sábado, 31 de diciembre de 2011

La última entrada del año para Zeluán

Que es donde me encuentro mejor últimamente, el día 26 pude disfrutar bastantes especies, aunque muuuuy lejanas por la marea baja. Malas tirando a horrendas fotos entonces.

Empalmo con el gavión atlántico (Larus marinus), del que os ponía un adulto de este mismo día en mi última entrada. Adulto enorme e inconfundible.
Pues había también un 2º invierno, alejado al otro extremo de la playa, grandote también.
Y luego estaba este, que era fino y elegante, adjetivos no muy "gavioneros". ¿Una chica? Destaca entre las demás gaviotas, que se mantienen a una distancia prudencial.






No es la 1ª vez que confundo un gavión con una megapatiamarilla de las mediterráneas, espero que no sea el caso. Bueno, ahí os la dejo, y si tenéis que echarme la bronca, merecida la tengo, aunque creo estar bastante seguro de este gavión. (Como ves, Miguel, no deberías fiarte demasiado de mis capacidades).





Un 1er invierno, si nos fijamos en detalles como las mediaslunas de las primarias aún muy estrechas e incipientes.











En todo caso, enseguida se fue.












Esta otra gaviota de 3er invierno tiene toda la pinta de ser una argentea (Larus argentatus).





Había bastantes gaviotas patiamarillas (Larus michahellis), varias anilladas:
Esta ya os la puse hace bien poco: PHAC, catalana del Delta del Ebro.




Y esta nueva, si no me equivoco, su 1ª observación, que me costó un güevín porque estaba lejos y con la anilla girada. Se trata de K3K, murciana anillada esta temporada como pollo en la Isla Grosa.

Mentira gorda: leyéndolo de nuevo, es 3K3, me he liado.





Había centenares de gaviotas reidoras (Larus ridibundus), y no menos de 4 gaviotas cabecinegras (Larus melanocephalus).

Por lo demás, siguen algunas especies asentadas hace semanas, como la serreta mediana (Mergus serrator), en tierra pero lejanísima.


Los somormujos lavancos (Podiceps cristatus), 6 en total, aquí en la foto unos cuantos.




Ánades azulones (Anas platyrynchos), yo vi 10, aunque seguramente había más.








Cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo), 33.

Aquí, junto a un zarapito real (Numenius arquata), una garceta común (Egretta garzetta).
Y las reidoras.




Muy cerca, los cormoranes moñudos (Phalacrocorax aristotelis), de los que vi en total 2.






Garzas reales (Ardea cinerea), 2, muy discretas.


No tanto como las garcillas bueyeras (Bubulcus ibis), que en número de 4 llamaban mucho la atención.








Y me quedan los limis: 2 zarapitos trinadores (Numenius phaeopus), muy guapetones.

Y varios correlimos comunes (Calidris alpina), chorlitejos grandes (Charadrius hiaticula) y 2 andarríos chicos (Actitis hypoleucos), muy lejanos para fotografiarlos.


Algo menos lejanos, los 12 chorlitos grises (Pluvialis squatarola).
Se movían por allí los 3 archibebes claros (Tringu nebularia).
Y 5 vuelvepiedras (Arenaria interpres).



Y de allí me fui bien satisfecho.




miércoles, 28 de diciembre de 2011

Juro que la foto no está trucada: el gavión es así de enorme

Hoy estoy reventao después de pasar la tarde instalando el TDT nuevo para mi hijo (yo no veo la tele, y mi esposa lee y lee...), así que os pongo solo una foto, anticipo de la entrada con lo mucho y guapo que vi el lunes 26 en Zeluán.

Se trata de un gavión atlántico adulto (Larus marinus), uno de los 3 que vi ese día, pero este era de un tamaño digamos que XXL, y cuando se metió entre un grupo de gaviotas sombrías (Larus fuscus), no me lo pensé y le saqué unas fotos: el contraste de tamaño es bien notorio.

Me encantan los gaviones.

martes, 27 de diciembre de 2011

Y navidad en el Arbeyal (y con algún regalo lejano)

Con una helada de impresión, y habiendo desayunado una tónica y un almax (os podéis imaginar la noche), y con un despertar calamitoso, fui crujiendo huesos hasta la playa del Arbeyal, sin un solo alma por la calle, algo inusual para un día de fiesta a las 9 de la mañana (En Gijón la gente pasea a horas cada día más extrañas).

Todo de muy lejos, pero pude observar a prismáticos las andanzas de 2 negronas comunes (Melanitta nigra), que amagaron con acercarse, pero se quedaron a medio camino. Tenía la esperanza que se subiesen a las rocas que dejó una marea bajísima, pero no hubo suerte.







