Mostrando entradas con la etiqueta MAVEA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta MAVEA. Mostrar todas las entradas

domingo, 8 de marzo de 2020

Con MAVEA a las Villuercas (y X): Monfragüe.

Hicimos una parada indispensable a la vuelta a Asturias para parar apenas unas horas en el parque nacional de Monfragüe. La primera parada, en el Salto del Gitano, no pudo ser más espectacular.










En este estrechamiento del río Tajo se da una densidad de aves tremenda.












Sin duda las más espectaculares son los buitres leonados (Gyps fulvus), que aparecían casi por cualquier parte. A corta distancia, como gigantescas gárgolas sobre las rocas de la carretera...














...o a lo lejos, sobre los riscos, en masas de decenas de ejemplares.








En el bosque mediterráneo que cubre las laderas, más buitres...












...en esta ocasión con algún ejemplar de buitre negro (Aegypius monachus).












A lo largo de las cornisas del Tajo...













...un buen dormidero de garzas reales (Ardea cinerea).












Y justo debajo de nuestro observatorio, paseriformes tan interesantes como el roquero solitario (Monticola solitarius)...










...o el picogordo (Coccothraustes coccothraustes).













Todavía impactados por tantas cosas interesantes en breves minutos de observación, decidimos hacer una pequeña excursión hasta el castillos y la ermita de Monfragüe, para ver el conjunto desde las alturas.






La ruta nos permitió ver la gran biodiversidad del bosque mediterráneo, con muchas especies diferentes. Arces, serbales, fresnos...











...y las dominantes encinas mediterráneas (Quercus rotundifolia), que cubrían mayoritariamente las pendientes.











Pequeñas charcas que en época de cría deben estar llenas de renacuajos, y en verano de posadero para paseriformes sedientas.











Ya en la cima, un panorama espectacular.

A pesar del gentío...













Las vistas lo compensaban con creces.












Bajamos a prisa con ganas de más tiempo en el Castillo, pero nos esperaba un largo viaje de vuelta al hogar.











Las venenosísimas cebollas albarranas (Drimias maritima) casi en todas partes, por desgracia sin su bonita floración todavía.











La diversidad de vegetación nos la recordaban los carteles del párking.












Un bocata rápido y vuelta a casa. Un broche final estupendo para un viaje inolvidable.








sábado, 7 de marzo de 2020

Con MAVEA a las Villuercas (IX): Embalse de Gargáligas y de nuevo río Cubilar.

Buscando anátidas, hicimos un largo paseo en coche hasta este embalse ya en la provincia de Badajoz, con unos alrededores preciosos entre dehesas y cultivos de cereal.










En las acequias del embalse, multitud de rabilargos (Cyanopica cooki). En este caso acompañado de un mirlo común (Turdus merula).










Muchos también en las dehesas.













Llegados al propio embalse, cientos de anátidas, pero muy lejanas.












Los más frecuentes, ánades azulones (Anas platyrhynchos), también algún ánade friso (Anas strepera).











Bastantes zampullines chicos, y al menos dos somormujos lavancos (Podiceps cristatus).












Fue pena la gran distancia. En las dehesas de alrededor, multitud de paseriformes, como mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita)...











...cogujada común (Galerida cristata)...















...tarabilla común (Saxicola rubicola)...














...o bisbita pratense (Anthus pratensis).















Y por supuesto, nuestras grullas (Grus grus), en gran número y bastante cercanas.












Todo el camino de regreso a los dormideros del río Cubilar las vimos, acompañadas en ocasiones de garcillas bueyeras (Bubulcus ibis), y de ejemplares sueltos de garza real y garceta común.






De vuelta al río Cubilar, otra vez el maravilloso espectáculo de miles de grullas juntándose para pasar la noche.









Que nos tuvo extasiados hasta el anochecer.

sábado, 29 de febrero de 2020

Con MAVEA a las Villuercas (VIII): Dehesa y embalse de Moheda Alta.

Nos fuimos a la Dehesa de Moheda Alta, donde nos trataron estupendamente y nos explicaron en su aula de naturaleza la dinámica de este paisaje y de su especie emblemática: la grulla.








El recorrido, muy sencillo y completo abarcaba primero una dehesa típica de encinas, y posteriormente, un embalse y sus áreas inundables aledañas. Una buena combinación.








Evidentemente, en un parque creado para las grullas, vimos grullas (Grus grus), aunque no demasiadas.









Aunque algunos grupos se alimentaban de bellotas en el encinar, eran más las que nos cruzaban por el cielo en dirección a los arrozales cercanos.










Como su nombre indica, la dehesa es un terreno bastante abierto con herbáceas, algo de monte bajo, y encinas esparcidas en baja densidad.











En todo momento el recorrido era fácil de seguir y con indicaciones.












Muchos pajarillos en el camino, como los abundantes gorriones morunos /Passer hispanoliensis)...











...no tan abundantes gorriones comunes (Passer domesticus)...













...trigueros (Emberiza calandra)....















...esto de aquí es un pechiazul (Luscinia svecica), al que no le dio la gana de salir del enramado...






...tarabillas comunes (Saxicola rubicola)...














...colirrojos tizones (Phoenichuros ochruros)...















...alcaudón real (Lanius meridionalis)...













...o curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala).












Entre los depredadores, vimos aguilucho lagunero occidental (Circus aeroginosus), un macho...










...y una hembra de aguilucho pálido (Circus cyaneus).













Una vez en la periferia del embalse, empezamos a ver aves más acuáticas, como las garcillas bueyeras (Bubulcus ibis).










Y llegados al embalse, la gran sorpresa, que nadie del grupo se esperaba.












Decenas de gansos del Nilo (Alopochen aegyptiacus).













Monopolizando las orillas, esta especie que ya se está asentando en muchos puntos de la mitad sur del país aquí evidentemente prosperaba con unas cifras muy superiores a las que la responsable del parque nos comunicó a la vuelta, por lo que claramente está en expansión.
Además, había gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus), gaviotas sombrías, ánades azulones (Anas platyrhynchos) y frisos, porrón europeo, zampullín chico y somormujo lavanco.

Sin duda una ruta bien aprovechada.