
Este domingo mi hijo cantó con gran
satisfacción la presencia de un arao común (Uria aalge) moviéndose a toda velocidad a
una distancia muy cercana de nuestra posición.

No debía haber nada interesante porque fue
saliendo de la ensenada sin haber pescado nada, luego fuera sí tuvo mucho más
éxito.
Un bicho precioso y que es mucho más escaso en
paso e invernada que su prima el alca.
Por desgracia, el día anterior César Fernández
nos dio el aviso de la presencia de un cadáver de arao, casi seguro se trata de
un ejemplar que llevaba unos cuantos días refugiado en la bahía, con todo el
aspecto de estar enfermo, y finalmente se quedó para siempre con nosotros, es
algo normal que los ejemplares viejos, heridos, enfermos, o agotados, vengan a
morir a la costa. Lástima, prefiero verlos bien vivos.
Qué pena el Arao!
ResponderEliminarA ver si me animo y me doy una vuelta por Asturias, qué parece que se están viendo cosas.
saludos desde león
Sí, está la cosa bastante bien, y solo falta un poco más de frío para que se ponga aún mejor.
EliminarSaludos asturianos.
Tristeza cuando uno ve a animales muertos, peor aún cuando los ves sufrir. Un saludo.
ResponderEliminarEste pobre llevaba varios días mal y por desgracia, la naturaleza es cruel con estos bichos tan sufridos siempre y sufridores a veces.
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