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domingo, 29 de noviembre de 2020

Moritos en el Parque Isabel

 Hacía bastantes años que no veía moritos (Plegadis falcinellus) en el parque Isabel de Gijón, así que fue una agradable sorpresa ver como se acercaban volando 3 ejemplares con su inconfundible silueta.









Se lo pensaron mucho, pero una vez posados en los sauces de la isleta central, lo difícil fue encontrarlos entre los 3 centenares de garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) que todavía estaban despertándose a esa temprana hora de la mañana.










También los cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo) usan este dormidero año tras año.












Una vez que subía el sol y las bueyeras se dispersaban buscando al ganado en la campiña gijonesa, ya era más fácil disfrutar a los moritos.

Con la enorme cantidad de moritos que ya están criando en España y el cambio climático, es muy posible que estos raros encuentros con el morito en el área cantábrica se multipliquen con el paso de los años.














Mientras tanto hay que aprovechar las oportunidades.




sábado, 26 de septiembre de 2020

Paseo por el Pico Moro

 Hicimos en pleno verano una ascensión bastante cómoda al Pico Moro, una tachuela de poco más de 500 msnm pero con unas vistas que hacen que parezca una elevación mayor.










La ruta, como casi siempre nos gusta hacer, fue circular, y salvo un tramo con maleza alta, el resto, apto para todos los públicos.














Al ser una zona muy transformada por el hombre, no había mucha fauna, pero sí numerosas mariposas, por ejemplo la banda acodada (Hipparchia hermione).
















Muy abundante también su prima el sátiro común (Hipparchia semele).















Muchos ejemplares también de la licena canela estriada (Lampides boeticus).















No faltó en la cima, haciendo hill topping, una macaón (Papilio machaon).














En las laderas con helechos, uno de los territorios favoritos de la espectacular libélula Cordulegaster boltoni.














De aves, poca cosa, un alimoche (Neophron percnopterus) planeando en la ladera.













Y una curiosidad en forma de bandada de cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo), seguramente provenientes de la ría de Ribadesella.















Llegados al alto, una muestra más del buen humor de nuestros amigos montañeros.














Arriba del todo, tremenda vista, empezando por Arriondas, el lugar de origen del buzón de montaña.














Aquí es donde el Moro demuestra su popularidad montañera, ya que desde aquí hay unas panorámicas a la vista de lo más apetecibles, por ejemplo hacia Les Corones y el Fitu...

...o hacia el mar, que se intuye en el horizonte. Una ruta corta pero potente.


domingo, 12 de abril de 2020

Resumen otoñal del Parque Isabel: poco pero interesante.

El otoño pasado tampoco fue muy bueno para las aves silvestres en este parque, y el problema es que cuando pasa esto, llega un momento en el que te centras en otros lugares y dejas de visitarlo.










La única nota positiva, la vuelta de los porrones moñudos (Aythya fuligula), aunque nunca vi más de 3 ejemplares juntos.












Otros porrones, los europeos (Aythya ferina), tampoco pasaron de la docena, algo es algo.







Muchas más hembras que machos.
















Los cucharas europeos (Anas clypeata), bastante bien de número, hubo días en el otoño en los que vi 16 ejemplares.








De ánades rabudos (Anas acuta), aunque hay varios ejemplares domésticos todo el año, el personal del parque, me comentó que al menos uno era de procedencia salvaje.











Floja y vacía, por tanto, la lámina de agua casi todo el tiempo, pero en este parque siempre hay algo que ver, o algún ave que da la nota, como este cormorán grande (Phalacrocorax carbo) tan poco tímido.

jueves, 9 de abril de 2020

Un ganso cisne inesperado en Ribadesella

A finales de la navidad nos fuimos  a dar un paseo por Ribadesella y en plena ría nos encontramos un ganso cisne (Anser cygnoides). Es un ave que se domestica con mucha frecuencia, por ejemplo hay un buen grupo en el Parque Isabel de Gijón.


















Este ejemplar, además, era albino, hay seguro una historia detrás, ya sea de escape de alguna granja o colección. Por lo que respecta a este individuo, estaba muy tranquilo disfrutando de su libertad al lado de un cormorán grande (Phalacrocorax carbo), y muy mimetizado con la avifauna local.

martes, 7 de abril de 2020

Resumen otoñal de San Lorenzo y el Rinconín: Flojo flojo

Este pasado otoño fue muy flojo en la playa de San Lorenzo y el Rinconín de Gijón: poco que ver y en pequeñas cantidades.












