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lunes, 25 de noviembre de 2019

Por la ruta de los Miradores del Cabu Vidío

El Cabo Vidíu, en Cudillero, ofrece siempre grandes paisajes, playas deliciosas, y, con frecuencia, un fuerte sentimiento de plenitud y libertad. En esta ocasión, a finales del verano, no fue una excepción. De nuevo.










Ruta fácil de caminar, pero en mi opinión, inacabada, pues debería enlazar con la playa de la Vallina, pero teniendo en cuenta la tranquilidad que se vive en esta playa, casi mejor dejarla así.








La primera parada fue para observar la playa de Doría, o peña Doría, asequible pero normalmente vacía por evitarse los 100 metros de desnivel de la bajada. Una pena.









Por el camino, grandes brezales y algunas plantas de los acantilados interesantes, como la Pulicaria odora.










La siguiente playa, a la que posteriormente bajamos, es la de Cueva.














Desde los distintos miradores instalados en la ruta podemos disfrutar su belleza.









El chochín (Troglodytes troglodytes) también parecía estar muy a gusto.

















Y finalmente llegamos al mirador, de vértigo, sobre las playa de La Vallina - Vivigo, un gran final sin duda.













Por el camino, muchos insectos interesantes, por ejemplo esta libélula muy común, la Sympetrum fonscolombii, una hembra.













Muy abundantes varias especies de mariposas, por ejemplo la medioluto norteña (Melanergia galathea).











Muchos ejemplares también de la dorada oscura (Thymelicus acteon), en este caso un macho.












Y de la pavo real (Inachis / Aglais io).













No faltaron, por último, las colias mayor (Colias croceus).

Un paseo perfectamente aprovechable.

lunes, 11 de noviembre de 2019

Delta del Ebro: Desde la piscina.

Tuvimos el acierto de pasar las vacaciones en el Delta del Ebro en pleno arrozal, en una casa de campo con jardín y piscina, lo que nos permitió, con incredulidad al principio, y ya casi con naturalidad al final, disfrutar de un checklist de aves casi al lado, desde la tranquilidad de la tumbona que en otros lugares necesitaría de semanas de observatorios y esperas. Evidentemente, encantados.
Mi recomendación para visitantes del Delta del Ebro: buscar alojamiento entre Deltebre y el mar, en cualquier arrozal  alrededor se encuentran más aves, y más cerca, que buscándolas en los observatorios.


El listado de lo que vimos desde casa fue largo, pongo algunos ejemplos, como las garcetas grandes (Ardea alba), ejemplares solitarios que rondaban cada mañana con las más abundantes garcetas comunes (Egretta garzetta).










Garzas imperiales (Ardea purpurea), casi de continuo, tanto en el camino de acceso...












...como debajo mismo de la casa, cazando ranas y pececillos en el arrozal.













Idéntica situación de las abundantes garcillas cangrejeras (Ardeola ralloides)...













...y garcillas bueyeras (Bubulcus ibis).











Los moritos (Plegadis falcinellus), muy abundantes, y plenamente fotografiables desde casa.











A los martinetes (Nycticorax nycticorax) no los vimos directamente en nuestra finca, pero sí que pasaban frecuentemente entre los árboles de alrededor y los arrozales, volando alto.












Los límites de tierra compactada entre arrozal y arrozal eran oteaderos tan buenos para las aves como para el fotógrafo. Podías ver de todo.











Delante nuestro criaban las cigüeñuelas (Himantopus himantopus), pudiendo ver las evoluciones de sus pollos al lado mismo...










...con los padres patrullando su territorio constantemente.












Nos extrañó por contraste el escaso número de limícolas, destacando únicamente la abundancia de zarapitos trinadores (Numenius phaeopus).












Sin duda el ave más abundante (cuesta creerlo con lo difícil que es localizarlos fuera del Delta), era el fumarel cariblanco (Chlydonis hybrida). criaban felices entre el arroz, invisibles entre la espesura, pero muy llamativos en sus posaderos, aunque al principio parecían golondrinas de los muchos que se llegaban a congregar.








Verlo para creerlo, hasta que no se acerca uno parece imposible...pero compartían los cables con estorninos y gaviotas.







Una maravilla despertarse y ver al fumarel encima tuyo.












Gondrinas comunes (Hirundo rustica), también había, de hecho, cientos, dada la abundancia de insectos (por desgracia la única nota molesta de las vacaciones, ya que era imposible salir de noche de la casa).



