Gaviotas de otoño (I): Gaviotas patiamarillas.

Este otoño, me propuse hacer un buen álbum fotográfico de gaviotas en el Parque Isabel de Gijón, un lugar mágico para ponerse cerquísima de ellas.

Esto me permitió luego en casa analizar sus características y aprender un montón. Una vez hecho esto, y antes de archivarlas, voy a compartir algunas de las fotos. No son las más interesantes, o diagnósticas, pero sí las estéticamente más atractivas, así que sin entrar en detalles de identificación, os pongo unas fotos, espero que os gusten. Comienzo con gaviotas patiamarillas (Larus michahellis). Acordaos que su plumaje es el de otoño, no el actual.

1er invierno, y muy parecida a una argentea.

2os inviernos, ahí van unos cuantos, como veis la variedad es tremenda.

Un incipiente 3er invierno.

Y las preciosas adultas.

Irina, la gaviota cáspica de Zeluán.

Sigue con nosotros Irina, la gaviota cáspica (Larus cachinnans) que lleva años volviendo cada invierno a Zeluán.

Para ser una cáspica, es poco agresiva, y bastante tolerante con las otras gaviotas, pero se le ve un porte y una postura muy dignas, como si supiese de su alcurnia y su prestigio. Una perdonavidas, vamos.

Esperemos que siga volviendo muchos, muchos años.

Calones

En el Rendiello, este sábado, pude ver 4 típicas especies buceadoras, lo que en Asturias llamamos calones, aunque propiamente dicho, el término solo define a los colimbos.









Entre ellos, de nuevo, este colimbo ártico (Gavia arctica), aunque de nuevo la lluvia y la mala luz me estropearon la foto.










Otro colimbo, el grande (Gavia immer), aún más lejos.











Y otras 2 aves buceadoras grandes, mucho más frecuentes: el cormorán grande (Phalacrocorax carbo), el que más a gusto de los 4 se encuentra volando.








Y el más pequeño cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis).

Explanada de la Figar (y II): Gavión hiperbóreo.

El sábado era el único día que podía salir a pajarear de esta semana y traté de aprovecharlo bien, pero la climatología, muy negativa,me lo puso muy difícil.










Uno de los bichos que pretendía encontrarme era un gavión hiperbóreo (Larus hyperboreus), y me costó muchísimo encontrarlo.








En las distintas playas entre Avilés, Gozón y Gijón, donde lo busqué, junto a la gaviota polar, que tampoco aparecía, no hubo suerte.




En el Muelle del Rendiello del puerto gijonés del Musel  tampoco aparecía, y solo al final, en la explanada que os expliqué ayer, pude localizar, muy lejos, a este gavión.













Lejísimos entre la vegetación y acurrucado era casi imposible sacarle una foto con iphonescoping, pero por suerte, al salir del puerto, rodeé la valla por la carretera a Jove y lo pude ver un poco mejor, pero al fotografiarlo con el 100-400 me quedó muy pequeñito.









Un 1er invierno "palidísimo" que se bañaba bien a gusto junto al resto de gaviotas.






Una lástima no pillarlo en mejores condiciones, pero hay que agradecer al menos haberlo encontrado. Este invierno está siendo espectacular para esta especie en la Península Ibérica y hubiese sido un desastre no haberlo visto por Gijón.

Explanada de la Figar (I): Tarro blanco.

El sábado, en el Musel, pude ver varios bichos interesantes, entre ellos un macho de tarro blanco (Tadorna tadorna).









Ya hace unas semanas pudimos observar en este mismo lugar a una bandito de 4 ejemplares de esta especie, y ahora este ejemplar está en la charca temporal que se forma en la explanada de la Figar, en el Musel.




A esta charcatemporal, que alberga a veces a unas cantidades enormes de gaviotas y algunas anátidas y limícolas, se accede fácilmente a la salida del puerto del Musel, a  mano derecha, pero no tiene un sitio fácil de observacion, ya que desde dentro del puerto no se puede uno acercar demasiado a la orilla o se espantan las aves, y desde el vallado del puerto, en el camino a Jove, también se ve pero lejos.

Una auténtica pena porque es un lugar excelente para leer anillas y ver gaviotas raras.

Por el Rendiello (VI): Araos comunes y alcas.

Pues también había álcidos, en concreto 2 alcas (Alca torda), y este arao común (Uria aalge) de la foto.

Ninguno de los 2 se acercó mucho, pero al menos sí se estuvieron quietecitos en su posición.

