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lunes, 11 de noviembre de 2019

Delta del Ebro: Desde la piscina.

Tuvimos el acierto de pasar las vacaciones en el Delta del Ebro en pleno arrozal, en una casa de campo con jardín y piscina, lo que nos permitió, con incredulidad al principio, y ya casi con naturalidad al final, disfrutar de un checklist de aves casi al lado, desde la tranquilidad de la tumbona que en otros lugares necesitaría de semanas de observatorios y esperas. Evidentemente, encantados.
Mi recomendación para visitantes del Delta del Ebro: buscar alojamiento entre Deltebre y el mar, en cualquier arrozal  alrededor se encuentran más aves, y más cerca, que buscándolas en los observatorios.


El listado de lo que vimos desde casa fue largo, pongo algunos ejemplos, como las garcetas grandes (Ardea alba), ejemplares solitarios que rondaban cada mañana con las más abundantes garcetas comunes (Egretta garzetta).










Garzas imperiales (Ardea purpurea), casi de continuo, tanto en el camino de acceso...












...como debajo mismo de la casa, cazando ranas y pececillos en el arrozal.













Idéntica situación de las abundantes garcillas cangrejeras (Ardeola ralloides)...













...y garcillas bueyeras (Bubulcus ibis).











Los moritos (Plegadis falcinellus), muy abundantes, y plenamente fotografiables desde casa.











A los martinetes (Nycticorax nycticorax) no los vimos directamente en nuestra finca, pero sí que pasaban frecuentemente entre los árboles de alrededor y los arrozales, volando alto.












Los límites de tierra compactada entre arrozal y arrozal eran oteaderos tan buenos para las aves como para el fotógrafo. Podías ver de todo.











Delante nuestro criaban las cigüeñuelas (Himantopus himantopus), pudiendo ver las evoluciones de sus pollos al lado mismo...










...con los padres patrullando su territorio constantemente.












Nos extrañó por contraste el escaso número de limícolas, destacando únicamente la abundancia de zarapitos trinadores (Numenius phaeopus).












Sin duda el ave más abundante (cuesta creerlo con lo difícil que es localizarlos fuera del Delta), era el fumarel cariblanco (Chlydonis hybrida). criaban felices entre el arroz, invisibles entre la espesura, pero muy llamativos en sus posaderos, aunque al principio parecían golondrinas de los muchos que se llegaban a congregar.








Verlo para creerlo, hasta que no se acerca uno parece imposible...pero compartían los cables con estorninos y gaviotas.







Una maravilla despertarse y ver al fumarel encima tuyo.












Gondrinas comunes (Hirundo rustica), también había, de hecho, cientos, dada la abundancia de insectos (por desgracia la única nota molesta de las vacaciones, ya que era imposible salir de noche de la casa).



Compartían tan escasos posaderos en los arrozales los cernícalos vulgares (Falco tinnunculus)

















No paraban de comer libélulas, muy muy abundantes en nuestro pequeño jardín, con 2 especies acaparando esta abundancia, la Sympetrum fonscolombii. Hembra...











...macho...













...y el pequeño caballito del diablo Ischnura elegans.










Sorprendentemente, y sucedió durante todas las vacaciones, el número de mariposas era muy escaso, principalmente vimos en nuestro jardín atalantas (Vanessa atalanta).










De otras aves ya más comunes, muy abundantes los ánades azulones (Anas platyrynchos)...












...las gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus)...













...las palomas torcaces (Columba palumbus)...












...y gallinetas comunes (Gallinula chloropus).








Lo puedo decir más alto pero no más claro: El delta del Ebro es un paraíso. Intentaremos volver en breve.

martes, 22 de octubre de 2019

Delta del Ebro: Aiguamoll de l'Embut

A un paso entre los humedales de la Encanyissada y la Tancada, está el pequeño Aiguamoll de l'Embut, un pequeño espacio natural, lleno de aves y de mucho interés.










A pesar de ser un paseo muy corto, siempre hay pájaros a los que mirar. Ese coche del fondo era el mío, y me las tuve que arreglar para llegar a él sin espantar demasiado a las aves que lo rodeaban, en este caso garzas reales (Ardea cinerea) y ánades azulones (Anas platyrynchos).







En apenas una hora se completa el recorrido.










Además, dispone de muy buenos observatorios panorámicos.












Y de buenos paneles explicativos del efecto purificador de las aguas que proporciona la técnica de ir filtrando, a través de un sistema de tornillos de Arquímedes, el agua de una laguna a otra, cumpliendo las plantas de las lagunas su función de filtro biológico.








Como siempre en este parque natural, todo está bien señalizado y perfectamente guiado, a ver si aprendemos en Asturias de estos dos factores.










