
En septiembre, ya sin tanto turista en las playas de Llanes, es un momento perfecto para disfrutar de uno de los tramos más deliciosos de la costa asturiana, de Vidiago a Buelna, pasando por Pendueles.

Salimos desde la playa de Buelna bien temprano. Esta playa, que es pequeña, tiene tantos alicientes que parece mucho mayor. Sobre todo, el monolito central, abierto al Cantábrico, que ya es un icono del concejo de Llanes.

Saliendo de la playa, vamos por la costa en dirección oeste, y en las praderías costeras podemos ver un montón de pequeños pájaros, como
petirrojos (Erithacus rubecula)...
...
tarabillas comunes (Saxicola rubicola)...
...o las migradoras
tarabillas norteñas (Saxicola rubetra).
Acercándonos a los acantilados de Pendueles, ya vemos algunas aves acuáticas en migración postnupcial, como los
cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo)....
...o las
garzas reales (Ardea cinerea).
Ya nos adentramos en una playa muy diferente de la anterior: Pendueles.

Muy acantilada, con un acceso (actualmente) muy precario, y con un tómbolo precioso hacia el mar, dio la casualidad de verla justo en una arribazón de ocle, lo que atrajo mucha avifauna.
Varios
vuelvepiedras (Arenaria interpres), poniéndose morados de copépodos que a su vez prosperaban entre las algas podridas.

A su lado, un grupín de
chorlitejos grandes (Charadrius hiaticula), cogiendo fuerzas para seguir hacia el sur.

El local
colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) también aprovechaba el momento.
Un buen número de
lavanderas blancas (Motacilla alba) migrantes acompañaba al grupo.
De vuelta en el camino, seguimos hacia la playa de Vidiago, viendo en los prados sin segar varios
buitrones (Cisticola juncidis).
Cuesta creer que en septiembre todavía estuviésemos deseando que lloviese. La que cayó después. La sequedad del terreno impedía que prosperasen las setas, como este
Macrolepiota sp.
Y finalmente, llegamos a la playa de Vidiago.
A pesar de ser una playa muy concurrida, y del vecino camping, que hace que el acercamiento sea poco atractivo, la playa en sí, tan diferente de las dos anteriores, crea un triángulo final de playas espectaculares en un tramo que solo podríamos calificar de delicioso para los sentidos.