sábado, 13 de abril de 2013

Rezagados


En cada migración hacia el Norte (prenupcial) hay aves que bien por pachorra, por no tener impulso reproductor (juveniles), por enfermedad o debilidad, o simplemente por haber perdido a su grupo, se quedan rezagados.

Así, cada verano en Gijón se queda un pequeño muestrario de aves que prolongan su invernada, y se convierten en veraneantes.
De lo que aquí os traigo, del parque Isabel, algunos simplemente se retrasan en su salida, y otros se quedarán. Valgan de muestra unas fotos de estos días.

Las anátidas, como estos cucharas europeos (Anas clypeata) son candidatos a dejar cada verano algún ejemplar. El año pasado fue un porrón europeo el que se quedó, por ejemplo.




Otras habituales son las gaviotas reidoras (Chroicicephalus ridibundus), de las que es habitual, como sucedió este verano con 2 ejemplares juveniles, que se queden, a hartarse de gusanitos y restos de bocadillos durante los meses de calor.








Y otros clásicos son los cormoranes grandes (Phalacrocórax Carbo), que en los últimos años veranean con bastante frecuencia en los ríos de la campiña gijonesa, durmiendo en el Parque.













Bienvenidos son estos veraneantes que rompen la monotonía de los humedales vacíos en verano en Asturias y que preludian el otoño y la vuelta de sus compañeros.

jueves, 11 de abril de 2013

Gaviotas urbanas: mejor prevenir que curar a fesoriazos


Mi amigo Fernando, que tiene una casina en pleno casco urbano de Gijón, me manda el video que os pongo debajo.

No es mi amigo muy amante de las gaviotas, y al ver que había una pareja con claros signos de querer criar, decidió intervenir antes de que la pareja pusiese huevos y aumentasen las molestias.
A los gavioteros nos encantaría que una pareja de gaviotas patiamarillas cantábricas (Larus michahellis lusitanius) se reprodujese en nuestro propio hogar, alguno hasta se pondría a marcar los pollos, pero entiendo perfectamente que las molestias que ocasionan estas gaviotas urbanas son grandes, y en estos casos, siempre es mejor la solución de mi amigo (retirar el nido y que se vayan a otro lugar más tranquilo, cosa que seguramente harán), que la otra solución, más tardía, que es en el mejor de los casos retirar los huevos, y en el peor, que es el que se hizo durante años en Gijón, matar a los pollos, cosa doblemente cruel, ya que además impedimos que la pareja se reproduzca, o las obligamos a hacer una 2ª puesta fuera de fechas y posiblemente sin éxito.

Sobre este tema hay mil opiniones, pero personalmente creo que Fernando hizo lo correcto.

martes, 9 de abril de 2013

Naturaleza muerta y digna

Me encontré muerto a este viejo alcatraz (Morus bassanus) en la playa de Zeluán hace unos días, y enseguida comprendí que hay creaciones  tan perfectas que, aunque suene macabro decirlo, conservan su apacible belleza incluso después de muertas.
Una lástima, pero, al menos, alguien fue testigo de su gloria y de esta muerte  serena, digna.

De lienzo prerrafaelita, de poema de lord Byron, de sinfonía de Ralph Vaughan Williams.

Siluetas en la Campa Torres

3 siluetas de 3 aves que me gusta que me sobrevuelen, no todas por la misma causa, no todas por razones fáciles de explicar, no todas lo hacen cuando soy consciente.

Cuervo (Corvus corax).














Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus).

















Halcón peregrino (Falco peregrinus).

domingo, 7 de abril de 2013

3 clásicos gijoneses

M+A, la gaviota sombría (Larus fuscus) anillada por peter Rock, con decenas de avistamientos este invierno y el pasado.


















H.0E8, otra sombría alemana que también ha estado en todas las fiestas gijonesas este invierno.














