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lunes, 4 de junio de 2012

Censando páxaros de la cotoya: La Providencia ( y II).

Bueno, seguimos donde lo dejamos, caminando por la Providencia, y pongo aquí un clásico de estos meses de la primavera: la lavandera boyera (Motacilla flava iberiae), en versión hembra.










Y en versión macho. El cambio del color del amarillo salta a la vista...










Aunque había bastantes ejemplares, esta vez no me topé con ninguna de la raza flava, o flavissima. Quizás demasiado tarde ya.











Contrastan sus colores con los del abundantísimo mirlo común (Turdus merula).











Todos disfrutaban de la espesura del matorral, ya fuese de los autóctonos y pinchudos tojos (Ulex europaeus).












Y zarzamoras (Rubus sp.).














O de los ornamentales pero también útiles para dar cobijo a las avecillas azahar de China (Pittosporum tobira), el cual por desgracia, en algunos lugares es auténtica plaga.









O el también oriental evonimo japonés (Euonymus japonicus), muy extendido, y que por extrañas razones se prefiere al autóctono evonimo (o bonetero) europeo (Euonymus europaeus), que es precioso, en especial cuando produce sus frutos, los "bonetes".










El Sol pegaba fuerte, la niebla en el mar daba una luz de lo más alucinante, me recordó a mi visita a Capri, en Italia...


Seguimos paseando, cada vez más rodeados de jubilados, que bajan de los autobuses de mundo senior para ver Gijón desde el monumento-mirador del parque de la Providencia, y que alivian sus castigadas próstatas delante de todo el mundo como colegiales, con sus ropajes surrealistas y a voces, claro.

Le hice un somero repaso a mi esposa de lo que significa la ancianidad en otras civilizaciones, me paré, por mis conocimientos de antropología, y por tanto arbusto exótico, en Japón, y comparando lo que iba relatando con lo que íbamos viendo (y oliendo), se nos cayó el alma al suelo, la vejez en España es un asco y por desgracia, da asco en ocasiones.



Colirrojos tizones (Phoenicurus ochruros) en cada curva de subida, ya cerca del final, en este caso, creo que una hembra.












En este parque hay una colonia de estorninos negros (Sturnus unicolor) muy activa en la cría, pero aún así me sorprendió lo grandotes que están los jóvenes del año.




Petirrojos (Erithacus rubecula), abundantes, aunque se nota que no es su hábitat favorito, hay más en zonas con más árboles.











Y terminamos en verde...verderón (Chloris chloris), varios en el camino, con su canto fuerte y rotundo, un poco hosco...







...y verdecillo (Serinus serinus), muy activo, en la tierra firme...











...y sobre todo en los posaderos, siempre dando el cante, en los lugares más insospechados. Esta primavera estoy viendo muchíiiiisimos.










Pues nada, terminó el paseo, que fue una delicia...la próxima entrada dejo un poco los pajarillos y vuelvo a mis amadas gaviotas, que las tengo bastante olvidadas.







sábado, 2 de junio de 2012

Censando páxaros de la cotoya: La Providencia (I)

El martes de campo, aprovechando que era fiesta en Oviedo, me fui con mi amorcito a pasear por la senda costera de Gijón a la Ñora, a la altura de La Providencia, y de paso, conté las aves que vi, y les saqué unas fotos.

Como sería muy aburrido poneros cifras, acompaño unas cuantas fotos de algunos comentarios, y todos tan contentos.

Había aves realmente abundantes, y gloriosamente activas, como los pardillos comunes (Carduelis cannabina), estaban por todas partes, y como me resultan muy simpáticos, yo encantado.









Pude comprobar que estaban criando, ya que llevaban cebas en la boca, como este macho. Son pájaros muy nerviosos, y criando, aún más.






La actitud de este ejemplar parecía extraña, me recordó a un águila real cubriendo su presa tras cazarla.










El gorrión común (Passer domesticus) era la otra especie más abundante, aunque estos gorriones "cazadores" distan mucho de los de ciudad, como vemos en este macho que lleva un saltamontes en la boca, la necesidad de aportar proteínas para el desarrollo de sus crías los obliga a cambiar su dieta temporalmente y acompañar las semillas de grandes cantidades de animalillos, lo que es una gloria para nosotros.




Si no fuese por los pájaros, no habría insecticidas suficientes en el mundo para que nuestra civilización sobreviviese. Ya se hace raro ver paseriformes forrajeando en los bordes de los caminos, me gustó mucho ver lo que debería ser lo normal: las aves aprovechando la facilidad que dan los caminos para proveerse de insectos.










Es una vergüenza y una gran pena que en la mayoría de los caminos y carreteras la concentración de insecticidas sea tan grande que ya no haya insectos para alimentar a las aves, o que si los hay sean una bomba química que acaba con nuestros benefactores. Mierda de química y boba costumbre de fumigar hasta el último trozo de hierba de las cunetas.




