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miércoles, 24 de junio de 2020

Saliendo del confinamiento por el Fitu

Elegimos para escapar del confinamiento (por fin) la modesta Sierra del Fitu, principalmente por poder mirar muy muy lejos desde sus vistas privilegiadas.













Así que hicimos una ruta muy modesta pero agradable, desde el propio mirador hasta La Gobia, un par de horas de caminata muy agradable.









En el capítulo de biodiversidad, no mucha, pero muy bonita, como el canto del chochín (Troglodytes troglodytes).
















O el del acentor común (Prunella modularis).











Vimos también uno de los primeros odonatos de la temprada, y no estuvo mal empezar con la enorme libélula tigra (Cordulegaster boltonii).













Y dos plantas bien guapas, la orquídea Ophrys apifera...











...y los sabrosos miruéndanos, o fresas silvestres (Fragaria vesca).











De lo que hablábamos al principio, las vistas, sublimes en todo momento. Por ejemplo, hacia la Sierra Les Corones, justo al lado.








La propia Sierra del Fitu aparecía y desaparecía con la niebla.












Y el Sueve dominando todo el paisaje.













Hacia la costa, la niebla impedía ver las playas a nuestros pies.












Y muy lejos, Picos de Europa, una maravilla, el Macizo Central más lejano.













Y Torrecerredo en lo más alto.













Un poco más cercano, el Macizo Occidental.













Y la rotunda Peña Santa de Castilla y la Torre de Santa María todavía con cembas en su base.












Definitivamente fue una buena elección para volver a estar al aire libre.












lunes, 25 de noviembre de 2019

Por la ruta de los Miradores del Cabu Vidío

El Cabo Vidíu, en Cudillero, ofrece siempre grandes paisajes, playas deliciosas, y, con frecuencia, un fuerte sentimiento de plenitud y libertad. En esta ocasión, a finales del verano, no fue una excepción. De nuevo.










Ruta fácil de caminar, pero en mi opinión, inacabada, pues debería enlazar con la playa de la Vallina, pero teniendo en cuenta la tranquilidad que se vive en esta playa, casi mejor dejarla así.








La primera parada fue para observar la playa de Doría, o peña Doría, asequible pero normalmente vacía por evitarse los 100 metros de desnivel de la bajada. Una pena.









Por el camino, grandes brezales y algunas plantas de los acantilados interesantes, como la Pulicaria odora.










La siguiente playa, a la que posteriormente bajamos, es la de Cueva.














Desde los distintos miradores instalados en la ruta podemos disfrutar su belleza.









El chochín (Troglodytes troglodytes) también parecía estar muy a gusto.

















Y finalmente llegamos al mirador, de vértigo, sobre las playa de La Vallina - Vivigo, un gran final sin duda.













Por el camino, muchos insectos interesantes, por ejemplo esta libélula muy común, la Sympetrum fonscolombii, una hembra.













Muy abundantes varias especies de mariposas, por ejemplo la medioluto norteña (Melanergia galathea).











Muchos ejemplares también de la dorada oscura (Thymelicus acteon), en este caso un macho.












Y de la pavo real (Inachis / Aglais io).













No faltaron, por último, las colias mayor (Colias croceus).

Un paseo perfectamente aprovechable.

lunes, 15 de julio de 2019

Resumen del (espectacular) paso prenupcial por Cabu Peñes (y III): Paseriformes y palomas.

Terminamos este repaso con un resumen muy resumido, empezando con un avistamientos muy interesante, de un mosquitero "tristis like" (Phylloscopus collybita tristis).











A la vista están todas las características de este taxón tan controvertido, que no se sabe si es subespecie, especie propia, o gradación, o incluso híbrido entre 2 especies. La cosa es que el buen oído de Roberto hizo que lo localizásemos enseguida y lo escuchamos muy bien, aunque por desgracia al no poder grabarlo, no podemos reclamarlo como rareza de manera oficial y homologable.






Fue incesante el paso de currucas mosquiteras, pero imposible fotografiarlas, sí fue fácil localizar a muchas lavanderas boyeras (Motacilla flava), en este caso una iberiae que seguramente se quede cerca a criar.











Las que pasaban de largo, camino del Ártico, eran las collalbas grises (Oenanthe oenanthe).







Llegar y ponerse a reclamar territorio es muy típico de los bisbitas arbóreos (Anthus trivialis), que enseguida se hicieron a sus territorios habituales por Cabu Peñes.










Petirrojos, lavanderas blancas, mirlos comunes (Turdus merula)...pasaron hacia el norte por decenas y en días señalados centenares, algunos se quedarán, la mayoría se repartirá hacia el norte por toda Europa.









Por lo demás, muchas animación de cría entre las avecillas locales no migrantes, como tarabillas comunes (Saxicola rubicola)...









...trigueros (Miliaria calandra)...













...buitrón (Cisticola juncidis)...














...chochín (Troglodytes troglodytes)...









...alondras comunes (Alauda arvensis)...






...pardillos comunes (Linaria cannabina)...









...o verderones comunes (Chloris chloris).














Termino el repaso con las palomas torcaces (Columba palumbus). Los bandos que se vieron oscilaban entre los grandes...



...y los enormes.

jueves, 10 de mayo de 2018

Algunos bichos que despertaban por Cabu Peñes

Hace un par de semanas los primeros días tibios hacían las delicias de varias especies de aves que despertaban del duro invierno para empezar con las labores reproductoras. Posiblemente el más notorio era el bisbita arbóreo (Anthus trivialis).














Como podéis ver, elevaba su canto a muchos decibelios desde los posaderos típicos de los últimos años frente al vértice geodésico.













Otros que llenaban de color su plumaje y en gran número usaban los mismos posaderos para buscar pareja eran los pardillos comunes (Carduelis cannabina).

















El trino más potente gramo a gramo, el del chochín (Troglodytes troglodytes).











Un ave mucho más grande y tímida, captada a gran distancia era el faisán común (Phasianus colchicus).













No podían faltar en Peñes los grupos de alondras comunes (Alauda arvensis), cantando tanto en el suelo como en exhibición aérea.













Había buenas gorrionadas (Passer domesticus) celebrando con gran alboroto bodas de pájaros, costó encontrar a una pareja tranquila que se quisiera retratar, como este macho...












...y esta hembra.















Otros abundantes, de trino muy suave pero nada tímido, son los acentores comunes (Prunella modularis).













Todavía más descaradas, las tarabillas comunes (Saxicola rubicola).


















También se oían los primeros mosquiteros ibéricos (Phylloscopus ibericus) por Coneo.









Esta fue mi primera lavandera boyera (Motacilla flava) de esta temporada.














No todo fueron en el paseo especies reproductoras. Hubo algo de paso lejano de zarapitos trinadores (Numenius phaeopus). Se oyeron antes de verse, muy altos.










Y finalizo con una maravillosa espátula (Platalea leucorodia) nupcial, en paso. Descansaba plácidamente en los prados inundados de Coneo.













Hasta el propio paisaje ya anunciaba la primavera en su esplendor.