
En la playa de San Lorenzo, dio un buen espectáculo de olas coincidiendo con la pleamar.
Fue uno de los pocos días este invierno con fuerte oleaje, y se disfrutó mucho, más teniendo en cuenta que no fue en absoluto peligroso para bienes y personas.
De nuevo la zona del Piles fue castigada, subiendo la arena hasta muy arriba (ahí sigue a día de hoy).
Como cada invierno, la variabilidad de los temporales y las corrientes hace que el invierno termine dibujando cada año una playa de San Lorenzo "nueva".

Con la mar llana semanas enteras, echamos de menos ver San Lorenzo picada.