Y los de siempre...estos presentes todo el año...a todas horas...en todas partes.

sábado, 6 de abril de 2013

Mi biblioteca: Rails, de Barry Taylor y Ber van Perlo

Hace unas semanas la estupenda tienda de naturaleza ORYX, que me encanta y siempre recomiendo por su amabilidad, variedad de catálogo y buenos precios (no llevo comisión, es puro agradecimiento) sacó a la venta una liquidación de títulos a descatalogar.
Lo hacen de vez en cuando, pero en las ocasiones anteriores no había llegado a tiempo, así que me encantó que pudiese hacerme con este auténtico chollo, que costaba 57£ (unos 70€), y que llegó a mi casa, con gastos incluídos, por 25€, una maravilla de rebaja.
El libro es la mejor monografía escrita sobre el grupo de los rálidos (rascones, fochas, polluelas, etc...), y con más de 600 páginas y cerca de 2 kgs de peso sigue la norma de las magníficas guías de la Editorial Helm, en este caso distribuida bajo la editora Pica Press.

Ni que decir tiene que este grupo de aves es enigmático y problemático, no es fácil verlos en libertad, y no suele haber demasiada bibliografía sobre ellos, así que me puse las botas con su lectura.


Una vez pude aprender todo lo posible sobre las especies europeas, que no son muchas, pero que levante la mano el que las haya visto todas...me puse a disfrutar con las especies del resto del planeta, un glorioso catálogo de biodiversidad, algunas especies eran parecidas a las que conocemos por aquí...







...y otras son completamente exóticas, y nuevas para mí, apasionantes.
Los rálidos se adaptaron como pocas aves, por sus peculiaridades morfológicas, a la vida en las islas más remotas del Globo, y eso hizo que las variedades insulares sean espectaculares, incluyendo 1/5 de las especies ápteras, es decir, que ya no vuelan, todas unas singularidades de las que me empapé con fruición.
Por desgracia, estas 2 variables: insularidad y falta de vuelo, las hicieron tan sensibles a la extinción que tras la llegada del ser humano y sus animales acompañantes fueron muchas las especies desaparecidas.
Pero esta guía las incluye todas, las existentes y las extintas, y estamos hablando de aves extintas desde el S. XVI, lo que es una labor de investigación loable y erudita.
Un catálogo de animales que ya no volverán pero que podemos disfrutar al menos en el recuerdo en estas páginas.



Aunque solo sea por las láminas del ilustrador Ber van Perlo ya merecería la pena este libro, ya que el conjunto artístico es una gloria para los ojos del amante de las aves exóticas, pero además los textos de Barry Taylor son muy buenos, concisos pero descriptivos, para cada especie y subespecies, incluyendo todo lujo de detalles. Los mapas son fantásticos, y aunque son aves muchas veces escasas o con una visibilidad mínima (pensemos en nuestros rascones, polluelas, y no digamos el guión de codornices), el trabajo de campo queda claro que es enciclopédico y el fruto de miles de horas de observación directa y de búsqueda bibliográfica.

Una joya en mi biblioteca, que no os debéis perder si como yo, tenéis la oportunidad de comprarla.





jueves, 4 de abril de 2013

El cormorán juguetón

Es de todos sabido que los animales que juegan por simple placer suelen ser calificados como animales inteligentes y con cierto grado de capacidad reflexiva.
Había visto jugar a urracas, cornejas, cuervos y a gaviotas varias (un día os contaré la de la gaviota bombardero...) pero no a los cormoranes.
En Zeluán, hace unos días, me sorprendió ver a un cormorán grande (Phalacrocorax carbo) con una actividad frenética, que al principio pensé que sería por no poder tragarse una presa muy grande, una anguila, pensé.







Pero no, era un trozo largo de alga, que repetidamente dejó caer al agua, para volver a recuperarlo, izarlo a una roca, pelearse un poco con ella, y vuelta al principio.
Así unas cuantas veces.







Teniendo en cuenta el factor de aprendizaje que todo juego lleva implícito, y lo dificultoso y acrobático que les resulta a los cormoranes tragarse los a veces enormes y escurridizos peces de los que dependen, es perfectamente plausible que este "juego" sea fundamental como entrenamiento para su modo de vida.

lunes, 1 de abril de 2013

Mi primera gaviota cáspica anillada

El domingo pude ver mi primera gaviota cáspica (Larus cachinnans) anillada. Fue un gran placer lárgamente soñado, y además con un ejemplar de quitar el hipo.














Lo realmente curioso fue cómo se desarrolló el acontecimiento: sabía que César Álvarez Laó había visto una cáspica anillada esta semana pasada, acontecimiento aún mayor, ya que era la 1ª cáspica anillada que se recuperaba en Asturias, así que teniendo en cuenta este dato, di por hecho que la que yo estaba viendo el domingo era la misma de César.





