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jueves, 12 de octubre de 2017

Playas deliciosas: San Antolín, de nuevo.

A esta paradisíaca playa de Llanes no hace falta presentarla, se ve desde la autopista, desde la nacional y hasta desde el tren, y aunque en verano está horrorosamente masificada sigue siendo una playa preciosa...




















...aunque el fotógrafo intenta agradar con sus fotos, a veces hay que poner la realidad, y es que es difícil sentirse cómodo incluso a finales del verano.

Una vez más, el encuadre adecuado nos da una imagen idílica, hacia el este, al otro lado del río Bedón. (Cuidado con la marea o tendréis que cruzar a nado).

Pero hasta las playas deliciosas a veces tienen detalles escabrosos, en forma de "humanidad" y sus desechos.

Al fondo de la playa, al Oeste, la zona más poblada, un escorzo nos descubre otro perfil bien guapo de este playón de kilómetro y medio.

Aunque un examen menos inocente y una ampliación de la vista nos descubren el chiringuito y los peajes crueles de la civilización.

 En fin, una playa preciosa, si uno se agobia mucho, siempre cabe el recurso de darse la vuelta y disfrutar de la desembocadura del río Bedón, otra maravilla, aunque ese plumero de la Pampa...en fin.

sábado, 4 de enero de 2014

Playas deliciosas: San Antolín de Bedón, Llanes, Asturias.

Una hermosísima playa a la que, como todas las de Llanes, por desgracia cada vez recurro menos, por estar ultramegasaturada entre junio y octubre.
Además, al contrario que otras, ésta es perfectamente accesible, solo hay que tomar la autopista hacia Cantabria, salirse en Nueva, y seguir la carretera en dirección Este, en un kilómetro aparecen los aparcamientos.
Una curiosidad que no me cansa es ver pasar, con suerte, porque cada vez se ve menos esta escena, el tren literalmente por la playa, ya que las dunas se ven cortadas por las vías, es una estampa que desde la playa es mágica, pero desde el tren, sobre todo si se va en el lujoso Transcantábrico, y en buena compañía, tiene que ser una experiencia cuasi mística.
Una vez en ella, 2 kilómetros para pasear, vistas espléndidas hacia el mar y hacia la cercana montaña, y unas aguas divinas. Es la playa más grande de Llanes, y da para mucho. Hacia el este, alejándose de los chiringuitos lo más posible (siempre una buena idea), llegamos al punto más hermoso, con la desembocadura del Río las Cabras, siempre lleno de gaviotas, por cierto, para los que gustéis de emociones variadas.
Un baño en este punto es siempre una gozada, pero ojo, la corriente es fuerte, cubre mucho, y el lecho es de cantos muy pulidos, no apto para malos nadadores o niños demasiado intrépidos. Y lo que queda hacia el final de la playa, la zona más solitaria, hay que aprovecharlo antes de que suba la marea, es una auténtico lugar atrapa-turistas-que-desconocen-las-mareas-del-Cantábrico, que no os pille.

Si hacéis, como hicimos nosotros el día que tomamos estas fotos, la ruta desde la playa de Gulpiyuri, un día redondo, ¡no seáis vagos!

Y si tenéis el día contemplativo, siempre podéis acercaros al vecino templo de San Antolín de Bedón, el recio románico del Císter os hará reflexionar, que falta nos hace a todos.