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domingo, 5 de enero de 2020

Disfrutando del paso de aves marinas por la Vaca

Otro otoño más pudimos disfrutar del paso postnupcial desde la punta La Vaca.










Aunque no tuve mucho tiempo ni fui tantos días como hubiese deseado, tuve la suerte de acudir en ocasiones en las que el Cantábrico me obsequió con el paso de miles de aves.








Sin duda, los más abundantes y los que más me llamaron la atención fueron los alcatraces atlánticos (Morus bassanus), con picos de casi 3.000 aves a la hora, lo que resultaba en una casi por segundo, un auténtico momento de locura para cualquier amante de las aves marinas.






Además del paso en sí, también tuve la grandísima suerte de disfrutar de la presencia de un par de bancos de peces que atrajeron la atención, respectivamente, de los alcatraces, como podéis ver en este vídeo. Centenares de aves calando desde las alturas como misiles, un grandioso acontecimiento.









Otro día, el bando, aunque más pequeño, constaba de decenas de alcatraces, pardelas sombrías (Ardenna grisea), pardelas baleares (Puffinus mauretanicus), pardelas capirotadas (Ardenna gravis) y pardelas pichonetas (Puffinus puffinus). Otro gran momento (menos para las pobres sardinas...)










Otras aves abundantes, los negrones comunes (Melanitta nigra), aunque pasan tan rápido que casi ni los captas y ya se fueron.












Los págalos pomarinos (Stercorarius pomarinus) también pasaron abundantes, tanto en parejas...









...como en pequeños grupos. Sus parientes parásitos no se dejaron fotografiar esta vez.









Los págalos grandes (Stercorarius skua), en solitario y lejanos.












De pardelas, vi cenicientas en pequeño número,   y algunas pichonetas en días señalados.










Aunque como siempre lo más frecuente fue ver pardelas baleares...











...y sombrías, que cuando se sedimentan lo hacen en balsas realmente grandes.





Algunos charranes, como el patinegro (Thalasseus sandvicensis) en números moderados.












Y como no podía ser de otro modo, decenas de gaviotas sombrías (Larus fuscus) buscando sus lugares de invernada.










Una gran época para estar a pie de cabos y salientes frente al Cantábrico. Dejo alguna foto más, el año que viene espero estar en la Vaca de nuevo.

























lunes, 17 de noviembre de 2014

A 20 millas al NE de Gijón (X): Págalos pomarinos.

Nos llevó mucha discusión saber lo que estábamos viendo desde el barco, y hasta que una semana después Jorge, con su experiencia en estos bichos no nos lo confirmó, no supimos que los 3 ejemplares de págalos "con cola" que habíamos visto eran todos pomarinos (Stercorarius pomarinus).













De nuevo, pocos bichos, y salvo el último que os presento, los otros 2 lejanos y de breve paso alrededor del barco.










Aunque pueda parecer un págalo parásito, no lo es, las diferentes posiciones y ángulos que adquiere el cucharón del pomarino, sobre todo como en los casos que vimos, que eran todos inmaduros, hace que parezcan lo que no son.







Las fotos son malas, y tampoco ayudan.













Pero, incluso cuando como en estas que os traigo, todavía más joven, son fotos buenas, la dificultad sigue siendo máxima.

















Bicho cercano, un montón de cámaras haciendo buenas fotos, y aun así, no logramos "in situ" estar de acuerdo con la identificación, algunos veíamos parásito, otros (acertaron) veían pomarino.








Lo dejo para los expertos, yo me dediqué a disfrutar su vuelo y su elegancia, espero que dentro de unos años sea capaz de identificarlos mejor.

martes, 27 de noviembre de 2012

Págalos pomarinos


A veces tanta saturación de aves te vuelve turulata y ya no sabes ni lo que viste. Durante la travesía, creí ver un solo ejemplar subadulto de págalo pomarino (Stercorarius pomarinus), pero viendo las fotos, me salen 2 subadultos y un juvenil, lo cual es extraño.







Por otra parte, en el barco creí ver un juvenil  de págalo parásito (Stercorarius arctica), pero luego no lo relocalicé en las fotos, lo que me indica que posiblemente haya un ejemplar bailando entre las 2 especies.










En principio, trato a los ejemplares que veis en esta entrada como págalos pomarinos todos, aunque si detectáis algún parásito, me avisáis, porque no lo tengo claro del todo.








Este págalo, de mediano tamaño y muy activo, nos acompañó todo el recorrido, afanando el pescado sobre todo de las gaviotas y pardelas más pequeñas.