Compartían tan escasos posaderos en los arrozales los cernícalos vulgares (Falco tinnunculus)

















No paraban de comer libélulas, muy muy abundantes en nuestro pequeño jardín, con 2 especies acaparando esta abundancia, la Sympetrum fonscolombii. Hembra...











...macho...













...y el pequeño caballito del diablo Ischnura elegans.










Sorprendentemente, y sucedió durante todas las vacaciones, el número de mariposas era muy escaso, principalmente vimos en nuestro jardín atalantas (Vanessa atalanta).










De otras aves ya más comunes, muy abundantes los ánades azulones (Anas platyrynchos)...












...las gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus)...













...las palomas torcaces (Columba palumbus)...












...y gallinetas comunes (Gallinula chloropus).








Lo puedo decir más alto pero no más claro: El delta del Ebro es un paraíso. Intentaremos volver en breve.

domingo, 22 de septiembre de 2019

Delta del Ebro: La Tancada (I).

Poco más se puede decir de esta visita que creo que en mi vida nunca había visto tantas aves en una sola mañana. Aunque caminé 12 kilómetros, y se me hizo largo por el calor, lo peor fue recapitular y ver la cantidad de especies diferentes que pude disfrutar.










La laguna, además, tiene una conexión, vía salinas, con la espectacular península del Trabucador, así que recibe a un montón de aves directamente desde la costa.









Por empezar por algún sitio, había varias decenas de ánades azulones (Anas platyrynchos).
Acompañados en la lámina de agua de decenas de zampullines chicos y al menos una docena de somormujos lavancos.










Flamencos comunes (Phoenicopterus roseus), los vi en diversas modalidades, tanto en vuelo alto...








...como en vuelo rasante...














...alimentándose en solitario...













...o en grupo...













...en salinas o en arrozales...







...un espectáculo.















Otra ave espectacular, la garceta grande (Ardea alba), hasta 4 juntas se veían, y burlando la típica timidez de la especie.












Mucho más abundantes las garcetas comunes (Egretta garzetta), este es un buen lugar para comparar ambas especies.








De garzas imperiales (Ardea purpurea), cerca de una decena, y en diferentes poses, pero siempre cercanas, lo que no es habitual para esta tímida garza.










Lo mismo con el habitualmente críptico martinete (Nycticorax nycticorax).












Las garcillas bueyeras, que aquí no tienen ganado al que guardar, también estaban presentes. También las garcillas cangrejeras, menos abundantes. Moritos (Plegadis falcinellus), casi por todas parte, medio centenar.









Algunos grupos pasaban desapercibidos entre los inmensos arrozales que rodean la laguna.







Pude ver 2 canasteras comunes (Glareola pratincola) en los arrozales, pero solo le saqué esta birria de foto. Evidentemente, son escasas y esquivas.








La mezcla, idílica y ojalá fuese exportable, entre agricultura y naturaleza ha hecho que el paisaje se diversifique y proporcione hábitat a un montón de aves bien diferentes.
Lo curioso es que se encuentran casi las mismas especies en las salinas...








...que en los campos de arroz...














...o en los canales y acequias. Las aves se mueven fantásticamente de un hábitat a otro, ese es el secreto del éxito de este humedal. Ojalá tomasen nota los gestores.








La gran labor de conservación de los caminos para paseantes y bicis, y la densa red de observatorios (y su limpieza) hacen que sea una maravilla recorrer esta laguna. Eso sí, hay que tener en cuenta que quien quiera hacer el camino completo alrededor debe tener paciencia y dotes de navegador, ya que, al menos en verano, con el arroz en pleno crecimiento, es imposible circular a pie pegado a la laguna, hay que tomar algún que otro rodeo.




Termino la entrada de hoy de aves con las cigüeñuelas (Himantopus himantopus), abundantes y ruidosas.











Y con sus primas, las avocetas (Recurvirostra avossetta), criando aquí en buen número.












Preciosos los pollitos.













De insectos, de nuevo, poca variedad, aunque mucha abundancia, de odonatos, con la siempre presente Sympetrum fonscolombii dominando absolutamente la laguna.











Y de mariposas, peor situación, ya que hay pocas especies, pero además poca abundancia, me resultó curioso, y francamente decepcionante. la mariposa más abundante, la llamativa mariposa tigre (Danaus chrysippus)










Mucho más sencilla, la blanquita de la col (Pieris rapae).















Queda mucho que contar, para la próxima entrada.