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jueves, 3 de septiembre de 2020

Por el lago de Isoba

 Al lago de Isoba, en león, en los alrededores del puerto de San Isidro, hacía años que no íbamos, y aunque hizo mucho calor, mereció la pena la excursión. Quedamos asombrados de la cantidad de mariposas que vimos, muy superior en número y diversidad respecto de la parte asturiana de la Cordillera Cantábrica. Por ejemplo, abundantes las niñas hocecillas (Plebejus argus).



















Muy abundante también la niña coridon (Lysandra coridon).















Siguiendo con las licenas, la manto dorado (Lycaena virgaureae).















Infinidad de mariposas de la familia nymphalidae, las más destacables la muy escasa en Asturias medioluto ibérica (Melanergia lachesis).


















Multitud también de polillas, como la Zygaena loti



















O la muy abundante en casi todas partes esfingí colibrí (Macroglossum stellatarum).



















Sin duda las muy suaves pendientes de esta vertiente, a pesar de la altitud de la montaña, favorece una vegetación más proclive para las mariposas y otros insectos.

El lago de Isoba, entre los picos de San Justo y el propio pico Isoba es muy fotogénico.

A la orilla del lago se estaba muy ricamente, y pudimos disfrutar de una buena concentración de especies. 
De libélulas, por ejemplo, el brillante metálico Lestes sponsa.




















Otro caballito del diablo abundante, Ischnura elegans.







Subiendo de tamaño, la Sympetrum sanguineum.













Patrullando y compitiendo con la Anax imperator, que no pude fotografiar, la Orthetrum cancellatum, un macho.














En las orillas, los reproductores zampullines chicos (Tachybaptus ruficollis).



















Y centenares de ranas verdes ibéricas (Pelophylax perezi).
















Ya de vuelta al pueblo de Isoba, disfrutamos de la placidez del paisaje.














Pardillos comunes (Linaria cannabina) en las peñas.















Y aviones comunes (Delichon urbicum) ya en los tejados. Una excursión bien recomendable.

lunes, 11 de noviembre de 2019

Delta del Ebro: Desde la piscina.

Tuvimos el acierto de pasar las vacaciones en el Delta del Ebro en pleno arrozal, en una casa de campo con jardín y piscina, lo que nos permitió, con incredulidad al principio, y ya casi con naturalidad al final, disfrutar de un checklist de aves casi al lado, desde la tranquilidad de la tumbona que en otros lugares necesitaría de semanas de observatorios y esperas. Evidentemente, encantados.
Mi recomendación para visitantes del Delta del Ebro: buscar alojamiento entre Deltebre y el mar, en cualquier arrozal  alrededor se encuentran más aves, y más cerca, que buscándolas en los observatorios.


El listado de lo que vimos desde casa fue largo, pongo algunos ejemplos, como las garcetas grandes (Ardea alba), ejemplares solitarios que rondaban cada mañana con las más abundantes garcetas comunes (Egretta garzetta).










Garzas imperiales (Ardea purpurea), casi de continuo, tanto en el camino de acceso...












...como debajo mismo de la casa, cazando ranas y pececillos en el arrozal.













Idéntica situación de las abundantes garcillas cangrejeras (Ardeola ralloides)...













...y garcillas bueyeras (Bubulcus ibis).











Los moritos (Plegadis falcinellus), muy abundantes, y plenamente fotografiables desde casa.











A los martinetes (Nycticorax nycticorax) no los vimos directamente en nuestra finca, pero sí que pasaban frecuentemente entre los árboles de alrededor y los arrozales, volando alto.












Los límites de tierra compactada entre arrozal y arrozal eran oteaderos tan buenos para las aves como para el fotógrafo. Podías ver de todo.











Delante nuestro criaban las cigüeñuelas (Himantopus himantopus), pudiendo ver las evoluciones de sus pollos al lado mismo...










...con los padres patrullando su territorio constantemente.












Nos extrañó por contraste el escaso número de limícolas, destacando únicamente la abundancia de zarapitos trinadores (Numenius phaeopus).












Sin duda el ave más abundante (cuesta creerlo con lo difícil que es localizarlos fuera del Delta), era el fumarel cariblanco (Chlydonis hybrida). criaban felices entre el arroz, invisibles entre la espesura, pero muy llamativos en sus posaderos, aunque al principio parecían golondrinas de los muchos que se llegaban a congregar.








Verlo para creerlo, hasta que no se acerca uno parece imposible...pero compartían los cables con estorninos y gaviotas.







Una maravilla despertarse y ver al fumarel encima tuyo.












Gondrinas comunes (Hirundo rustica), también había, de hecho, cientos, dada la abundancia de insectos (por desgracia la única nota molesta de las vacaciones, ya que era imposible salir de noche de la casa).



Compartían tan escasos posaderos en los arrozales los cernícalos vulgares (Falco tinnunculus)

















No paraban de comer libélulas, muy muy abundantes en nuestro pequeño jardín, con 2 especies acaparando esta abundancia, la Sympetrum fonscolombii. Hembra...











...macho...













...y el pequeño caballito del diablo Ischnura elegans.










Sorprendentemente, y sucedió durante todas las vacaciones, el número de mariposas era muy escaso, principalmente vimos en nuestro jardín atalantas (Vanessa atalanta).










De otras aves ya más comunes, muy abundantes los ánades azulones (Anas platyrynchos)...












...las gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus)...













...las palomas torcaces (Columba palumbus)...












...y gallinetas comunes (Gallinula chloropus).








Lo puedo decir más alto pero no más claro: El delta del Ebro es un paraíso. Intentaremos volver en breve.

miércoles, 24 de agosto de 2016

Algunas libélulas de Menorca

Aunque el número de especies de odonatos en Menorca es muy limitado, debido a su insularidad, me sorprendió la elevada densidad de algunos de los taxones presentes, lo que me permitió, en algunos casos, sacar muchas fotos para ir centrándome en el angustiosamente difícil mundo de las libélulas y los caballitos del diablo, os dejo algunas fotos, no sin antes recordar que estoy empezando en este mundo, si veis alguna "patada" avisadme sin falta.







En la propia piscina de casa ya tuve la oportunidad de ver de cerca la curiosa postura del obelisco, típica del macho de Crocothemis erythraea, ya de por sí vistoso con su traje escarlata.











La hembra es muy diferente, como veis incluso la postura es diferente.















El abdomen tan ancho me hizo pensar en el campo en una especie del género libellula, pero no.






Otra libélula con gran dimorfismo sexual es la Orthetrum cancellatum. El macho, azul pruinoso y verde.











Sin embargo, la hembra es de un precioso amarillo y negro contrastado.











Aunque algunas hembras viejas adquieren un tono verdoso muy interesante.









De otras especies presentes, aunque mucho menos frecuentes, pude sacar algunas fotos no concluyentes, espero no equivocarme de especies. por ejemplo, esto podría ser, sin garantías, una hembra de Orthetrum coerulescens.








Y esto, una hembra de Sympetrum striolatum, ¡qué difícil!











De caballitos del diablo, pocas especies y ejemplares en la isla, pude captar lo que creo que es una hembra de Ischnura elegans.












Aunque es una especie tan variable que no me apostaría nada.