Solo cuando llegué a casa y vi las fotos me di cuenta, lo 1º, que no se parecían físicamente en nada estas 2 gaviotas. Y luego amplié la imagen y vi que la anilla era distinta.
Me hizo mucha ilusión, y no me podía creer que después de tantos años sin ver una sola cáspica anillada en Asturias, se viesen las 2 1as en el plazo de una semana, seguidas.





Y la cosa no acaba aquí: al ver las fichas de los anilladores, otra sorpresa: anilladas el mismo día, en el mismo lugar, misma colonia: Kozielno, en el interior de Polonia, donde la especie está en franca expansión.

Fue vista por las costas gallegas este mismo invierno.
En fin, toda una serie de datos curiosos.



Sea como sea, y aunque no hubiese estado anillada, todo un acontecimiento disfrutar de esta especie de gaviota, que en este ejemplar es un 1er invierno, y presenta, salvo la coloración del pico, que es un poco deforme, todas las señas de la especie, entre otras: cabeza escurrida hacia atrás, en forma de pera, ojo oscuro y muy pequeño, cabeza prácticamente blanca, como el pecho, boa de color grisáceo en nuca, y manto y escapulares con manchas en forma de diamante (acertadamente Antonio Gutiérrez dice que como los logos de Subaru...).








Para acompañar a este equipo de serie, un tamaño descomunal, mucho mayor que el de las patis cantábricas que la rodeaban, y similar al de una gavión pequeño, pero con detalles propios, como unas patas muy largas que le dan una altura muy superior a cualquier otra gaviota que se pueda encontrar en Asturias, y una mala leche considerable que hace que las demás gaviotas, a pesar de su juventud, le tengan mucho respeto.
Bueno, como veis, estoy encantado con esta especie.

sábado, 30 de marzo de 2013

Gaviotas argenteas de 2º invierno: siempre tan problemáticas

Pues sí, hace un par de semanas me encontré una gaviota argentea (Larus argentatus) preciosa, en Zeluán.












Son aves complicadas, en casos como este, inmadura, siempre procuro hacer unos truquillos para cuando llegue a casa pueda autocensurarme en caso de no ser una argentea, lo que pasa muy frecuentemente.





Si os fijáis, unas fotos están más oscuras que otras. Esto es así porque a veces la configuración de la cámara hace que tengamos un ave clarísima de plumaje que en el campo no lo era tanto, y tenemos la tentación de atribuirla a especies "blancas".
Trato de sacar un autobracketing, hacer las mismas fotos con un ajuste de exposición normal, a -1, y a +1, y así no nos engaña el sensor de la cámara. Pero nos falta un paso para que esto sea realmente útil.


Muy sencillo: se buscan a otras gaviotas para que comparemos los plumajes, así, sea cual sea la luz, siempre tenemos una referencia exacta del tono de plumaje que tiene nuestra gaviota. Así, aunque habéis visto fotos en las que nuestra argentea es más o menos clara, siempre es mucho más clara que las gaviotas que la rodean en estas fotos, en este caso gaviotas sombrías (Larus fuscus).



Y tener mucho ojo, mucha práctica, no tener miedo a consultar a los realmente expertos, y no fiarse de las apariencias.
Tenemos una gaviota muy compacta, con pico fuerte y de bulbo rosado, bicolor, punta negra y tip blanco. Cabeza muy redondeada, color general pálido, patrón de coberteras y terciarias orlado de mucho blanco, moteado fino. Con esas terciarias, yo la daba por 1er verano, pero entonces estaría más cerca de una patiamarilla, que adelantan su muda. Tras consultarlo con César Álvarez Laó, observa sus primarias al día siguiente, en el campo, y me confirma un 2º invierno, que cuadraría, ya que las argenteas tienden a ir muy retrasadas de muda. Sí, esto es complicado, y no hay que forzar identificaciones que no tengan un mínimo de garantías.

