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viernes, 26 de marzo de 2021

3 porrones bastardos en la ría del Eo

 A finales de enero, durante un fin de semana con un fuerte temporal, disfruté de una mañana muy agradable, ornitológicamente hablando, en el fondo de saco de la ría del Eo entre Salías y la Llinera.

Lo más interesante, 3 hembras de porrón bastardo (Aythya marila), de las cuales una estaba sorprendentemente fuera del agua.









Al verla fuera del agua me di cuenta del gran tamaño de estos porrones, poco menores que los abundantes ánades azulones (Anas platyrynchos) que la rodeaban.


Los otros 2 ejemplares se encontraban, muy lejanos, a mitad de la ensenada, luchando con las olas.








Rodeadas de un buen bando de ánades frisos (Mareca strepera).


Los ánades rabudos (Anas acuta) estaban aún más lejos.





Además, un solitario macho de porrón moñudo (Aythya fuligula).


Ya en el observatorio de Salías, un buen bando de espátulas euroasiáticas (Platalea leucorodia).








Un lujo disfrutarlas tan cerca sin ser visto.


Al lado, un grupete de garcetas comunes (Egretta garzetta) en una curiosa disposición geométrica.







En dirección a Castropol, un montón de garzas reales (Ardea cinerea).


De limícolas, unas cuantos zarapitos trinadores (Numenius phaeopus).








También un par de archibebes claros (Tringa nebularia) y de andarríos chicos (Actitis hypoleucos).

De gaviotas, no podía fallar un gavión atlántico (Larus marinus) junto a las gaviotas sombrías y patiamarillas (Larus fuscus / michahellis).

Y la nota de color la dio el martín pescador (Alcedo atthis).


viernes, 12 de febrero de 2021

Gavión hiperbóreo navideño en Zeluán

 Gran invierno este en Zeluán para las "gaviotas blancas".









En concreto en este caso disfrutamos a final de 2020 de un gavión hiperbóreo (Larus hyperboreus) de 1er invierno.


Por su pequeño tamaño y su cara "dulce" yo diría que podía ser una hembra, no tenía el aspecto ni el comportamiento amenazador de la especie.


Comparado con el gavión atlántico (Larus marinus) que la acompañaba, parecía mucho más pequeña.

Este ejemplar estuvo unos cuantos días por Zeluán, y coincidió en ocasiones con gaviotas groenlandesas, así que fue una navidad muy "blanca" en Zeluán.







Sin duda tuvo que ver con esta abundancia de gaviotas muy norteñas el haber tenido un flujo continuo de borrascas boreales, lo que se agradeció por todos los amantes de los inviernos duros y las aves polares.


domingo, 3 de enero de 2021

Algunas citas de otoño por San Lorenzo y el Rinconín

 El paseo que va desde el Puente'l Piles hasta el Rinconín de Gijón otorga al observador otoñal la oportunidad de ver muchas aves interesantes. Ya desde el principio del otoño, y más cuando se tuerce la climatología podemos ver bastantes limícolas, lo más llamativo que vi fue a esta aguja colipinta (Limosa lapponica) que se movía por los praos de los jardines alrededor sacando lombrices de tierra con una eficacia pasmosa.









No sé quién aprendía de quién, pero a los vuelvepiedras (Arenaria interpres) cada vez los veo más haciendo lo mismo, y menos en su habitat natural del pedreru.









Cuando se reunen en los praos pueden juntarse hasta 50, lo que puede parecer una cifra elevada, pero es muy inferior a lo que era la norma hace menos de una década.









Como digo, en su hábitat natural sería lo más propio encontrarlos...

...pero es mucho más fácil verlos ejercer de aves urbanas, por ejemplo, peleándose con los gorriones comunes (Passer domesticus) por la comida que le sirve nuestra especie.












Otros limícolas en paso otoñal que yo viese fueron los chorlitejos grandes (Charadrius hiaticula), de manera continua pero en escaso número.
O los chorlitos grises (Pluvialis squatarola), que no suelen quedarse más que unos días.













Misma estrategia que el correlimos gordo (Calidris canutus).
Si alguien se pregunta por la razón de este nombre solo hay que compararlo, por ejemplo, con el pequeño correlimos oscuro (Calidris maritima).














El oscuro sí que se queda a pasar el invierno, en un número cada vez más preocupantemente bajo.














Avanzado el otoño, y llegado casi el invierno, llega el gran contingente de gaviotas invernantes, con ejemplares anillados y otros muy interesantes, como las gaviotas argénteas (Larus argentatus), aquí acompañadas de unas gaviotas cabecinegras (Larus melanocephalus).











Aunque nunca vi más de 3 a la vez, es muy frecuente la aparición de gaviones atlánticos (Larus marinus).
Igualmente escasas pero muy presentes, las gaviotas canas (Larus canus).



















Los cormoranes, tanto grandes como moñudos (Phalacrocorax carbo / aristotelis), siempre en los exteriores del Rinconín.
Finalizo con 2 paseriformes muy vinculados al Rinconín en el otoño y el invierno, uno es el martín pescador (Alcedo atthis), pescando en las charcas intermareales.















Y finalizo con la lavandera blanca enlutada (Motacilla alba yarrellii), que llegada desde Inglaterra comerá en las delicias que le deja el Piles en sus orillas al desembocar en la playa de San Lorenzo.

martes, 7 de abril de 2020

Resumen otoñal de San Lorenzo y el Rinconín: Flojo flojo

Este pasado otoño fue muy flojo en la playa de San Lorenzo y el Rinconín de Gijón: poco que ver y en pequeñas cantidades.












Quizás lo más interesante, el número de correlimos oscuros (Calidris maritima), hubo días al final del otoño que llegué a contar 8 ejemplares.













Tampoco fue un gran otoño para los vuelvepiedras (Arenaria interpres), este fue el bando más grande que pude ver, no llegando a los 100 ejemplares, mezclados con correlimos oscuros.






Paso aparte, del que ya nos ocupamos en otras entradas, pocos limícolas invernantes, como este chorlito gris (Pluvialis squatarola).












No es frecuente ver ostreros (Haematopus ostralegus) en Gijón, así que se agradece su presencia.











Fue un otoño muy gris y lluvioso, no frío, lo que explica condiciones para nada óptimas, ni para los invernantes, ni para los que los observamos.







De gaviotas, un desastre: poquísimas gaviotas sombrías, y muy tardías las gaviotas cabecinegras (Larus melanocephalus).









Casi desaparecidas también las gaviotas canas. El único detalle curioso, la abundancia de gaviones atlánticos (Larus marinus), casi diarios. Adultos...










...inmaduros...













...y hasta parejas. No es una gaviota demasiado abundante normalmente.










No fue un otoño propicio para leer anillas, así que a veces aprovechamos para fotografiar el paisaje del amanecer, que entre tormenta y tormenta daba mucho color.










De otros bichos, hubo algún avistamiento de charrán patinegro (Thalasseus sandvicensis).












Cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo), cada año más cerca, saben que aquí no hay peligro.











Ya son pocos los lugares en Asturias en los que pueden invernar seguros.












Finalmente, otro invernante habitual en la costa gijonesa, el martín pescador (Alcedo atthis), presente en cuanto empieza el frío.












En resumen, otro otoño de desastre en Gijón, donde cuesta creer lo mucho que ha bajado la biodiversidad en los últimos años.