todos los diques del Puerto del Musel, y la gradiente de muchos metros de arena en cuesta desde el paseo marítimo, el agua llegó hasta el aparcamiento de la playa, y cambió su morfología creo que para siempre, arrastrando y arrasando el fondo de la playa y depositando muchos metros cúbicos de arena en la línea de la rompiente.
Tanto es así que las olas debieron barrer todo el paseo marítimo de madrugada y saltaron, de Oeste a Este todas las protecciones, llenando de arena todo el paseo.
Increíble, teniendo en cuenta la mansedumbre habitual de las aguas de esta playa y la casi imposible fuerza que tuvo que provocar tal desbordamiento.
Podéis ver en esta foto (mejor abrir en grande) la magnitud del temporal.

Al retirarse el mar por la marea baja, muy baja, al ser marea viva, quedó en lo alto de la playa una laguna para asombro de todos, a varios centenares de metros de la linea real de costa.

Como víctimas involuntarias, las plantas del paseo que crecían entre el pavimento, que nunca la habían visto de este calibre.
A lo lejos, en el Cerro Santa Catalina, muchos días con olas pavorosas.

Aunque hay gente a la que ni todos los avisos del mundo, ni el sentido común, ni olas inmensas, de mar de fondo de unos 6 metros, como las de esta foto, tomada sin referencias, porque era el puro horizonte a golpe de teleobjetivo, les baja de la burra y de la estupidez. ¿Qué por qué lo digo? Pasad a la última foto.
Como dice un amigo mío, "hay más tontos que ventanas"...
Corrección: Ver comentarios.
A mí sigue pareciéndome una locura andar entre estas olas, pero viendo lo que nos cuenta Pablo puede ser que sea una locura controlada.