Me encantó el lugar, de enormes proporciones, y posibilidades, tanto paisajísticas como ornitológicas, y vine encantado con los resultados.
Empezamos un poco mal, ya que la marea tan baja hacía que las aves estuviesen en el centro de la Bahía de Santoña, y aunque se intuía un descomunal movimiento de patas y alas muy lejos en el telescopio, cercanos a nuestra posición había pocos animales.
En el paseo de Colindres, que fue nuestro primer destino, unas pocas espátulas (Platalea leucorodia). Después veríamos muchas más en otros lugares más propicios.Y poco más, algún zarapito real, luego los veríamos por decenas, al igual que los (aquí) también escasos chorlitejos grandes y correlimos comunes, después nos desquitaríamos a lo bestia, al subir la marea.
Pues nada, tras consultar a algún ornitólogo local, decidimos asambleariamente dirigirnos hacia Santoña, hacia al oeste y al Norte, ya que en Colindres poco más íbamos a ver.En la próxima entrega, iremos un poco a más, espero que os guste esta serie de entradas.
Yo solo estuve una vez, durante el congreso de SEO/Birdlife en 2012 en Vitoria nos acercamos con unos amigos y vi "de tó", yo nunca había visto gaviones, ni espátulas ni barnaclas carinegras y acabé flipando. Espero ver pronto esas otras entradas.
ResponderEliminarSaludos.
Es que hay de todo, me sorprendió la variedad, pero sobre todo la gran cantidad de aves.
EliminarPero bueno Iván... Ir a Santoña tendría que ser "obligatorio", al menos una vez al año. jeje.
ResponderEliminarEso sí, imprescindible telescopio, coche y saber previamente por dónde te vas a mover cuando llegues allá.
Por lo que veo ,y por lo que me has adelantado, van a ser unas entradas al blog muy interesantes, las espero.
Un saludo
Sí, ya lo sé, no tengo perdón pero por una cosa u otra siempre lo iba dejando, pero mereció la pena conocerlo "de vieyu", y eso que se nos escaparon bichos muy interesantes.
Eliminar