Como es habitual, dominan los ejemplares juveniles en el paso, y de estas 2 especies, hay que decir que paso muy escasito.
Vemos un típico ejemplar de correlimos gordo (Calidris canutus), con un bonito orlado en el plumaje y un tono pastel en pecho y cara que lo diferencian del individuo adulto en plumaje invernal.
Este ejemplar, retratado ayer mismo. Quizás sea el mismo.
Correlimos zarapitines (Calidris ferruginea), pocos se vieron, y los que pude fotografiar, todos juveniles.
Al menos este pobre se dejó bien y pacientemente.
De los años (tampoco son tantos) que llego siguiendo el paso de esta especie en Asturias, es el año que menos he visto con diferencia.
Ya tengo yo ganas de un zarapitín cerca.
ResponderEliminarEs magnífica la diversidad de aves de Zeluán. Saludos
Pocos se vieron en este año. Para ser un lugar tan pequeño, tan acosado, y rodeado de tanta inmundicia por todas partes, es un vergel. Al menos cuando lo destruyan, que lo harán más tarde o más temprano, que quede algún testigo de lo que por allí palpitaba.
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