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domingo, 29 de noviembre de 2020

Moritos en el Parque Isabel

 Hacía bastantes años que no veía moritos (Plegadis falcinellus) en el parque Isabel de Gijón, así que fue una agradable sorpresa ver como se acercaban volando 3 ejemplares con su inconfundible silueta.









Se lo pensaron mucho, pero una vez posados en los sauces de la isleta central, lo difícil fue encontrarlos entre los 3 centenares de garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) que todavía estaban despertándose a esa temprana hora de la mañana.










También los cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo) usan este dormidero año tras año.












Una vez que subía el sol y las bueyeras se dispersaban buscando al ganado en la campiña gijonesa, ya era más fácil disfrutar a los moritos.

Con la enorme cantidad de moritos que ya están criando en España y el cambio climático, es muy posible que estos raros encuentros con el morito en el área cantábrica se multipliquen con el paso de los años.














Mientras tanto hay que aprovechar las oportunidades.




lunes, 11 de noviembre de 2019

Delta del Ebro: Desde la piscina.

Tuvimos el acierto de pasar las vacaciones en el Delta del Ebro en pleno arrozal, en una casa de campo con jardín y piscina, lo que nos permitió, con incredulidad al principio, y ya casi con naturalidad al final, disfrutar de un checklist de aves casi al lado, desde la tranquilidad de la tumbona que en otros lugares necesitaría de semanas de observatorios y esperas. Evidentemente, encantados.
Mi recomendación para visitantes del Delta del Ebro: buscar alojamiento entre Deltebre y el mar, en cualquier arrozal  alrededor se encuentran más aves, y más cerca, que buscándolas en los observatorios.


El listado de lo que vimos desde casa fue largo, pongo algunos ejemplos, como las garcetas grandes (Ardea alba), ejemplares solitarios que rondaban cada mañana con las más abundantes garcetas comunes (Egretta garzetta).










Garzas imperiales (Ardea purpurea), casi de continuo, tanto en el camino de acceso...












...como debajo mismo de la casa, cazando ranas y pececillos en el arrozal.













Idéntica situación de las abundantes garcillas cangrejeras (Ardeola ralloides)...













...y garcillas bueyeras (Bubulcus ibis).











Los moritos (Plegadis falcinellus), muy abundantes, y plenamente fotografiables desde casa.











A los martinetes (Nycticorax nycticorax) no los vimos directamente en nuestra finca, pero sí que pasaban frecuentemente entre los árboles de alrededor y los arrozales, volando alto.












Los límites de tierra compactada entre arrozal y arrozal eran oteaderos tan buenos para las aves como para el fotógrafo. Podías ver de todo.











Delante nuestro criaban las cigüeñuelas (Himantopus himantopus), pudiendo ver las evoluciones de sus pollos al lado mismo...










...con los padres patrullando su territorio constantemente.












Nos extrañó por contraste el escaso número de limícolas, destacando únicamente la abundancia de zarapitos trinadores (Numenius phaeopus).












Sin duda el ave más abundante (cuesta creerlo con lo difícil que es localizarlos fuera del Delta), era el fumarel cariblanco (Chlydonis hybrida). criaban felices entre el arroz, invisibles entre la espesura, pero muy llamativos en sus posaderos, aunque al principio parecían golondrinas de los muchos que se llegaban a congregar.








Verlo para creerlo, hasta que no se acerca uno parece imposible...pero compartían los cables con estorninos y gaviotas.







Una maravilla despertarse y ver al fumarel encima tuyo.












Gondrinas comunes (Hirundo rustica), también había, de hecho, cientos, dada la abundancia de insectos (por desgracia la única nota molesta de las vacaciones, ya que era imposible salir de noche de la casa).



Compartían tan escasos posaderos en los arrozales los cernícalos vulgares (Falco tinnunculus)

















No paraban de comer libélulas, muy muy abundantes en nuestro pequeño jardín, con 2 especies acaparando esta abundancia, la Sympetrum fonscolombii. Hembra...











...macho...













...y el pequeño caballito del diablo Ischnura elegans.










Sorprendentemente, y sucedió durante todas las vacaciones, el número de mariposas era muy escaso, principalmente vimos en nuestro jardín atalantas (Vanessa atalanta).










De otras aves ya más comunes, muy abundantes los ánades azulones (Anas platyrynchos)...












...las gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus)...













...las palomas torcaces (Columba palumbus)...












...y gallinetas comunes (Gallinula chloropus).








Lo puedo decir más alto pero no más claro: El delta del Ebro es un paraíso. Intentaremos volver en breve.

martes, 22 de octubre de 2019

Delta del Ebro: Aiguamoll de l'Embut

A un paso entre los humedales de la Encanyissada y la Tancada, está el pequeño Aiguamoll de l'Embut, un pequeño espacio natural, lleno de aves y de mucho interés.










A pesar de ser un paseo muy corto, siempre hay pájaros a los que mirar. Ese coche del fondo era el mío, y me las tuve que arreglar para llegar a él sin espantar demasiado a las aves que lo rodeaban, en este caso garzas reales (Ardea cinerea) y ánades azulones (Anas platyrynchos).







En apenas una hora se completa el recorrido.










Además, dispone de muy buenos observatorios panorámicos.












Y de buenos paneles explicativos del efecto purificador de las aguas que proporciona la técnica de ir filtrando, a través de un sistema de tornillos de Arquímedes, el agua de una laguna a otra, cumpliendo las plantas de las lagunas su función de filtro biológico.








Como siempre en este parque natural, todo está bien señalizado y perfectamente guiado, a ver si aprendemos en Asturias de estos dos factores.










Por lo que a mí respecta, pude observar, aunque no fotografiar como yo hubiese querido, a una garceta dimorfa (Egretta gularis), la primera que veía en mi vida.










Además de esta ardeida, muchas más, en número y en variedad, como esta joven de garza imperial (Ardea purpurea), acompañada de garcilla bueyera (Bubulcus ibis), y de garceta común (Egretta gerzetta).








Otros como el martinete (Nycticorax nycticorax), con varios ejemplares.












O la abundante garcilla cangrejera (Ardeola ralloides).













No podía faltar la garceta grande (Ardea alba).












Fochas y gallinetas comunes, zampullines chicos, y una familia de somormujos lavancos (Podiceps cristatus).










Un número que no bajaría del medio centenar de moritos (Plegadis falcinellus).










Para esta ave este hábitat es perfecto.













Lo mismo que para el fumarel cariblanco (Chlidonias hybrida)...












...o el charrán común (Sterna hirundo).













Además, pasaron un montón de flamencos (Phoenicopterus roseus).









De libélulas, las más habituales, la Sympetrum fonscolombii...











...y la Ischnura elegans.


No recuerdo, en resumen, un paseo más corto con mayores alicientes que este.