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domingo, 17 de abril de 2016

Camino de la playa de Bahínas

Aprovechando que la peque de la casa ya camina un poco, nos fuimos a hacer una sencilla pero muy placentera ruta, desde la playa de Santa maría del Mar a la de Bahínas, ambas en el concejo de Castrillón.

Desde la playa que se ve en la imagen (Santa María), un zig-zag asciende a unos prados muy buenos para aves en migración, era muy temprano pero sí que vimos a algunos paseriformes locales reclamando, la primavera en ebullición. Por ejemplo, verdecillos (Serinus serinus)...














...Acentores comunes (Prunella modularis)...










...o tarabillas comunes (Saxicola rubicola)...















...sin olvidarnos de los afortunadamente todavía abundantes gorriones comunes (Passer domesticus).









Como curiosidad, una de las últimas gaviotas cabecinegras (Larus melanocephalus) que he visto este año nos señalaba con su comportamiento la existencia de un gran hormiguero.








¡Y menudo hormiguero!












Doblando los últimos repechos, nos asomamos a la pequeña playa de Bahínas, llena en verano pero que ahora está estupenda para conocerla y pasearla.










Abajo en la arena, imponentes peñascos, por desgracia muy vacíos de vida.
















Algunas llámparas (Patella vulgata) y poca más representación de moluscos, evidentemente está muy esquilmada.












Los charcos intermareales un poco decepcionantes, había algunos cangrejos corredores, y una más que interesante, aunque exigua población del bígaro Littorina compressa, en rocas muy altas.




En los propios cortados sobre la playa, varias plantas interesantes, como la siempre agradable primavera (Primula acaulis)...













...la margarita media (Bellis intermedia)...











o la berza marina (Brassica oleracea sylvestris).











En definitiva, una mañana muy agradable...

...aunque, ventajas de la tecnología, sabíamos que se nos iba a echar una tormenta encima, y así fue, según marchábamos todo se oscureció, pero ya estábamos camino del coche y nos salvamos de una buena mojadura.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Un paseu por el Cabu Peñes (III): Plantitas.

Sin que fuese la intención más directa (iba a páxaros), también fotografié varios ejemplares de plantas que me llamaron la atención. Empiezo por la que no supe identificar en principio y que el amigo César Fernández me echó un capote: el gorbizu (Pedicularis sylvatica).









Del mismo tono de color, la armeria (Armeria pubigera).










Y aún hay más del mismo rosa, la vulneraria (Anthyllis vulneraria).










Frágil, la colleja (Sylene vulgaris).










Flores bien guapas también las del narciso acampanado (Narcissus bulbocodium).










Del mismo color, pero muy humildes, las de la berza marítima (Brassica oleraceae sylvestris).







Y termino con una planta indeseable, la invasora uña de gato (Carpobrutus edulis).








Prometo ir otro día con más atención mirando al suelo.









martes, 15 de abril de 2014

Amaneceres terapéuticos en La Vaca

Después de una semana cargada de trabajo frustrante, jefes inexcrutables y vida moderna castrante, es una delicia amanecer en la Punta La Vaca y ponerte a contar aves marinas.







A veces es un poco lento todo, y pasan minutos entre ave y ave, pero yo casi lo agradezco, es un descanso estar tranquilamente, sin voces, con unas vistas preciosas, y al aire libre (bueno, a veces demasiado al aire jeje).

Y amanece, que no es poco, tal y como está la cosa, no es una frase hecha, es un gran alivio.




En un tiempo lleno de instantaneidades y grandes explosiones de imágenes a toda velocidad, una salida del Sol en formato panorámico es algo que no todo el Mundo conoce y doy fe de las capacidades terapéuticas de algo así.

Muchos ciudadanos alienados, todo fachada, huecos, sin una vida verdadera, estamos rodeados de zombis sin corazón y es algo que avanza vayas donde vayas.
Creo que no es algo irreversible, y que puede ser algo tan simple como salir de casa y observar la naturaleza en su ritmo, y no en el nuestro, lo que al final salve a esta civilización.
Mientras tanto, yo sigo hablándole al amigo colirrojo tizón (Phoenichurus ochruros), y feliz de haberle enseñado su canto, tan particular, al amigo David, que no se cansa de escucharme, y eso es un regalo del cielo hoy en día.







Sin embargo, si alguien me viese hablarle a la berza marítima (Brassica oleracea sylvestris), seguramente pensaría que estoy como para encerrar.

Vulnerable, la berza y todos nosotros.

Como diría Nacho vegas, "Vd. morirá algún día", buena reflexión para levantarse cada mañana...y ver amanecer un día más.