Por mi 40 cumpleaños, mi esposa, pensando (me conoce bien) que me iba a entrar una bajona de aupa, decidió regalarme un viaje de fin de semana a la Mariña lucense, que, increíblemente, pese a tenerla tan cerca, o quizás por esto mismo, no conocía.
Fue un par de días tremendos y agotadores, pateando callejas, comiendo como reyes, viendo miles de gaviotas, sacando tarjetas enteras de memoria de la cámara, y bueno, todo muy concentrado pero conocimos bastantes cosas nuevas: "pa habernos matao".
El viaje empezó parando en la Playa de las Catedrales, en galego, a Praia das Catedrais, o de Aguas Santas, que no conocía pero que nunca quise visitar en verano, por su ocupación tremenda y por el muchas veces lamentable espectáculo del turismo a plena potencia acaparando un espacio tan bello.
En otoño, es otra cosa, a pesar de lo tarde que llegamos, había bastante gente aún en la playa, pero el ambiente era acogedor, con un tibio viento y el mar erizado, y como comprobamos, no exento de peligro, ya que esta playa en marea creciente es muy engañosa, y te quedas atrapado con facilidad entre las cuevas y los salientes, una aventurilla que añadió encanto a la visita.
Vaya paisajes guapos Ivan!!
ResponderEliminarPues sí, es una playa espectacular se mire en la dirección que se mire.
EliminarUna playa preciosa Iván, de parada casi obligatoria de camino a Galicia. Si puedes vete en verano con los nenos, no veas las pozas que se forman por allí, son una prestosada, disfrutaran un monton.
ResponderEliminarY eso de los 40, nada de bajón, estas en tu mejor momento, te lo dice uno que esta a punto de llegar a la media centena, a disfrutarlos.
La playa una maravilla, aunque en verano intento huir del follón.
EliminarLos 40 por ahora son un recuerdo de lo mucho que tengo que aprovechar la vida, y desde luego es una cifra que ya te da cierta respetabilidad jeje.
Pues con un poco de retraso FELICIDADES, que llegar, y además bien, ya es para estar contentos. La playa muy guapa pero no se ven "paxarinos". Un saludo
ResponderEliminarUna cabecinegra había, sieeempre hay aves.
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