viernes, 27 de marzo de 2020

El espectáculo de los dormideros de estorninos.

El día del censo europeo de acuáticas invernantes madrugamos para ver el grandioso espectáculo de los estorninos pintos (Sturnus vulgaris) abandonando el dormidero del Parque Isabel de Gijón.

A los vuelos nerviosos de miles de aves, que crean un muro de sonido con sus alas, finalmente, tras la caída de una gran rama justo a nuestro lado que cedió por el peso de los estorninos, le sucede el vuelo final en el que todo el bando, al unísono, abandona el dormidero para repartirse por la campiña del concejo. En el vídeo vemos también a varias garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) haciendo lo mismo, pero al ser "solo" 650 no son tan llamativas ni tan ruidosas. Un espectáculo que nadie debería perderse en invierno.

lunes, 23 de marzo de 2020

Corneja negra: la viva imagen de la inteligencia.

Las cornejas negras (Corvus corone), aves no precisamente populares son, como el resto de los cuervos, unas aves tan inteligentes como eficaces a la hora de encontrar comida.










Entre los miles de troncos y restos vegetales que dejaba la riada de enero en Ribadesella, localizó en cuestión de segundos una bellota y en menos tiempo todavía ya la había partido y comido.










La ráfaga de la cámara permitió ver el proceso en detalle, y fue tal y como aquí lo dejo plasmado.










viernes, 20 de marzo de 2020

La Delaware del parque Ferrera cerrando 2019

Volvió, en los últimos días de 2019, la Gaviota de Delaware (Larus delawarensis) al parque Ferrera de Avilés, ya es costumbre por navidad.













Qué tiempos aquellos cuando las veíamos frecuentes por Gijón. Ahora, salvo el amigo Nacho, que está a todas y en todas, los demás tenemos que ir a buscarla a la localidad vecina. Es lo que hay.

sábado, 14 de marzo de 2020

Una gaviota cáspica de antes de navidad

En la ya lejana semana del comienzo de navidad de 2019 pudimos observar a una gaviota cáspica (Larus cachinnans) bien guapa.











Si no me equivoco, debe ser un primer invierno, la edad más frecuente de presentación de las escasas cáspicas que se dejan ver en invierno en Gijón.










Estuvo con nosotros varios días, lo que permitió comprobar que era el mismo ejemplar que había localizado primeramente Nacho Vega.

domingo, 8 de marzo de 2020

Con MAVEA a las Villuercas (y X): Monfragüe.

Hicimos una parada indispensable a la vuelta a Asturias para parar apenas unas horas en el parque nacional de Monfragüe. La primera parada, en el Salto del Gitano, no pudo ser más espectacular.










En este estrechamiento del río Tajo se da una densidad de aves tremenda.












Sin duda las más espectaculares son los buitres leonados (Gyps fulvus), que aparecían casi por cualquier parte. A corta distancia, como gigantescas gárgolas sobre las rocas de la carretera...














...o a lo lejos, sobre los riscos, en masas de decenas de ejemplares.








En el bosque mediterráneo que cubre las laderas, más buitres...












...en esta ocasión con algún ejemplar de buitre negro (Aegypius monachus).












A lo largo de las cornisas del Tajo...













...un buen dormidero de garzas reales (Ardea cinerea).












Y justo debajo de nuestro observatorio, paseriformes tan interesantes como el roquero solitario (Monticola solitarius)...










...o el picogordo (Coccothraustes coccothraustes).













Todavía impactados por tantas cosas interesantes en breves minutos de observación, decidimos hacer una pequeña excursión hasta el castillos y la ermita de Monfragüe, para ver el conjunto desde las alturas.






La ruta nos permitió ver la gran biodiversidad del bosque mediterráneo, con muchas especies diferentes. Arces, serbales, fresnos...











...y las dominantes encinas mediterráneas (Quercus rotundifolia), que cubrían mayoritariamente las pendientes.











Pequeñas charcas que en época de cría deben estar llenas de renacuajos, y en verano de posadero para paseriformes sedientas.











Ya en la cima, un panorama espectacular.

A pesar del gentío...













Las vistas lo compensaban con creces.












Bajamos a prisa con ganas de más tiempo en el Castillo, pero nos esperaba un largo viaje de vuelta al hogar.











Las venenosísimas cebollas albarranas (Drimias maritima) casi en todas partes, por desgracia sin su bonita floración todavía.











La diversidad de vegetación nos la recordaban los carteles del párking.












Un bocata rápido y vuelta a casa. Un broche final estupendo para un viaje inolvidable.








sábado, 7 de marzo de 2020

Con MAVEA a las Villuercas (IX): Embalse de Gargáligas y de nuevo río Cubilar.

Buscando anátidas, hicimos un largo paseo en coche hasta este embalse ya en la provincia de Badajoz, con unos alrededores preciosos entre dehesas y cultivos de cereal.










En las acequias del embalse, multitud de rabilargos (Cyanopica cooki). En este caso acompañado de un mirlo común (Turdus merula).










Muchos también en las dehesas.













Llegados al propio embalse, cientos de anátidas, pero muy lejanas.












Los más frecuentes, ánades azulones (Anas platyrhynchos), también algún ánade friso (Anas strepera).











Bastantes zampullines chicos, y al menos dos somormujos lavancos (Podiceps cristatus).












Fue pena la gran distancia. En las dehesas de alrededor, multitud de paseriformes, como mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita)...











...cogujada común (Galerida cristata)...















...tarabilla común (Saxicola rubicola)...














...o bisbita pratense (Anthus pratensis).















Y por supuesto, nuestras grullas (Grus grus), en gran número y bastante cercanas.












Todo el camino de regreso a los dormideros del río Cubilar las vimos, acompañadas en ocasiones de garcillas bueyeras (Bubulcus ibis), y de ejemplares sueltos de garza real y garceta común.






De vuelta al río Cubilar, otra vez el maravilloso espectáculo de miles de grullas juntándose para pasar la noche.









Que nos tuvo extasiados hasta el anochecer.