El hecho de estar criando hace que las aves pierdan un poco la perspectiva, y se vuelven temporalmente menos asustadizos: lo primero es comer y dar de comer, y se fijan menos en nosotros. Este chochín (Troglodytes troglodytes) ni se enteró de mi presencia.








Todas estas aves deberían estar atentas al gran depredador de este ecosistema, que no es ninguna rapaz, si no otro paseriforme: el alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio). Esta es la peor foto que recuerdo haber puesto  en este blog, pero vale de testimonial, se posó cerca pero tarde para mí, luego siguió patrullando alrededor, y es que esta fiera ave, gramo a gramo, es la más potente depredadora del matorral asturiano.




Dominaba un terreno muy propicio para las aves, poco atractivo para nuestros gestores, y demasiado goloso para los recalificadores urbanísticos (así nos va).
Y es que las praderías costeras, orladas por matorral perenne y con pequeños bosquetes diseminados son una gloria. Me salieron al final unas 600 y pico paseriformes / km2, que son muchas, mucha variedad de vida alada que se esfuma con cada aberración urbanística de esas que ahora aprovechan para legalizar los mismos que nos hundieron la economía (o mejor econosuya) hace unos años.

Qué diferencia esas urbanizaciones clonadas de las que se ven en la tele en las series americanas (el american way of life sigue siendo estándar para una parte cada vez mayor de la población), del estilo de vida mariñano que siempre se dio en Asturias, y que aprovechaba magníficamente las condiciones marítimas del clima para sacarle una productividad brutal al campo.
Esta imagen, de prados de siega, que emborrachan mis sentidos de recuerdos de  infancia y de olor a hierba seca al Sol (ahora se ensila y ya sabéis lo MAL que huele el silo), cada vez son más infrecuentes en Gijón.
Una lástima.


Pájaros como la tarabilla común (Saxicola torquatus) dependen en la costa de medios débilmente urbanizados, y disfrutan cuando el medio humano es amable en setos, rocalla y refugio. Lo que siempre hubo, y ahora les escatimamos.








Esta tarabilla se cisca simbólicamente en este símbolo de la idiota modernidad que es instalar (porque se llama así, ya no son esculturas, son "instalaciones") mamotretos en los lugares más insospechados. Adoro el arte y la cultura, pero odio la subcultura del pelotazo a costa del contribuyente y el arte subvencionado y comisionado, y el mobiliario urbano y suburbano se nos ha llenado de espantajos mal traídos y peor mantenidos. ¡Qué época más tonta nos ha tocado vivir cuando se piensa en mejorar un paisaje inmejorable con esculturas que cuestan miles de euros pero se escatima calderilla en cuidar la belleza auténtica y contingente que es el propio paisaje en sí!

Pero bueno, habrá que hacer como el jilguero (Carduelis carduelis) y mirar para otro lado y seguir cantando alto las verdades.














Continúo en la próxima entrada con más bichos, la vegetación, y algún que otro paisaje.




miércoles, 30 de mayo de 2012

Censando páxaros de la sebe: Tragamón

Pues caminando caminando, llegué al Tragamón, en concreto a la muy deteriorada (por ser un área libre y últimamente pasar de merendero a botellón día sí y día también) zona Sur, la de los Maizales.

Este pequeño trozo de gloria tiene una población de robles carbayos (Quercus robur) varias veces centenarios, y se nota en la diversidad de aves que se pueden encontrar, y en su abundancia.

Y ahora una confesión: censé a la ida, pero la vuelta la dediqué a sacar fotos de paisaje, paisanaje y vegetación, afición que en mí fue anterior a la fotografía de aves, aunque ahora la tenga relegada.
Pensaba hacer una entrada con las fotos que salieron, y explicar lo mucho que significa para mí este paisaje, este trayecto vital, peeeero: PERDÍ LA TARJETA. Como suena, llevo 2 días echando cagamentos, porque había buenas fotos, pero sobre todo porque reflejaban un estado de ánimo cercano al nirvana, para cuando llegué de nuevo al Llavaderu Deva ya estaba en otro planeta. Pues todo perdido...en fin.

Me quedan las aves, fueron bastantes, os pongo algunas:

Mi favorito, sin duda, el colirrojo real (Phoenicurus phenicurus), que cría aquí, como vemos con este macho con ceba.











Había 2 parejas, y me encanta que este año aumente la reproducción, porque esta ave magnífica está desapareciendo de muchos lugares.












Como ave discreta y arborícola, no es fácil localizarla.












Pero una vez vista, sus increíbles colores nos deleitan sin remedio.

Uno mucho menos ornamentado, y bastante más dado a aparecer sin ninguna molestia en esconderse, el mirlo común (Turdus merula): 4. Cría aquí.













Pinzón vulgar (Fringilla coelebs): 1.
Paloma torcaz (Columba palumbus): 2.
Herrerillo común (Cyanistes caeruleus): 1. Cría aquí.
Carbonero común (Parus major): 2. Cría aquí.
Lavandera blanca (Motacilla alba): 5.












Petirrojo (Erithacus rubecula): 4.









Cría aquí, este joven lo atestigua...







