Variedad y cantidad estos días por el parque Isabel, con un arranque de temporada alta espectacular.
De lo primero que llegó, un grupo de 4 espátulas (Platalea leucorodia), por desgracia una venía herida, no se corresponde con esta, que fue la única a la que saqué una foto decente.
Hasta los cambios en las costumbres de las aves favorecen su observación: las garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) eran tan madrugadoras que al dormidero del parque había que llegar antes que saliese el Sol, o si no te las perdías.
Pues ahora ni eso, porque están aquí casi todo el día, se han vuelto perezosas.
Eso las obliga a compartir el territorio, pues se mezclan bien con unas especies, como la garza real (Ardea cinerea).
Pero en general, prefieren estar solas a su bola.
Con las que no se suelen mezclar es con las garcetas comunes (Egretta garzetta). Si aumentáis mucho la foto de debajo veréis a la izquierda a las bueyeras, y con muchos árboles de separación, el grupo de las comunes.
Curioso, habiendo como hay árboles tan magníficos (este es un ciprés de los pantanos, Taxodium distichum), y dormideros tan buenos, rodeados de paz y comida por todas partes por compartir.
Siendo especies tan parecidas, son bien diferentes: nunca he visto a las bueyeras bajar al suelo en este parque, mientras que las comunes se lo patean todo detrás de los peces que capturan de continuo.
Cuando las tienes delante, ejemplares como esto, engalanado, demuestran la elegancia especial de esta garza.
Aunque para elegancia, la de la garza real, impresionante encaramada a los árboles, especialmente los menos abundantes adultos.
Y cuando se ve en vuelo, como esta que llega al árbol a descansar, la elegancia es suprema...
...a no ser que calcule mal la garza y se tropiece con gran estruendo.
No suele suceder.
Aunque siempre hay energúmenos especialistas en criticar al primer error...
Algunas voces críticas decía que con la nutria pocas aves pararían por allá, de momento: porrones, espátulas, cucharas, ánsar, carretona, cormoranes, garzas y garcillas y la preciosa Garza real que de vez en cuando mete unos vuelos espectaculares.
ResponderEliminarEstando tras la nutria tuve oportunidad de verla en acción y menuda rabia me dió no haberle tirado un par de ráfagas porque el fondo y los reflejos son preciosos ahora que creció la vegetación.
un saludo!!
Pues por ahora la era post-nutrias está siendo gloriosa, pocos comienzos de otoño recuerdo tan entretenidos en el parque como este.
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