domingo, 19 de julio de 2020

Paseriformes para alegrar el final de la primavera

Esta primavera confinados tuvimos la desgracia de ser conscientes, con el silencio de la calle, del trino de los pájaros, pero no pudimos verlos. Cuando al fin salimos, fue un alivio ver que, por encima de nuestras humanas preocupaciones, seguían haciendo su vida. Al primero que oí y también vi fue a este zarcero políglota (Hippolais polyglotta).













Las especies que van en aumento cada año, por ejemplo, esta curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala) de la Providencia, por cierto, con algo de leucismo, siguen prodigándose.











Las que van perdiendo efectivos y territorio cada año, como esta lavandera boyera (Motacilla flava iberiae) espero que hayan aprovechado el parón de molestias humanas para poder prosperar.
En la península de Nieva se las veía contentas y atendiendo a la prole con gran eficacia.






Golondrinas comunes (Hirundo rustica) en abundancia en la Providencia, en las últimas explotaciones tradicionales.










Otros ligados a los humanos, como las urracas (Pica pica), está claro que debieron aumentar esta primavera, se veían pollos volantones por todas partes. Esta urraquina estaba en Granda.












En los tojales y brezales de la costa seguían los acentores comunes (Prunella modularis), esta colonia es de la Campa Torres.










Muchos bisbitas arbóreos (Anthus trivialis) en las alturas modestas del Picu Fario, entre Gijón, Siero y Sariego.














También salieron muchas polladas de carboneros comunes (Parus major), como este juvenil de la Providencia.













Este año nos quedamos sin ver el paso, normalmente abundante, de petirrojos (Erithacus rubecula) hacia el norte, pero son muchos los que se quedaron aquí a criar, como este del Tragamón.











En el picu Fario encontramos también a un grupo familiar de tarabillas comunes (Saxicola rubicola), con muchos pollitos nuevos.












Por la cantidad de pichones que se vieron en la periferia rural de Gijón, por ejemplo aquí en Granda, debió ser otra nueva buena primavera para las palomas torcaces (Columba palumbus).







El pito real ibérico (Picus sharpei) aguantaba en los alrededores del Tragamón.













Y a todos ellos se los podrían comer los pollos del busardo ratonero (Buteo buteo), que ocupó territorio de cría casi frente a mi ventana, pude fisgar todo el proceso a lo lejos y me alegré de ver al final a los pollos y a sus padres.

Esperemos que el año que viene sí veamos la reproducción de las aves de campiña en total libertad.





martes, 14 de julio de 2020

Otro gigante perdido

Censando el SACRE de la SEO por la zona del Jardín Botánico de Gijón tuve la desagradable sorpresa de encontrarme tumbado a uno de los carbayos (Quercus robur) centenarios del área recreativa de los Maizales.

Pude comprobar in situ lo que pasa cualquier rama de este gigante, el estruendo debió ser tremendo.





Por desgracia esta zona se quedó fuera de la protección del Botánico, y mientras que en el Jardín Botánico los ejemplares espectaculares de roble lucen espléndidos, los de esta zona están empeorando o muriendo a ojos vista.









La zona está muy machacada por los visitantes, las raíces muy pisoteadas, el terreno compactado y seco, no hay ningún sotobosque, y los usuarios usan los árboles como juego, tirolina, hamaca...










Es una pena porque estas carbayedas adehesadas tienen unos árboles que son historia viva del concejo, y ahora que la zona en la que están ya no es rural, si no plenamente urbana, rodeados de urbanizaciones por todas partes, cada uno de estos titanes que cae es una pérdida irreparable.








Censo desde hace una década este bosquete, y es evidente la pérdida de biodiversidad de año en año, lo que da que pensar respecto al empobrecimiento general de la campiña gijonesa y lo poco que la valoramos.

miércoles, 8 de julio de 2020

Los últimos del prenupcial

Estos correlimos tridáctilos (Calidris alba) fueron los últimos que pude ver en el Rinconín de Gijón, a principios de junio.













Y casi podría decirse que fueron los primeros y los últimos. Esperemos que el año que viene podamos disfrutar mejor y de manera menos accidentada del paso prenupcial.

martes, 7 de julio de 2020

Algunas orquídeas del Cabu Peñes

A poco de desconfinarnos pasé unas horas muy agradables en el Cabu Peñes, con pocos pájaros pero un montón de orquídeas a cambio, en uno de los pocos praos en la zona de los brezales.















La especie más abundante es la que a priori más escasa, y es la Serapia cordigera, de un color y un aspecto fabuloso.














Siempre es agradables encontrarse con esta especie, y mucho más si había muchas en la pradera.











Además de esta especie, muchas otras orquídeas del género Dactylorhiza.
Como estoy muy verde en el tema orquídeas, lo más prudente sería quedarse en este nivel de clasificación. Daré tentativamente la especie a la que creo que se refiere, pero cualquier aclaración o corrección al respecto será bienvenida.











Por ejemplo, esta podría ser una Dactylorhiza elata.












Esta otra, una Dactylorhiza maculata.
















También muy abundante.











Finalmente, unas posibles Dactylorhiza incarnata.















Las más solitarias en aquella preciosa tarde a finales de mayo.