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martes, 10 de noviembre de 2015

Escribano nival por el Cabu Peñes

Hace hoy justo una semana, cayendo ya el Sol, me acerqué al Cabu Peñes buscando las lechuzas campestres. Ni rastro, pero pasé una hora muy guapa hasta que se fue la luz, os lo pondré en una entrada posterior.












Curiosamente, lo primero que pude ver, volando entre los bisbitas pratenses, fue a un macho de escribano nival (Plectophrenax nivalis), inconfundible su blanco plumaje en el aire.










Fui siguiéndolo con los prismáticos con tan buena suerte que aterrizó a escasos 5 metros de mi posición, y allí estuvo muy tranquilo un par de minutos. No tenía sentido intentar sacar mejores fotos con la poca luz que había, así que seguí mi paseo por el Cabu Peñes y el escribano nival se quedó tan pancho.

martes, 22 de noviembre de 2011

Escribano nival en Cabo peñas (Entrada programada mientras estoy de vacaciones en Malta)

El domingo 13/11/11, de Zeluán me fui al Cabo Peñas. Unos ornitólogos amigos me habían dado indicaciones precisas de cómo localizar a un escribano nival (Plectophenax nivalis), me sobraba tiempo, y además me apetecía seguir probando el nuevo objetivo corto, así que me fui para allí.







Nada más llegar allí, me lo encontré. Soplaba un viento del carajo, así que pude observarlo un rato, pero las fotos salieron todas movidas.









No podía ser de otra manera, ya que arreciaba un viento Sur de lo más molesto.











Las plumas del escribano se movían como peluquín barato, y yo tengo vértigo a las alturas (sí, lo confieso), y aunque la posibilidad era remota, las rachas de viento me empujaban al abismo, así que le saqué 4 malas fotos de recuerdo y me retiré.






Un pájaro precioso, espero que se quede el invierno por aquí.







Entraban los túrdidos y los bisbitas por cientos, a toda velocidad, llegaban, se posaban y volvían a despegar, no quise molestarles con la presencia intimidatoria de mi teleobjetivo nada más tomar tierra, pero creedme, llegaron cientos.

El que está más que acostumbrado a las fotos es el colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) local, que posó tranquilo.



Después me dediqué a retratar el cabo, el Norte del Norte de la Península Ibérica, una maravilla con la luz extraña del horizonte negrísimo que contrastaba con el Sol de tierra.

















Un paisaje que impacta.