jueves, 28 de noviembre de 2019

Playas deliciosas: Sabugo

La playa de Sabugo, otra deliciosa playa totalmente desconocida, es la playa que se encuentra entre las de Barayo y Otur. Entre estas playas tan famosas, es normal que pase desapercibida. Aunque la bajada es larga, un paseo desde el mismo aparcamiento de Barayo, en su vertiente valdesana, permite, después de atajar una buena caída por un senderillo, llegar a esta maravilla de tranquilidad.

lunes, 25 de noviembre de 2019

Por la ruta de los Miradores del Cabu Vidío

El Cabo Vidíu, en Cudillero, ofrece siempre grandes paisajes, playas deliciosas, y, con frecuencia, un fuerte sentimiento de plenitud y libertad. En esta ocasión, a finales del verano, no fue una excepción. De nuevo.










Ruta fácil de caminar, pero en mi opinión, inacabada, pues debería enlazar con la playa de la Vallina, pero teniendo en cuenta la tranquilidad que se vive en esta playa, casi mejor dejarla así.








La primera parada fue para observar la playa de Doría, o peña Doría, asequible pero normalmente vacía por evitarse los 100 metros de desnivel de la bajada. Una pena.









Por el camino, grandes brezales y algunas plantas de los acantilados interesantes, como la Pulicaria odora.










La siguiente playa, a la que posteriormente bajamos, es la de Cueva.














Desde los distintos miradores instalados en la ruta podemos disfrutar su belleza.









El chochín (Troglodytes troglodytes) también parecía estar muy a gusto.

















Y finalmente llegamos al mirador, de vértigo, sobre las playa de La Vallina - Vivigo, un gran final sin duda.













Por el camino, muchos insectos interesantes, por ejemplo esta libélula muy común, la Sympetrum fonscolombii, una hembra.













Muy abundantes varias especies de mariposas, por ejemplo la medioluto norteña (Melanergia galathea).











Muchos ejemplares también de la dorada oscura (Thymelicus acteon), en este caso un macho.












Y de la pavo real (Inachis / Aglais io).













No faltaron, por último, las colias mayor (Colias croceus).

Un paseo perfectamente aprovechable.

domingo, 24 de noviembre de 2019

Una explosión musical

O algo así fue lo que vimos Manolo, Roberto y yo a finales de agosto, con una bolsa enorme de mosquiteros musicales (Phylloscopus trochilus) moviéndose en un espacio muy reducido.















La bolsa era muy difícil de calcular en número de efectivos, pero teniendo en cuenta que solo en este sauce calculamos un 150 ejemplares, el total de lo que iba entrando desde el mar, sedimentándose y moviéndose, podría estar por unos 400 mosquiteros.









No es que sea algo inhabitual, pero hay que estar allí para verlo y tuvimos la suerte.













La presencia y conservación de estos setos vivos entre grandes fincas agropecuarias demuestra aquí su gran utilidad para el descanso y avituallamiento de los insectívoros.










Además de mosquiteros musicales, que se mueven por millones desde el norte de Europa hacia África, y es natural que abunden, pudimos ver más migrantes transaharianos, como un cuco (Cuculus canorus), aparentemente leucístico.









Varias collalbas grises (Oenanthe oenanthe), posiblemente de la raza leucorrhoa.














Y un juvenil de alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio), por desgracia cada vez menos frecuentes.

miércoles, 13 de noviembre de 2019

Paseo de Penarronda a Serantes: Todas playas deliciosas.

Palabras mayores son las 3 primeras playas, desde el oeste, del concejo de Tapia de Casariego.












Partiendo del aparcamiento en la ermita de San Lorenzo, dejamos al oeste la playa, frontera con Castropol, de Penarronda. Siempre increíble y muy cambiante con la marea, no era nuestro objetivo este día de agosto.





Más al este, la playa de Santa Gadea, casi siempre agradablemente semivacía a pesar de ser, para mi gusto, una de las mejores playas de Asturias.




Con las islas Pantorgas cerrando al oeste la bahía, islas muy bien habitadas de ostreros y cormoranes moñudos, que crían, o más bien diría sobreviven, cada primavera.

Una playa muy tranquila, afortunadamente, rodeada de un entorno rural muy conservado.











Seguimos este paseo y llegamos al núcleo duro de las playas deliciosas en el occidente, la cala de Mixota.