Por ejemplo, la gaviota que veis detrás, señalada con una flecha, aislada, podría hacernos caer en la tentación de pensar que es otra argentea, con ese pico bicolor, rosado, y un porte fuertote. ¿O no?
Pero le falla el plumaje, que tiene un moteado muy de gaviota patiamarilla (Larus michahellis) (que es lo que es), y como veis, el patrón del moteado de coberteras y axilares es muy diferente.
Hay que educar el ojo, no queda más remedio...

Y aún así, en estas edades, salvo anilla, no hay identificación 100% segura.

viernes, 29 de marzo de 2013

Las golondrinas etc...lluvia y más lluvia...y sus efectos

Parafraseando el título de un excelente disco de Josele Santiago os explico algo que es obvio porque todos lo estamos sufriendo: la lluvia.
Yo la aborrezco, no me permite salir de casa, y aunque antes la sobrellevaba, ahora con críos en casa, me mata, porque no sabemos dónde meternos.
Asturias es lluviosa, y la manida frase de que sin lluvia no estaría verde, es cierta, pero menuda racha llevamos, yo echo de menos un par de semanas de Sol, se pondría todo esplendoroso.

Ahora mismo, con las fotos que os pongo de este viernes, vuelven a mi memoria imágenes de hace 30 años, cuando el parque fluvial del Piles, antes la Coría, se inundaba periódicamente, esto hacía años que no sucedía.
Todos sabíamos de aquella que cuando llovía mucho, el río recuperaba parte de su poder y arrancaba  la fértil tierra de los praos para depositarla en forma de sedimentos en las fincas.
Fijáos qué espesor de tierra tiene la orilla: oro puro.











Los ríos están vivos, y con su erosión modifican el paisaje, es lo natural, es un proceso sencillo: arrancan terreno de un lado, y al lado contrario al seno del río, depositan los materiales más pesados, y así, en este río vemos, en las curvas, un lado "comido" por el río, y en el lado contrario un canchal de cantos rodados.





Yo pasé la infancia jugando aquí, con los chavales del Coto de San Nicolás, cuando no era extraño (hoy avisarían al 112) que una docena de críos, sin adulto alguno alrededor, utilizásemos este espacio periurbano para jugar y demostrar nuestras habilidades.
Bajar estas pendientes de tierra suelta era muy divertido, más cuando el ganado también lo hacía, parecía el Serengeti, pero sin cocodrilos. Y al otro lado, podíamos pasarnos horas afinando la puntería con los cantos rodados.

Antes de que llegase la gente "bien" a las veredas de estas alisedas inundables, y apareciese el barrio de Viesques, todo el mundo sabía que el río cambiaba de forma con los temporales.
Así, los 2 puentes que yo conocí de crío acabaron los 2 por derrumbarse, y me tomareis por mentiroso, pero para cruzar al otro lado y evitar un rodeo de muchos minutos, la chavalería sabía cuáles eran los alisos más inclinados, trepábamos, y saltábamos: parece mentira, cómo hemos cambiado.


Estos alisos ya eran maduros cuando yo era crío por los 70 y 80s, y no son árboles, por razones obvias por su hábitat, longevos, por lo que es natural que el río los tumbe. Lo que no es natural, y es un poco ridículo, es que se haya trazado un sendero paralelo al río, ya que en poco tiempo, se lo va a comer, es lógico, pero seguro que los vecinos protestarán, y pedirán el encauzamiento. Es lo que pasa cuando la gente, como los alisos, no tiene raíces profundas, no conocen dónde viven. Lástima.


Lo de las golondrinas (Hirundo rustica) viene a cuento de haberme pasado por encima el 1er tren de ellas que veo entrar esta primavera. Fueron varias decenas, y me alegraron el paseo, con su vuelo y con su trino característico.
El "trino" un poco menos melodioso que oís de fondo son las quejas de mi hija: por ahora soy sus piernas, y aún es muy pequeña para entender mis paradas, ella solo quiere moverse y conocer cosas nuevas.

Y como veis, siguen las charcas creciendo, volviendo a su esplendor natural, ya que en esta zona había un par de charcas temporales enormes, que se desecaron al construir pisos, parece que el agua recupera lo que es suyo poco a poco, hasta ya se atreven las garcetas comunes (Egretta garzetta).
Dan más lluvia para los próximos 15 días, va a ponerse la cosa interesante para los que nos gustan las manifestaciones extremas del clima. veremos.