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miércoles, 3 de febrero de 2021

Puertos de Marabio

 Aprovechamos el frío de las navidades para caminar en familia por territorio nevado de montaña antes de que (como así sucedió) nos encerrasen, y elegimos en esta ocasión las muy conocidas tierras de los Puertos de Marabio, a medio camino entre Teverga y Yernes y Tameza, aunque en esta ocasión nos limitamos a Teverga.

Es este un terreno de media montaña, paisaje protegido, y muy agradable de caminar, ya que ninguna de sus cumbres es complicada: Caldoveiro, Santa Ana, Lobiu, Sala...montañas ya muy conocidas en la familia.






La ermita de Santa Ana marca el inicio de los pastizales, después de una subida muy dura por la relativamente reciente carretera desde Prado, en Teverga.







Desde aquí se abre una gran balconada hacia Teverga, con grandiosas vistas sobre el Macizo de Ubiña y el Cordal de Sobia.


Un paseo, siempre sencillo, por aquí, merece la pena en cualquier estación, pero en invierno especialmente.

Creo que lo mismo opinaban las chovas piquigualdas (Pyrrhocorax graculus).

domingo, 11 de septiembre de 2016

Por Trobaniello

Parece increíble que llevando media vida pateando monte por Asturias, no conociese la Ermita de Trobaniello, pero así era, y nos propusimos hacer la fácil ruta entre el Puertu Ventana y esta guapa vega, a caballo entre Quirós y Teverga, y con unas vistas impresionantes.

Una vez llegados, subiendo unos metros a la Oxa, vemos desde este punto, de izquierda a derecha, dominando una amplia panorámica, que incluye la zona del Campu Faya, las estribaciones más norteñas del Macizo de Ubiña, el Puertu ventana, el Ferreirúa, y ya enlazando con el Cordal de la Mesa, Los Bígaros en Somiedo.



Si miramos al Norte, no es menos interesante, con la inmensa Peña Sobia, el Aramo en segundo plano, y el entronque con la panorámica anterior.

Tirando de teleobjetivo, vemos el Aramo, en concreto la vertiente Este.

Ampliando aún más, una vista del Gamoniteiru y la Xistra.











Las vistas son interminables, y si nos fijamos un poco, tenemos mucho más lejos los Picos de Europa, con la Peña Santa de Castilla, en el Macizo Occidental, dominando toda la panorámica.








El Ferreirúa, la cima más alta de Teverga, cerca de los 2.000 msnm, hace de divisoria al Este del valle de Teverga, y marca la dirección del gran subcordal que avanza por La Mesa hacia Somiedo.








De vuelta al inicio del recorrido, un último vistazo sobre Trobaniello, con el Peñón de Ventana al fondo.

















Y los rebordes de la Vega de Socellares asomando tras el Rebollosas y la Cuesta Agria.











Un paseo tan fácil como bien rodeado de algunas de mis montañas más queridas.

domingo, 9 de agosto de 2015

Peña Negra: Ruta con historia.

El mes pasado me fui con el amigo Fran a pasear por los límites entre Somiedo y Teverga, territorios vertebrados por el camín Real de la Mesa.
















Un paseo guapísimo que nunca decepciona con un paisaje fantástico, alrededor de un camino que durante milenios ha servido de motor de comunicación entre la Meseta de castilla, las altas cumbres de la Cordillera Cantábrica y los llanos costeros de Asturias. Elegimos salir del Puerto de San Lorenzo, dirigiéndonos enseguida hacia Piedrajueves, Braña la Corra, y a la cima.






Desde ella, un panorama increíble, aunque hacia Asturias un mar de niebla lo cubría todo.

Muy cerca, el Macizo de Peña Ubiña.


















Para mi lo más interesante, el Valle de Saliencia, con brañas, caminos tallados contra la pendiente y sus inmensos hayedos.








Mucho más lejos, al oeste, el omnipresente Cornón.











Peña Negra hace referencia etimológica a las peñas negras cuarcíticas que destacan en muchos kilómetros a la redonda, y que hacen que subir a su cima, entre grandes bloques resbalosos y afilados, sea cansado y una experiencia algo molesta, no es un terreno bueno.
Se ve muy bien el contraste si lo comparamos con el suave perfil de su montaña más cercana, el Michu, peña alomada y caliza también subida hace ya muchos años.










La Braña la Corra, a sus pies, nos recuerda el fuerte carácter humano de este paisaje, con mucho que contar y que sentir.