Pito real (Picus viridis): 1.
Arrendajo (Garrulus glandarius): 4. Cría aquí, con gran algarabía de las crías.















Chochín (Troglodytes troglodytes): 1. Cría aquí.
Zorzal común (Turdus philomelos): 4. Cría aquí, y hace grupos familiares.











Curruca capirotada (Sylvia atricapilla): 1. Cría aquí.
Y no, no es un error ni la fioto está girada, esta es la postura real de esta hembra. ¡Mis cervicales chirriaban!











Urraca (Pica pica): 4.
Gorrión común (Passer domesticus): 20.
Mosquitero común (Phylloscopus collybita): 2. Cría aquí.
Verdecillo (Serinus serinus): 1.
Vencejo común (Apus apus): 4 me sobrevolaron.
Buitrón (Cisticola juncidis): 1, cantando desde los praos de al lado.
Estornino negro (Sturnus unicolor): 4, otros que gusanean constantemente, crían abundantemente aquí.












Tarabilla común (Saxicola torquatus):1. Al borde del camino.
Curruca mosquitera (Sylvia borin): 1. Imposible sacarle una foto correcta, discreta es poco...











Cuco (Cuculus canorus): 1, muy contento estoy, porque como bien decían mis pacientes de Tineo, si ya escuché al cuco, tengo otro año de vida garantizado, así que llegaré a cumplir los 39...
Carbonero garrapinos (Periparus ater):1, se escondió en un castaño como alma que lleva el diablo.
Colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros): 1, observándome desde los tejados.

Bueno, pues al final salieron unos cuantos bichos, para ser 2 horas escasas...














martes, 29 de mayo de 2012

Censando páxaros de la sebe: Cabueñes

Cambiamos paisaje, por las grandes fincas (y caros chalets) de Cabueñes, con bordes festonados de arbustos varios y un volar continuo de pájaros por encima de la cabeza.
En este ambiente amablemente humanizado, menos variedad, pero más cantidad.
Algo así como esto:

Chochín (Troglodytes troglodytes): 6.

Mucho trino (y potente) comprimido en tan poca pluma.














Mirlo común (Turdus merula): 10.
Pinzón vulgar (Fringilla coelebs): 1.
Paloma torcaz (Columba palumbus): 8.












Herrerillo común (Cyanistes caeruleus): 1.
Carbonero común (Parus major): 6.
Lavandera blanca (Motacilla alba): 1.
Petirrojo (Erithacus rubecula): 15...por todas partes.
Pito real (Picus viridis): 2.
Zorzal común (Turdus philomelos): 2.

¿Dudas con el zorzal charlo?
Fijaos en las manchitas, en forma de pica, las del charlo son redondinas.









Curruca capirotada (Sylvia atricapilla): 3.
Urraca (Pica pica): 14, en cada poste.
















Gorrión común (Passer domesticus): 25. Puede que esté disminuyendo globalmente, al menos en Gijón, por ahora, sigue siendo abundante.











Golondrina común (Hirundo rustica): 6, inesperadamente escasas.










Mito (Aegithalos caudatus): 5.
Corneja negra (Corvus corone): 2, bien escondidas, en esta zona de terrenos privados, aún hay mucho escopetero.











Jilguero (Carduelis carduelis): 8, solo de pensar que enjaulan de por vida a estas preciosidades me pongo malo.











Bisbita arbóreo (Anthus trivialis): 1, otro que se prodigó menos de lo esperado.
Mosquitero común (Phylloscopus collybita): 2. Inconfundible su canto, cada año veo más en primavera en Gijón, sospecho que no es tan raro como se dice, y que está más extendido de lo que parece, cohabitando con el mosquitero ibérico.
Verderón común (Chloris chloris): 6.














Típica confusión de novato: miras a la copa del a´rbol y ves un bicho amarillo al lado de otro de barriga a rayas verdosas: ¡oropéndolas!
Pues no, son un inmaduro de verderón común, con un adulto, solo hay que fijarse en su cuerpo gordete, el trino muy distinto, y en la actitud, que es completamente diferente.
Pero bueno, todos hemos caído en esta confusión alguna vez.






Tórtola turca (Sterptopelia decaocto): 6, típico habitante de zonas humanizadas.










Verdecillo (Serinus serinus): 1, no tan frecuente como lo vi unos días después ya en zona de matorral más cerrado. Otro con un "canto", si se puede llamar así, bien característico.
Vencejo común (Apus apus): solo 2, no es su terreno predilecto.
Buitrón (Cisticola juncidis): Este sí que es inconfundible, se oye a kilómetros, pero no se ve ni aunque lo tengas a unos pocos metros, diminuto pero de reclamo machacón y continuo, por encima tuyo.
Estornino negro (Sturnus unicolor): insólitamente, uno solo, no es lo normal en estos bichos tan gregarios.
Tarabilla común (Saxicola torquatus): 4, este sí es un terreno excelente para ellas.

Bueno, pues la próxima entrada, el paraíso cercano de la Carbayeda del Tragamón, en el sector Sur (Los Maizales), una gloria.