Poco más se puede decir de esta visita que creo que en mi vida nunca había visto tantas aves en una sola mañana. Aunque caminé 12 kilómetros, y se me hizo largo por el calor, lo peor fue recapitular y ver la cantidad de especies diferentes que pude disfrutar.
La laguna, además, tiene una conexión, vía salinas, con la espectacular península del Trabucador, así que recibe a un montón de aves directamente desde la costa.
Por empezar por algún sitio, había varias decenas de ánades azulones (Anas platyrynchos).
Acompañados en la lámina de agua de decenas de zampullines chicos y al menos una docena de somormujos lavancos.
Flamencos comunes (Phoenicopterus roseus), los vi en diversas modalidades, tanto en vuelo alto...
...como en vuelo rasante...
...alimentándose en solitario...
...o en grupo...
...en salinas o en arrozales...
...un espectáculo.
Otra ave espectacular, la garceta grande (Ardea alba), hasta 4 juntas se veían, y burlando la típica timidez de la especie.
Mucho más abundantes las garcetas comunes (Egretta garzetta), este es un buen lugar para comparar ambas especies.
De garzas imperiales (Ardea purpurea), cerca de una decena, y en diferentes poses, pero siempre cercanas, lo que no es habitual para esta tímida garza.
Lo mismo con el habitualmente críptico martinete (Nycticorax nycticorax).
Las garcillas bueyeras, que aquí no tienen ganado al que guardar, también estaban presentes. También las garcillas cangrejeras, menos abundantes. Moritos (Plegadis falcinellus), casi por todas parte, medio centenar.
Algunos grupos pasaban desapercibidos entre los inmensos arrozales que rodean la laguna.
Pude ver 2 canasteras comunes (Glareola pratincola) en los arrozales, pero solo le saqué esta birria de foto. Evidentemente, son escasas y esquivas.
La mezcla, idílica y ojalá fuese exportable, entre agricultura y naturaleza ha hecho que el paisaje se diversifique y proporcione hábitat a un montón de aves bien diferentes.
Lo curioso es que se encuentran casi las mismas especies en las salinas...
...que en los campos de arroz...
...o en los canales y acequias. Las aves se mueven fantásticamente de un hábitat a otro, ese es el secreto del éxito de este humedal. Ojalá tomasen nota los gestores.
La gran labor de conservación de los caminos para paseantes y bicis, y la densa red de observatorios (y su limpieza) hacen que sea una maravilla recorrer esta laguna. Eso sí, hay que tener en cuenta que quien quiera hacer el camino completo alrededor debe tener paciencia y dotes de navegador, ya que, al menos en verano, con el arroz en pleno crecimiento, es imposible circular a pie pegado a la laguna, hay que tomar algún que otro rodeo.
Termino la entrada de hoy de aves con las cigüeñuelas (Himantopus himantopus), abundantes y ruidosas.
Y con sus primas, las avocetas (Recurvirostra avossetta), criando aquí en buen número.
Preciosos los pollitos.
De insectos, de nuevo, poca variedad, aunque mucha abundancia, de odonatos, con la siempre presente Sympetrum fonscolombii dominando absolutamente la laguna.
Y de mariposas, peor situación, ya que hay pocas especies, pero además poca abundancia, me resultó curioso, y francamente decepcionante. la mariposa más abundante, la llamativa mariposa tigre (Danaus chrysippus)
Mucho más sencilla, la blanquita de la col (Pieris rapae).
Queda mucho que contar, para la próxima entrada.
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