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jueves, 29 de diciembre de 2016

Probando el ultrazoom en San Isidro

Aproveché nuestra oportuna visita a la nieve al puertu San Isidro (desde entonces no cayó ni una gota de nieve) para probar las capacidades del ultrazoom de mi nueva adquisición.
Sin cambiar de posición, fui desde el gran angular (la foto anterior), que también permite hacer unas panorámicas automáticas estupendas, haciendo zoom. Los resultados juzgadlos vosotros mismos.

Aquí vemos el Torres, con los espolones del Valverde delante, una joya de montaña que en su día intenté subir pero no fue posible por un error de orientación.










Le damos un poco al zoom y la cosa ya va cambiando, centrándose en la cima norte del Torres.










Otro poco, y sigue nítida, esto ya son 2.000 mm de zoom óptico.














Con 3.000 mm ya estamos en terreno del ultrazoom, en modo digital, pierde nitidez pero sigue siendo una foto bien digna, ya asoma la cima.










Y llegamos al tope, 4.000 mm de zoom, ya no da para más, tenemos el vértice geodésico y el buzón de cumbres como si estuviesen al lado, pero están a varios kilómetros en línea recta y a 600 metros más arriba. Y si en la cima hubiese habido un rebeco, le hubiésemos hecho una testimonial decente, la calidad se resiente pero no tanto como esperaba, y son fotos a pulso. ¡Magnífico!





Además hace buenas fotos, a los bichos, como esta corneja negra (Corvus corone)...













...y a los otros bichos. Por 600€ y 850 gramos de peso, no puedo pedir más a mi nikon coolpix p900.
De los vídeos en HD hablamos otro día.

martes, 13 de agosto de 2013

Lago Ausente

Hacía 27 años que no me pasaba por aquí, y pude esta vez intercambiar mi papel con el de mi hijo, que se quedó tan embelesado con las aguas del lago surgiendo mágicamente tras una cornisa en su propio circo glacial como yo lo hice cuando fui de excursión con el colegio aquella 1ª vez.
El paisaje sigue siendo rotundo, y con los dosmiles Ausente y Requejines haciendo de fondo perfecto, aunque sepamos que desde sus cimas, la visión hacia Asturias, con los destrozos de las estaciones de Fuentes de Invierno y San Isidro, ya no sería tan bucólica.
Además la vida en el lago, por lo que pude comprobar, era abundante y variada.














Bueno, a veces todo es vitalidad, menos mal.









Por desgracia, a la vuelta todo era niebla, y aunque me sirvió como buena lección paterno-filial sobre los riesgos en la montaña, y las precauciones a tomar, lo último que vimos está en esta foto, la no menos imponente Peña de San Justo. A partir de allí todo fue niebla hacia Asturias...para variar.