El día estaba negro y lloviendo mucho, daba un poco de pena verlos allí tan aburridos.

De las 2 alcas una hizo un pase cerca del muelle, y aproveché para retratarla.

Igual de pinta de aburrimiento, lo normal en esta especie es que no paren debajo del agua, quizás ya estaba de pescado hasta arriba.

 

Y como vino, ¡chas! Se fue.

Por el Rendiello (V): Pixín.

Pues sí, no solo de plumas vive el hombre, y menudo susto me di cuando poco a poco vi asomar su bocaza a este pixín (Lophius piscatorius), en castellano pejesapo, al lado del Rendiello. Un ejemplar que era realmente enorme. Subía y bajaba despacio a cierta distancia, y no me hice una idea completa de si estaba en superficie esperando comerse a algún colimbo, cosa que por lo visto en otras latitudes hacen con despreocupada frecuencia, o si estaba agonizando y subía a superficie a asustar a algún fotógrafo en sus últimos momentos.


Sea como sea era bestial, son peces de fondo que de vez en cuando salen a superficie, pero no es en absoluto frecuente, y es la 1a vez que lo vea "al natural", porque normalmente suelo verlo en el plato, ¡me encanta el pixín!
Tengo que confesar que en una hermosa velada con mi esposa me zampé una pieza de 2 kilogramos en el restaurante del Talasoponiente de Gijón. llevo buscando casi una hora la foto de tan heroico combate por todo el ordenador, pero temo haberla borrado, craso error, pero juro que me lo zampé entero, estaba buenísimo.

Por el Rendiello (IV): Colimbos árticos.

Como suele suceder, buscas una cosa y encuentras otra. Este domingo andaba detrás de las focas y de las gaviotas blancas. Nada de nada. Pero encontré otros animales, entre ellos, 2 colimbos árticos (Gavia arctica).

Uno de ellos en tierra de nadie, lejano, en medio de la ensenada,a  tiro de telescopio, pero con la que estaba cayendo, la verdad es que no me apetecía nada sacarlo. A vista de prismáticos, me pareció un inmaduro. Imposible fotografiarlo.

El otro partió de similar localización y fue acercándose.

Lo suficiente para echarle estas fotos testimoniales, ya que de ahí no pasó, pero bueno, al menos se ve bien su librea característica. El menos común de los colimbos invernantes en Iberia, y para mí, el más guapo.

Por el Rendiello (III): Lavandera cascadeña.

Sí, sé que frunciréis el ceño, porque en el Musel uno se imagina majestuosas aves marinas llegadas de sitios lejanos, pero esta ave también posó pacientemente y se ganó su derecho a salir, y aquí la pongo. Mañana seguiré con los colimbos ;-)













Pues nada, una guapa lavandera cascadeña (Motacilla cinerea) que se alimentaba delante de nuestro coche, y decidimos, cada cual como pudo, sacar los teles y sacarle fotos, cada cual en una postura más imposible. Con el movimiento que había en los amortiguadores del coche, la policía portuaria debi´ó pensar en otra cosa más indecorosa...





Pues nada, un pájaro precioso y un toque de color en el normalmente monocromático panorama de las aves "marinas" en invierno.

Por el Rendiello (II): Charrán patinegro.

Otro de los habituales, el charrán patinegro (Sterna sandvicensis) se dejó fotografiar por el Rendiello.















No siempre lo hace, porque pasa un instante y se va, pero este inmaduro en plumaje invernal protagonizó varios lances de pesca (exitosos), y nos permitió disfrutarlo un buen rato.





Lo que ya resulta casi imposible es pillarlo cuando entra a toda velocidad tras su presa en el agua. A lo más cerca que llegué fue a inmortalizarlo cuando empezaba la maniobra.

Por el Rendiello (I): Colimbos grandes.

Está siendo este un buen invierno de colimbos, especialmente de colimbos grandes (Gavia immer).

El sábado pasado, en el Musel, pudimos ver 4 ejemplares, puede que diferentes, por coincidir con el número de ejemplares que nos relataron observadores anteriores, a 2 los vimos en las aguas de la dársena inmediata a la entrada al puerto, otros 2, en el Muelle del Rendiello.
En el Rendiello, muy cerca, desde el puente, teníamos a este prácticamente debajo.
Y otro muy lejano, no fotografiado.

 

Ya en la dársena del Muelle, otros 2 ejemplares, este relativamente cercano.

Y muy tranquilito.

Otro, fotografiado bastante más lejos, lástima que no se pongan todos a tiro tan cerca.