miércoles, 7 de septiembre de 2011

Golondrina común subespecie transitiva (Hirundo rustica transitiva)

Durante las vacaciones, me encontré con un montón de hirundínidos: Aviones comunes (Delichon urbica), golondrinas comunes (Hirundo rustica), y alguna golondrina dáurica (Hirundo daurica), que se afanaban en devorar todos los insectos que podían. A última hora de la tarde me congratulaba la visión de las nubes de estas aves sobre los tejados, que junto a los menos numerosos vencejos nos libraban de las picaduras de los insectos.

Intenté varias veces sacar alguna buena foto de estos pájaros, pero ninguna mereció la pena. Quiso la casualidad que la única foto curiosa fuera de la golondrina más rara que me he encontrado hasta ahora.

Fue en Cabanes (Castellón). Estaba en un cable por encima de mi cabeza, y al enfocarla con los prismáticos me quedé de piedra, con esas partes ventrales color herrumbre. Al estar encima de un cable oxidado, la impresión era aún mayor. ¿Qué era esta golondrina tan extraña?

Una vez en casa, investigué un poco.
No se producen muchos avistamientos de este tipo de golondrina en España, que parecen corresponder a golondrinas de las subespecies transitiva o savignii. Las 1as crían en Oriente próximo, y las 2as, aún más raras, en Egipto, y ambas tienen el pecho y el vientre, así como las partes inferiores del ala rojizas.

Las posibilidades de que mi golondrina fuese de la subespecie transitiva son escasas, pero concordaban perfectamente con lo que pude captar (fugazmente), y así lo he enviado al comité de rarezas de la SEO.

Sea como sea, la identificación segura solo se produce al realizar complicadas pruebas morfométricas, que evidentemente son imposibles en este ejemplar, pero yo me consuelo en pensar que aunque nunca quedará claro si es una "transitiva", o solo una aberración cromática de tipo local, que también las hay (muy raras también), la golondrina no solo era rara, también era una preciosidad, con ese vientre de fuego.

En todo caso, es un fenómeno curioso, y aquí os lo traigo, junto a un mapa de las distintas subespecies.

Espero que os haya gustado "mi" golondrina.

Si os gusta este tema, hay un sesudo pero interesantísimo artículo sobre la variabilidad genética de la golondrina común que merece la pena "estudiar".

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