lunes, 23 de septiembre de 2019

Delta del Ebro: La Tancada (II).

Seguimos con la gran variedad de aves que pude ver por la laguna de la Tancada en el Delta del Ebro. Me llevó 14 kilómetros darle la vuelta entera. Empiezo con las gaviotas de Audouin (Larus audouinii), de las que pude ver 4 ejemplares anillados, todos locales.









Es muy emocionante estar en el paraíso mundial para esta especie, su último y gran bastión. Aquí es con mucho la gaviota más abundante, y llegué justo cuando las gaviotas jóvenes se estaban independizando de sus padres.









Volaban entre las salinas y la playa, donde se alimentaban de los restos de los bocatas de la gente en el Trabucador.









Gaviotas patiamarillas (Larus michahellis), un centenar, sobre todo en la playa, pero también en los arrozales.










Abundante también la gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus).












No obstante, el momento más emotivo fue cuando en la contigua playa del Trabucador pude ver a los primeros ejemplares de gaviota cabecinegra (Larus melanocephalus).












Le dedico muchas horas a esta especie de gaviota en invierno, muchas horas de frío y de lectura de anillas, así que ver ejemplares reproductores en uno de los pocos puntos donde cría en España fue toda una alegría.










De charranes, pude ver charrán patinegro, charrán común y fumarel cariblenco, y ver y fotografiar a la pagaza piconegra (Gelochelidon nilotica)...










...y al charrancito (Sternula albifrons).














Junto a la costa atlántica andaluza es el mejor punto de paso y reproducción para los charranes en España, cosa que no me extraña dado el aislamiento y gran extensión de la playa del Trabucador y la bahía somera que encierra.





En esta zona interior, que es un gran fangal de poca profundidad, pudimos ver mucha variedad y número de limícolas, entre ellos vuelvepiedras, andarríos grandes, chorlitejos chicos (Charadrius dubius)...








...chorlitejos patinegros (Charadrius alexandrinus)...












...andarríos chicos (Actitis hypoleucos) y archibebes comunes (Tringa totanus).












En la propia laguna hay zonas de densa vegetación donde proliferan las aves ligadas al carrizo, como el calamón, la gallineta común y la focha común (Fulica atra).











Aunque esta densidad de la vegetación impide que se vean bien, se pueden localizar multitud de paseriformes alrededor.











Los más abundantes, los carriceros comunes, también había varios carriceros tordales (Acrocephalus arundinaceus).










En esta foto vemos la versatilidad del lugar, con 3 especies muy distintas de pájaros en un metro cuadrado: lavandera boyera (Motacilla flava), gorrión molinero (Passer montanus) y cogujada común (Galerida cristata)







Del gorrión molinero vi más de una docena de ejemplares, hacía años que no veía tantos, en Asturias ya sería noticia.













Arriba de las cañas, dos especies típicas, el escribano palustre (Emberiza schoeniclus)...













...y el cistícola buitrón (Cisticola juncidis). Sin foto se quedaron un montón de aves, como las t´rortolas turcas, palomas torcaces, aviones comunes, golondrinas comunes, vencejos sp, currucas cabecinegras, o gorriones molineros, entre otros, la suma marea.










La zona de reserva integral, al fondo, en la punta de la Barra del Trabucador, (muy bien) cerrada a los visitantes, debe ser una delicia, pero me conformo con pensar en el paraíso que debe ser, cuantas menos molestias, incluida la mía, por bienintencionada que sea, mejor.








Terminamos un día tan increíble sumergiéndonos en tan peculiar e inolvidable paisaje, dándonos un baño de luz.










domingo, 22 de septiembre de 2019

Delta del Ebro: La Tancada (I).

Poco más se puede decir de esta visita que creo que en mi vida nunca había visto tantas aves en una sola mañana. Aunque caminé 12 kilómetros, y se me hizo largo por el calor, lo peor fue recapitular y ver la cantidad de especies diferentes que pude disfrutar.










La laguna, además, tiene una conexión, vía salinas, con la espectacular península del Trabucador, así que recibe a un montón de aves directamente desde la costa.









Por empezar por algún sitio, había varias decenas de ánades azulones (Anas platyrynchos).
Acompañados en la lámina de agua de decenas de zampullines chicos y al menos una docena de somormujos lavancos.










Flamencos comunes (Phoenicopterus roseus), los vi en diversas modalidades, tanto en vuelo alto...








...como en vuelo rasante...














...alimentándose en solitario...













...o en grupo...













...en salinas o en arrozales...







...un espectáculo.















Otra ave espectacular, la garceta grande (Ardea alba), hasta 4 juntas se veían, y burlando la típica timidez de la especie.












Mucho más abundantes las garcetas comunes (Egretta garzetta), este es un buen lugar para comparar ambas especies.








De garzas imperiales (Ardea purpurea), cerca de una decena, y en diferentes poses, pero siempre cercanas, lo que no es habitual para esta tímida garza.










Lo mismo con el habitualmente críptico martinete (Nycticorax nycticorax).












Las garcillas bueyeras, que aquí no tienen ganado al que guardar, también estaban presentes. También las garcillas cangrejeras, menos abundantes. Moritos (Plegadis falcinellus), casi por todas parte, medio centenar.









Algunos grupos pasaban desapercibidos entre los inmensos arrozales que rodean la laguna.







Pude ver 2 canasteras comunes (Glareola pratincola) en los arrozales, pero solo le saqué esta birria de foto. Evidentemente, son escasas y esquivas.








La mezcla, idílica y ojalá fuese exportable, entre agricultura y naturaleza ha hecho que el paisaje se diversifique y proporcione hábitat a un montón de aves bien diferentes.
Lo curioso es que se encuentran casi las mismas especies en las salinas...








...que en los campos de arroz...














...o en los canales y acequias. Las aves se mueven fantásticamente de un hábitat a otro, ese es el secreto del éxito de este humedal. Ojalá tomasen nota los gestores.








La gran labor de conservación de los caminos para paseantes y bicis, y la densa red de observatorios (y su limpieza) hacen que sea una maravilla recorrer esta laguna. Eso sí, hay que tener en cuenta que quien quiera hacer el camino completo alrededor debe tener paciencia y dotes de navegador, ya que, al menos en verano, con el arroz en pleno crecimiento, es imposible circular a pie pegado a la laguna, hay que tomar algún que otro rodeo.




Termino la entrada de hoy de aves con las cigüeñuelas (Himantopus himantopus), abundantes y ruidosas.











Y con sus primas, las avocetas (Recurvirostra avossetta), criando aquí en buen número.












Preciosos los pollitos.













De insectos, de nuevo, poca variedad, aunque mucha abundancia, de odonatos, con la siempre presente Sympetrum fonscolombii dominando absolutamente la laguna.











Y de mariposas, peor situación, ya que hay pocas especies, pero además poca abundancia, me resultó curioso, y francamente decepcionante. la mariposa más abundante, la llamativa mariposa tigre (Danaus chrysippus)










Mucho más sencilla, la blanquita de la col (Pieris rapae).















Queda mucho que contar, para la próxima entrada.