Este fin de semana en Zeluán estuvo muy bien, pese al
tiempo, demasiado bueno para la época, y a la marea baja, que no concentraba a
los ejemplares a observar y hacía difícil su localización.
Encontré varios ejemplares anillados.
DKN era una de las decenas de gaviotas sombrías (Larus
fuscus) que había. Se trata de una gaviota ya adulta anillada por Peter
Stewart, en Gloucester, Inglaterra, y lleva al menos 3 años yendo y viniendo
desde allí hasta Avilés, con alguna esporádica parada en el País Vasco. Me alegro
cuando encuentro a una veterana como esta, significa que sobrevive a todo: la
vida de una gaviota es realmente dura.
384.G es una gaviota patiamarilla (Larus michahellis)
de 2º invierno, anillada en el País Vasco, dentro del proyecto de anillamiento
de Aranzadi. Es su 1ª localización fuera del país Vasco, y al tratarse de una
genuina gaviota de la subespecie cantábrica (lusitanius), no creo
que se mueva mucho. Aunque hay algún caso de gaviota cantábrica viajera, son
las menos. Al fin y al cabo, ¿dónde se vive mejor que aquí?
Este día en Zeluán las patiamarillas eran la especie
dominante, más que las sombrías.
Finalmente, también volví a ver a 93, una cormorana
moñuda (Phalacrocórax aristotelis) vasca muy guapa que lleva lo que va
de otoño aquerenciada en la Ría de Avilés. Como me comentaba estos días su
anillador, Jon Hidalgo, ojalá que aguante todas las muchas causas de muerte en
juveniles que hay en el Cantábrico, y llegue a criar. Por ahora, parece sana. A
ver si se busca un novio asturiano guapo. Jon también me dijo que las
cormoranas tienen más tendencia a “irse de casa”, y son los machos los que
suelen quedarse en la colonia.
Se acompañaba de un par de decenas de cormoranes
grandes (Phalacrocórax carbo) de todas las edades, como el que tapa a 93
en la foto, y de otros 2 moñudos, en concreto estos:
Uno adulto, precioso en su plumaje de mayor.
Y otro inmaduro, aparentemente sano.
Bueno, pues mañana os pongo el resto de las especies de aves
que me encontré, no mucha cantidad, pero en total fueron 17 especies de aves, y
eso no está tan mal, para una mañana de sábado.
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