Lo mismo hicieron un zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis), que chocó bajo el agua con una de las negronas, lo deduzco porque salieron los 2 echando chispas del agua, en direcciones contrarias, bajo el espigón. No hay foto del momento, que fue muy cómico.






Y se añadieron a la fiesta otras 3 alcas (Alca torda), que me desesperaron con tanta zambullida, creo que ya tengo demasiadas fotos de espuma, y esta vez la acidez de estómago impidió mi por otra parte proverbial paciencia, y me marché.








En un momento dado, llegaron a juntarse todas las especies en una lámina de agua relativamente pequeña.









De gaviotas, muy lejanas, varios banditos mixtos de gaviota cabecinegra (Larus melanocephalus), gaviota patiamarilla (Larus michahellis), gaviota sombría (Larus fuscus) y gaviota reidora (Larus ridibundus), de menor a mayor abundancia. A destacar un gavión atlántico (Larus marinus) juvenil, al que pude observar muy lejano, yéndose hacia el Musel.



Y algún cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis) también cruzó la zona.











Y de allí, a casa de mis suegros, a seguir comiendo,,,,,,,,,,,,,,.............___________¡buff!


lunes, 26 de diciembre de 2011

Día de nochebuena por el Parque

En el Parque Isabel, poca gente, bastantes aves, no muchas novedades.
Este pequeño porrón me engañó durante un momento, con ese blanco en el pico, los laterales del cuerpo claritos, y sin moño, pensé que podría ser una hembra de porrón bastardo, pero el negro del pico no se limita a una lágrima en la punta, y no tiene el color ante-grisaceo vermiculado de los flancos, y tampoco tiene tanto blanco en la base del pico como la bastarda, así que mi veredicto es que se trata de un juvenil de porrón moñudo (Aythya fuligula).



Pero cuando salió del agua, me dio el subidón por unos segundos...












Muchas anátidas: ánades frisos, azulones, cucharas europeos, porrones moñudos...a tope como es habitual por estas fechas.

De gaviotas, sin haber gran variedad ni rarezas, sí que hay gran número, y muy muy pero que muy cercanas.
Siguen las gaviotas cabecinegras (Larus melanocephalus).
De 1er invierno, como esta que ya os presenté otro día, con el pico torcido.











O adultas, como esta otra.

¡Cómo presta tenerlas tan tranquilas, a menos de 5 metros!








A quien no le gusten las gaviotas sombrías (Larus fuscus), le pongo esta, que si no me equivoco, está mudando a plumaje de 2º invierno, y las plumas escapulares adquieren un aspecto fantástico.










Esta otra sombría, M+A, anillada en Inglaterra por Peter Rock, se escondía bastante.















Al contrario que la gaviota patiamarilla cantábrica (Larus michahellis lusitanius) AJ1N, de Isolino Pérez, que es fácilmente localizable.







Las gaviotas redioras (Larus ridibundus), un remanso de paz. Me gusta el aspecto de la de enmedio.







Todo paz y tranquilidad...¡hasta que algún niño tira gusanitos de maiz! entonces...¡págalo la última!

sábado, 24 de diciembre de 2011

Gaviota "lapona"


Podría ser la 1ª cita por estas fechas de la famosísima gaviota lapona (Larus santaclausii), que se suele ver por estas latitudes hacia la noche del 24 y madrugada del 25.

Al principio pensé que se trataba de una gaviota báltica (Larus fuscus fuscus), pero creo que viene de un poco más al Norte y hacia el interior, os pongo este enlace con su hábitat.

Desconozco quien puede ser el anillador, si alguien lo sabe que me lo diga porque no lo encuentro en la base de datos...

En todo caso es una gaviota rara rara rara, con esas carúnculas cefálicas, la bigotera que casi es más bien barba, y ese plumaje rojizo, en fin, quizás quede en el cajón de las que nunca se sabrá lo que es...aunque su reclamo, un "hou-hou-hou" es bien característico.

Bueno, aprovecho esta entrada con esta “rareza” para felicitaros las fiestas a todos los que os pasáis por aquí.

Algunos ya sabéis que no me fue fácil volver a montar el blog, y aún no está tal y como yo quisiera, me falta tiempo para pulir muchos detalles, pero ya cumplo 100 entradas y me voy soltando. Tened paciencia.

Espero no olvidarme de nadie, pero antes quisiera especialmente dar las gracias a ANTONIO y a CÉSAR, a los que bombardeo día sí y día también con mis descabelladas consultas, ¡gracias! Me hacéis mucho caso, y me enseñáis muchas cosas a cambio de nada, maestros.

