La semana pasada, en acto de servicio, fotografiando correlimos tridáctilos, el obturador de mi 40D se rompió.
Teniendo en cuenta que sustituirlo sale tan caro como comprar otra 40D en el mercadillo de 2ª mano, y que le habíamos hecho 116.000 fotos a la cámara entre las 40.000 fotos de su 1er dueño y las mías después, consideré que esta cámara ya había hecho su trabajo y merecía descansar en paz.
Pero antes hice algo que suelo hacer cuando algún aparato electrónico se muere en mi casa: desmontarlo.
Quería comprobar cómo son en realidad objetos de los que hablamos con frecuencia los aficionados a la fotografía, pero que en realidad, nunca vemos: el sensor, el pentaprisma, el procesador, el obturador, la carcasa de aleación de magnesio, el espejo, el visor, y un largo etcétera.
Me llevó casi una noche entera, pero con la ayuda de un único destornillador de precisión, y tornillo a tornillo, pude desmontar todas y cada una de las piezas, excepto las que protegía un único tornillo que estaba pasado de rosca. Fue una experiencia física e intelectualmente dura, pero que no se olvida, y que recomiendo a todos los que pasamos mucho tiempo con este objeto en la mano: se aprende mucho.
Y una vez todo abierto, mi admiración hacia quienes trabajan para mejorar cada día estas máquinas, es increíble la diferencia entre el interior de las cámaras réflex analógicas que ya he desmontado con anterioridad y estas digitales: un logro de la ingeniería. Sé que lo hacen por dinero, pero vislumbro un rasgo de genialidad y de pasión en quienes idean estos objetos que aún hoy en día tienen algo de mágico.
Bueno, pues después de guardarme unas cuantas piezas que sirven para otras cámaras, y de enterrar el resto, procedo a dar unas pinceladas sobre esta cámara: quizás haya alguien leyendo esto que está buscando una cámara relativamente barata, increíblemente dura y fiable, y con unas características superiores a las que presupone su categoría, y la 40D es una maravilla que siempre recomendaré.
Y es que la
Canon EOS 40D, que se supone era una cámara de gama media, presenta condiciones de gran cámara.
Tiene 10 megapixels, muy contenidos, con una definición muy buena.
El procesador DIGIC III es rápido y, una vez configurada la cámara, cosa que no es fácil, porque tiene unas líneas de definición amplias y un montón de particularidades útiles para todo tipo de usuarios, devuelve unas imágenes con una calidad de imagen excelente.
Tiene una ráfaga de 6,5 disparos por segundo, excepcional para una cámara de este calibre, y muy aprovechables para quienes trabajamos en fotografía de naturaleza.
Los 9 puntos AF son de enfoque preciso y rápido, y el central es tan sensible como deseamos quienes también trabajamos con objetivos superluminosos, por debajo del f2.8.
El modo LiveView, que en su día estrenó este modelo en su categoría, es una maravilla para quienes trabajamos con la cámara unida a a dispositivos que no conservan el autofoco, como telescopios.
Y el sistema de limpieza de la cámara fue tan útil que en sus cientoypicomil disparos no fue necesaria una limpieza externa, se conservó, como pude comprobar al abrirlo, limpio el sensor, a pesar del tute que le metí a la cámara, todo el día entre chaparrones, polvo, tierra, nieve y otras lindezas varias.
La pantalla LCD es grande y luminosa, y permite una lectura rápida del histograma en directo.
Y un detalle nada menor: esta cámara es tan buena que solo cuando le compras objetivos buenos, de la clase
L, llegas a empezar a comprender la calidad que atesora, no se te queda corta.
(Fuente foto: Canon España).
Como veis, a pesar de ser una cámara descatalogada, hablo en presente, y es que hay un montón de estas cámaras en venta en 2ª mano, por precios ridículos para su valor.
Recomiendo personalmente a quien empieza a trabajar con reflex que busque estas cámaras que aunque están fuera de catálogo, funcionan con una calidad extraordinaria, muy superior a los modernos juguetes, llenos de megapixels, pero vacíos de contenido, que cuestan el doble que esta cámara, pero no tienen ni su nervio ni su capacidad y que se quedan obsoletos en 4 días.
Estoy sin cámara, y tengo claro que si de aquí a una semana no encuentro una 1D al precio que busco (escucho ofertas...), volveré a comprarme otra 40D en el mercadillo, tal es mi confianza en este modelo.
Gracias, 40D, nunca te olvidaré.