Por lo que a mí respecta, pude observar, aunque no fotografiar como yo hubiese querido, a una garceta dimorfa (Egretta gularis), la primera que veía en mi vida.










Además de esta ardeida, muchas más, en número y en variedad, como esta joven de garza imperial (Ardea purpurea), acompañada de garcilla bueyera (Bubulcus ibis), y de garceta común (Egretta gerzetta).








Otros como el martinete (Nycticorax nycticorax), con varios ejemplares.












O la abundante garcilla cangrejera (Ardeola ralloides).













No podía faltar la garceta grande (Ardea alba).












Fochas y gallinetas comunes, zampullines chicos, y una familia de somormujos lavancos (Podiceps cristatus).










Un número que no bajaría del medio centenar de moritos (Plegadis falcinellus).










Para esta ave este hábitat es perfecto.













Lo mismo que para el fumarel cariblanco (Chlidonias hybrida)...












...o el charrán común (Sterna hirundo).













Además, pasaron un montón de flamencos (Phoenicopterus roseus).









De libélulas, las más habituales, la Sympetrum fonscolombii...











...y la Ischnura elegans.


No recuerdo, en resumen, un paseo más corto con mayores alicientes que este.

domingo, 22 de septiembre de 2019

Delta del Ebro: La Tancada (I).

Poco más se puede decir de esta visita que creo que en mi vida nunca había visto tantas aves en una sola mañana. Aunque caminé 12 kilómetros, y se me hizo largo por el calor, lo peor fue recapitular y ver la cantidad de especies diferentes que pude disfrutar.










La laguna, además, tiene una conexión, vía salinas, con la espectacular península del Trabucador, así que recibe a un montón de aves directamente desde la costa.









Por empezar por algún sitio, había varias decenas de ánades azulones (Anas platyrynchos).
Acompañados en la lámina de agua de decenas de zampullines chicos y al menos una docena de somormujos lavancos.










Flamencos comunes (Phoenicopterus roseus), los vi en diversas modalidades, tanto en vuelo alto...








...como en vuelo rasante...














...alimentándose en solitario...













...o en grupo...













...en salinas o en arrozales...







...un espectáculo.















Otra ave espectacular, la garceta grande (Ardea alba), hasta 4 juntas se veían, y burlando la típica timidez de la especie.












Mucho más abundantes las garcetas comunes (Egretta garzetta), este es un buen lugar para comparar ambas especies.








De garzas imperiales (Ardea purpurea), cerca de una decena, y en diferentes poses, pero siempre cercanas, lo que no es habitual para esta tímida garza.










Lo mismo con el habitualmente críptico martinete (Nycticorax nycticorax).












Las garcillas bueyeras, que aquí no tienen ganado al que guardar, también estaban presentes. También las garcillas cangrejeras, menos abundantes. Moritos (Plegadis falcinellus), casi por todas parte, medio centenar.









Algunos grupos pasaban desapercibidos entre los inmensos arrozales que rodean la laguna.







Pude ver 2 canasteras comunes (Glareola pratincola) en los arrozales, pero solo le saqué esta birria de foto. Evidentemente, son escasas y esquivas.








La mezcla, idílica y ojalá fuese exportable, entre agricultura y naturaleza ha hecho que el paisaje se diversifique y proporcione hábitat a un montón de aves bien diferentes.
Lo curioso es que se encuentran casi las mismas especies en las salinas...








...que en los campos de arroz...














...o en los canales y acequias. Las aves se mueven fantásticamente de un hábitat a otro, ese es el secreto del éxito de este humedal. Ojalá tomasen nota los gestores.








La gran labor de conservación de los caminos para paseantes y bicis, y la densa red de observatorios (y su limpieza) hacen que sea una maravilla recorrer esta laguna. Eso sí, hay que tener en cuenta que quien quiera hacer el camino completo alrededor debe tener paciencia y dotes de navegador, ya que, al menos en verano, con el arroz en pleno crecimiento, es imposible circular a pie pegado a la laguna, hay que tomar algún que otro rodeo.




Termino la entrada de hoy de aves con las cigüeñuelas (Himantopus himantopus), abundantes y ruidosas.











Y con sus primas, las avocetas (Recurvirostra avossetta), criando aquí en buen número.












Preciosos los pollitos.













De insectos, de nuevo, poca variedad, aunque mucha abundancia, de odonatos, con la siempre presente Sympetrum fonscolombii dominando absolutamente la laguna.











Y de mariposas, peor situación, ya que hay pocas especies, pero además poca abundancia, me resultó curioso, y francamente decepcionante. la mariposa más abundante, la llamativa mariposa tigre (Danaus chrysippus)










Mucho más sencilla, la blanquita de la col (Pieris rapae).















Queda mucho que contar, para la próxima entrada.