Quizás lo más interesante, el número de correlimos oscuros (Calidris maritima), hubo días al final del otoño que llegué a contar 8 ejemplares.













Tampoco fue un gran otoño para los vuelvepiedras (Arenaria interpres), este fue el bando más grande que pude ver, no llegando a los 100 ejemplares, mezclados con correlimos oscuros.






Paso aparte, del que ya nos ocupamos en otras entradas, pocos limícolas invernantes, como este chorlito gris (Pluvialis squatarola).












No es frecuente ver ostreros (Haematopus ostralegus) en Gijón, así que se agradece su presencia.











Fue un otoño muy gris y lluvioso, no frío, lo que explica condiciones para nada óptimas, ni para los invernantes, ni para los que los observamos.







De gaviotas, un desastre: poquísimas gaviotas sombrías, y muy tardías las gaviotas cabecinegras (Larus melanocephalus).









Casi desaparecidas también las gaviotas canas. El único detalle curioso, la abundancia de gaviones atlánticos (Larus marinus), casi diarios. Adultos...










...inmaduros...













...y hasta parejas. No es una gaviota demasiado abundante normalmente.










No fue un otoño propicio para leer anillas, así que a veces aprovechamos para fotografiar el paisaje del amanecer, que entre tormenta y tormenta daba mucho color.










De otros bichos, hubo algún avistamiento de charrán patinegro (Thalasseus sandvicensis).












Cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo), cada año más cerca, saben que aquí no hay peligro.











Ya son pocos los lugares en Asturias en los que pueden invernar seguros.












Finalmente, otro invernante habitual en la costa gijonesa, el martín pescador (Alcedo atthis), presente en cuanto empieza el frío.












En resumen, otro otoño de desastre en Gijón, donde cuesta creer lo mucho que ha bajado la biodiversidad en los últimos años.

domingo, 29 de diciembre de 2019

3 playas bien diferentes en Llanes: las 3 deliciosas y cargadas de aves.

En septiembre, ya sin tanto turista en las playas de Llanes, es un momento perfecto para disfrutar de uno de los tramos más deliciosos de la costa asturiana, de Vidiago a Buelna, pasando por Pendueles.








Salimos desde la playa de Buelna bien temprano. Esta playa, que es pequeña, tiene tantos alicientes que parece mucho mayor. Sobre todo, el monolito central, abierto al Cantábrico, que ya es un icono del concejo de Llanes.









Saliendo de la playa, vamos por la costa en dirección oeste, y en las praderías costeras podemos ver un montón de pequeños pájaros, como petirrojos (Erithacus rubecula)...
















...tarabillas comunes (Saxicola rubicola)...









...o las migradoras tarabillas norteñas (Saxicola rubetra).














Acercándonos a los acantilados de Pendueles, ya vemos algunas aves acuáticas en migración postnupcial, como los cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo)....









...o las garzas reales (Ardea cinerea).
















Ya nos adentramos en una playa muy diferente de la anterior: Pendueles.








Muy acantilada, con un acceso (actualmente) muy precario, y con un tómbolo precioso hacia el mar, dio la casualidad de verla justo en una arribazón de ocle, lo que atrajo mucha avifauna.





Varios vuelvepiedras (Arenaria interpres), poniéndose morados de copépodos que a su vez prosperaban entre las algas podridas.










A su lado, un grupín de chorlitejos grandes (Charadrius hiaticula), cogiendo fuerzas para seguir hacia el sur.












El local colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) también aprovechaba el momento.















Un buen número de lavanderas blancas (Motacilla alba) migrantes acompañaba al grupo.















De vuelta en el camino, seguimos hacia la playa de Vidiago, viendo en los prados sin segar varios buitrones (Cisticola juncidis).












Cuesta creer que en septiembre todavía estuviésemos deseando que lloviese. La que cayó después. La sequedad del terreno impedía que prosperasen las setas, como este Macrolepiota sp.










Y finalmente, llegamos a la playa de Vidiago.













A pesar de ser una playa muy concurrida, y del vecino camping, que hace que el acercamiento sea poco atractivo, la playa en sí, tan diferente de las dos anteriores, crea un triángulo final de playas espectaculares en un tramo que solo podríamos calificar de delicioso para los sentidos.