Muy inteligente, volaba directo a su objetivo y no paraba de molestar por todas partes hasta que conseguía su premio.











Intentó por 2 veces posarse a descansar entre las gaviotas, pero está claro que éstas no estaban nada a gusto con el pomarino.



Creo que al tratarse de ejemplares subadultos, y en muda, no presentaban completamente desarrolladas las plumas falciformes tan características en forma de cucharón.









El ejemplar juvenil me parece que es pomarino, y no parásito, por la terminación cuadrada de la cola, que debería tener una pequeña cuña en el caso del págalo parásito, por el barrado tan intenso en el obispillo y en la parte de abajo de las alas, y por el aspecto ancho y cuadrangular de estas alas.








Pues nada, en todo caso, la datación de estos piratas marinos es complicada, y me lo tengo que aprender mejor, además es tan complicado verlos en detalle en migración que esa tarea la dejo a los especialistas, a los cuales me encomiendo para que me saquen de dudas en estas fotos.

(Ver comentario abajo de Jorge Valella que lo aclara todo).







Al que no vi, y estaba, fue al págalo rabero juvenil, que estuvo poco rato con nosotros, otra vez será.
Habrá que conformarse, no es poca cosa, con ver a esta preciosidad tan cerca nuestro.









Próxima entrada, muy chiquitina, sobre charranes.

martes, 2 de octubre de 2012

Salida marina desde Gijón: I, las aves marinas.

Hace ya más de un mes que salí en catamarán con los amigos Frechilla y Valella "Isocero" , en representación de la empresa Wildwatching Spain, desde el puerto de Gijón.
Os recomiendo que entréis en su página web, pues esta empresa está haciendo cosas muy interesantes, y son pioneros en relación al turismo ornitológico, fotográfico y de naturaleza.
La ruta estuvo magníficamente guiada, con Jorge y Luis cantando ya desde lejos todo lo que surcaba los mares, y llevábamos las mejores intenciones, pero el "buen" tiempo, sin apenas brisa, un Sol de justicia, calor, y el oleaje en busca y captura hicieron que viésemos pocas aves, y lo peor, a mucha distancia.
Aún así, os pongo algo de lo que vimos, empezando por las aves pelágicas.

Lo más abundante, los alcatraces (Morus bassanus), con escasos ejemplares cercanos a la madurez, como este.









Es lógico, porque por aquellas fechas empezaba el paso de aves hacia el Sur, y las primeras siempre son los inmaduros, como estos de la foto. A las alturas en las que leéis esto, la situación es la contraria, y lo que más abunda son los ejemplares adultos, menos madrugadores en el paso.







De pardelas, las más abundantes fueron las pardelas cenicientas (Calonectris diomedea).












Solo algunas se acercaron lo suficiente como para tratar de averiguar su procedencia. Esta, por ejemplo, parece de la raza atlántica "borealis".









Pasaron también algunas pardelas sombrías (Puffinus griseus), siempre inconfundibles en su plumaje casi monocromo.










Aunque a distancia se parecen a las más achocolatadas y de diferente forma de volar pardelas baleares (Puffinus mauretanicus).










Fueron ejemplares individuales, nada parecido a los  a veces enormes trenes de pardelas baleares que tengo vistos desde la costa.










Fallaron los paíños y los págalos, excepto este lejano pero conspicuo págalo pomarino (Stercorarius pomarinus).










Y poco más de este tipo de aves. Se vieron algunos charranes (Sterna sp.) y algún tren de negrones (Melanitta sp.). Y sonó algún zarapito trinador (Numenius phaeopus) en paso.






Nos entretuvimos a la vuelta con el precioso paisaje que dibujaba la calma chicha.


Y viendo los enormes barcos camino del Musel.












A falta de cetáceos, vimos un par de impresionantes ejemplares de pez luna (Mola mola), el pez óseo más grande del planeta, asomando su aleta en la superficie.










Pues nada, a pesar de que el recorrido fue bastante grande, poco que apuntar, espero que este domingo, que vuelvo a salir con ellos, vea algo más, aunque vuelve el ya asqueante tiempo veraniego, y me temo lo peor.











Os preguntareis qué pasó con el chum, el rico cebo que se les echa a las aves en estas salidas para que se acerquen. Pues que se lo comieron las aves que flanquean a la pardela cenicienta de la foto: las gaviotas, y como se acercaron mucho, en la próxima entrada os pondré unas fotos en vuelo, poco habituales, para tratar de identificarlas. Nos vemos.