50 años después de los primeros nudistas en esta bendita playa, sigue siendo fuente inagotable de anécdotas, algunas ciertas, entre curas de la comarca, aldeanos no siempre descontentos con la visión de los pecaminosos naturistas y autoridades locales. Lo que no es broma es la gran belleza y paz que se vive abajo en la arena de este paraíso.

Terminamos asomándonos al acantilado para ver cercana la playa hermana de Serantes, y, a lo lejos, Tapia.













Además, en el pueblín de Santa Gadea la abundancia de casas de labor bien conservadas permite la cría de aves de granero, como este juvenil de lavandera blanca (Motacilla alba)...










...o de estos pollos volanderos de estorninos negros (Sturnus unicolor).




lunes, 11 de noviembre de 2019

Delta del Ebro: Desde la piscina.

Tuvimos el acierto de pasar las vacaciones en el Delta del Ebro en pleno arrozal, en una casa de campo con jardín y piscina, lo que nos permitió, con incredulidad al principio, y ya casi con naturalidad al final, disfrutar de un checklist de aves casi al lado, desde la tranquilidad de la tumbona que en otros lugares necesitaría de semanas de observatorios y esperas. Evidentemente, encantados.
Mi recomendación para visitantes del Delta del Ebro: buscar alojamiento entre Deltebre y el mar, en cualquier arrozal  alrededor se encuentran más aves, y más cerca, que buscándolas en los observatorios.


El listado de lo que vimos desde casa fue largo, pongo algunos ejemplos, como las garcetas grandes (Ardea alba), ejemplares solitarios que rondaban cada mañana con las más abundantes garcetas comunes (Egretta garzetta).










Garzas imperiales (Ardea purpurea), casi de continuo, tanto en el camino de acceso...












...como debajo mismo de la casa, cazando ranas y pececillos en el arrozal.













Idéntica situación de las abundantes garcillas cangrejeras (Ardeola ralloides)...













...y garcillas bueyeras (Bubulcus ibis).











Los moritos (Plegadis falcinellus), muy abundantes, y plenamente fotografiables desde casa.











A los martinetes (Nycticorax nycticorax) no los vimos directamente en nuestra finca, pero sí que pasaban frecuentemente entre los árboles de alrededor y los arrozales, volando alto.












Los límites de tierra compactada entre arrozal y arrozal eran oteaderos tan buenos para las aves como para el fotógrafo. Podías ver de todo.











Delante nuestro criaban las cigüeñuelas (Himantopus himantopus), pudiendo ver las evoluciones de sus pollos al lado mismo...










...con los padres patrullando su territorio constantemente.












Nos extrañó por contraste el escaso número de limícolas, destacando únicamente la abundancia de zarapitos trinadores (Numenius phaeopus).












Sin duda el ave más abundante (cuesta creerlo con lo difícil que es localizarlos fuera del Delta), era el fumarel cariblanco (Chlydonis hybrida). criaban felices entre el arroz, invisibles entre la espesura, pero muy llamativos en sus posaderos, aunque al principio parecían golondrinas de los muchos que se llegaban a congregar.








Verlo para creerlo, hasta que no se acerca uno parece imposible...pero compartían los cables con estorninos y gaviotas.







Una maravilla despertarse y ver al fumarel encima tuyo.












Gondrinas comunes (Hirundo rustica), también había, de hecho, cientos, dada la abundancia de insectos (por desgracia la única nota molesta de las vacaciones, ya que era imposible salir de noche de la casa).



Compartían tan escasos posaderos en los arrozales los cernícalos vulgares (Falco tinnunculus)

















No paraban de comer libélulas, muy muy abundantes en nuestro pequeño jardín, con 2 especies acaparando esta abundancia, la Sympetrum fonscolombii. Hembra...











...macho...













...y el pequeño caballito del diablo Ischnura elegans.










Sorprendentemente, y sucedió durante todas las vacaciones, el número de mariposas era muy escaso, principalmente vimos en nuestro jardín atalantas (Vanessa atalanta).










De otras aves ya más comunes, muy abundantes los ánades azulones (Anas platyrynchos)...












...las gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus)...













...las palomas torcaces (Columba palumbus)...












...y gallinetas comunes (Gallinula chloropus).








Lo puedo decir más alto pero no más claro: El delta del Ebro es un paraíso. Intentaremos volver en breve.