Una de las aves a las que me encontré con cierta frecuencia (3 días) en este viaje fue el alcaudón real canario (Lanius meridionalis koenigi), una subespecie insular del alcaudón real.
Es un alcaudón típico, de fuerte pico, aún más en esta subespecie, cabeza potente y musculosa, y un cuerpo compacto acompañado de una cola que en vuelo llama mucho la atención por su longitud, a gran distancia o cuando aparece de sopetón, se podría uno imaginar a una urraca por este detalle.
Lo vi varias veces, aunque no es demasiado abundante, ya que por desgracia nos estamos cargando su territorio, y sus presas, micromamíferos, pequeños reptiles, y los grandes insectos, que son los 1ºs que desaparecen cuando acabamos con los hábitats de cultivo tradicional, con cierres y multitud de arbustos desde los que otea a su comida.
Tienen la costumbre de hacer su reclamo desde los extremos de las ramitas, por lo que no resulta difícil localizarlo, y tiene bastante tolerancia al ser humano, por lo que no es especie esquiva al fotógrafo respetuoso.
En los jables enormes de Sóo me hizo mucha compañía con su simple presencia mitad pequeña ave de presa mitad gran pájaro, y aquí se lo agradezco.
Como para no agradecérselo, precioso bicho. Saludos
ResponderEliminarGuapísimo y enmascarado, para más misterio.
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