Y por supuesto, a los que me visitáis con asiduidad, me enlazáis desde vuestros blogs, a los que os conocía de mi anterior etapa, y también a los que sois nuevos:

MIGUEL, PACO, ISOLINO, ÁNGELES Y AMADOR, LAURE Y YOLI,  “MI PRIMO” SENÉN, FÉLIX, PABLO,  BERNARDO,  JUANCHO, XURDE A., MARÍA, ROSA y ROSINA, a la gatita EFI (y a CARLOS “EL GORDITO”), al gorrión COLASÍN y a todos los demás lectores anónimos que sé que andáis por ahí:

¡ FELICES FIESTAS !

viernes, 23 de diciembre de 2011

Zeluán: Riders on the Storm


Hace una semana me pasé por Zeluán bien temprano. Aunque tengo debilidad por este lugar, cuando de verdad disfruto como un enano es cuando el tiempo se tuerce: muchas aves se refugian en la Ensenada de Llodero, y además los humanos se quedan en casa, hay menos ruido de tráfico del puerto, etc...vamos, que por un momento te olvidas de estar en una de las zonas más contaminadas de Europa y te sientes en un paraje aislado y virgen.









Cayeron no menos de 6 aguaceros impresionantes, pero las aves no se movían de su sitio. Al contrario, con el frío, el viento y la lluvia azotando se quedaban quietas, apretadas contra el suelo, inmunes a la adversidad. Ver a una gaviota, un cormorán o una serreta aguantar es algo hermoso, pero ver a un pequeño correlimos de 100 gramos de peso mantener el calor y la compostura cuando a ti el aire te lleva resulta aleccionador: de lo mucho que soportan ellos, y de lo poco que aguantamos nosotros.

Fue bonito además por los cambios de luz: cuando veías llegar la tormenta, literalmente se hacía de noche, increíble la oscuridad que traen las nubes con ellas, dejabas de ver nada, y ni con el ISO más alto de tu cámara captabas luz alguna.

(Correlimos común y chorlito gris).







Durante el diluvio las gotas brillan, y las trazas del agua racheada sobre el mar y las aves son pura poesía.
(Chorlitos grises).









Y cuando salía el Sol tras la tormenta, todo se alegraba, y aunque seguía haciendo frío, la luz cálida lo alegraba todo, mientras las aves se secaban y se quitaban rápidamente el agua de encima en un sinfín de aspavientos, como estos archibebes claros.





Me tiré allí casi 3 horas metido (muerto de frío de simple quietud), pero mereció la pena.

Vale, dejo la prosa barata, y os pongo unas especies: hasta 23 pude observar.

Además de la serreta mediana (Mergus serrator) de la portada, había varios somormujos lavancos  (Podiceps cristatus) flotando entre la lluvia marítima.










Cormoranes grandes (Phalacrocórax carbo), no menos de 23, de un lado a otro con el viento, intentando buscar refugio.












Más sedentario el único cormorán moñudo (Phalacrocórax aristotelis) de la foto.









La elegante garza real (Ardea cinerea) se mojó bastante las plumas, pero no perdió el aire serio.








Al contrario que las 3 garcetas comunes (Egretta garzetta), que despeinadas, parecían confusas.








Mención aparte para la martina pescadora (Alcedo atthis), que cerniéndose como un cernícalo, permaneció inmóvil muchos minutos en el aire huracanado, pescando sin parar.








De gaviotas...extraño, pero había muchas menos que de costumbre. Dominaban claramente 2 especies: Gaviota sombría (Larus fuscus), de aspecto sufrido.









Y gaviota reidora (Larus ridibundus), una de ellas estaba anillada, pero imposible de leer en condiciones el metal.
Entre las decenas de reidoras, una única gaviota cabecinegra (Larus melanocephalus).







Por lo demás, un batiburrillo de gaviotas patiamarillas (Larus michahellis) de diferentes edades, incluyendo ésta tan clarita (sigo pensando que no es normal del todo) que al principio tomé por la gaviota polar (que no apareció), hasta que enseñó sus negrísimas primarias (mi gozo en un pozo).



Un 1er invierno de gaviota tridáctila (Rissa tridactyla) se pasó volando, pero fue tan fugaz que no se pudo disfrutar mucho.

La gaviota del día, este tremendamente hermoso gavión atlántico (Larus marinus). Juvenil, probablemente 1er invierno.






De limícolas, muchos valientes: 12 chorlitos grises (Pluvialis squatarola), pasándolas de todos los colores. 
A su lado, los aparentemente frágiles y estilizados archibebes claros (Tringa nebularia), que aguantaron perfectamente el agua.
Un andarríos chico (Actitis hypoleucos) se paseaba por todos los rincones.

Acompañando a un grupín de vuelvepiedras (Arenaria interpres), muy activos.




Los correlimos comunes (Calidris alpina) se hacían una bola, y ya no había frío que valga...










Y los zarapitos trinadores (Numenius phaeopus), (2), bañados en rocío...bueno, dijimos que no más prosa barata.

Y así pasé una magnífica mañana. Ciertamente.