Cómo no, en el Parque Isabel.
La mera presencia de estos cucharas europeos (Anas clypeata) no empezó a ser abundante hasta hace unos pocos años, y de hecho yo para verlos me desplazaba preferentemente al Embalse de San Andrés.
Sin embargo, en estos últimos inviernos abundan bastante, y este año han empezado a imitar las costumbres de ánades azulones y porrones europeos y se acercan mucho a la orilla, ergo al público. Tanto como este macho.
O esta hembra, tan bien muy guapa.
Con ese pico tan peculiar llaman enseguida la atención, pero no es hasta que los tienes a un par de metros que te das cuenta de lo realmente atractivos que son, especialmente los machos.
No solo es la combinación de colores, las plumas filiformes del dorso del macho son muy evidentes y preciosas vistas de cerca.
Incluso los ejemplares en eclipse, de los que hay uno en la charca, que se ve en las fotos que os pongo, son irresistibles.
Siempre guapos, incluso durante el cambio de plumas. Un saludo.
ResponderEliminarSí que son guapos, los bribones
EliminarNunca deja de sorprender la actitud de las aves en los parques urbanos, cuanto permiten la aproximación...Este pato llama mucho la atención por su pico, pero es cierto que posee una hermosa combinación de colores. Aún recuerdo cuando sólo los veíamos en los embalses, y de forma esporádica, un bando de cucharas siempre era noticia...Un saludo
ResponderEliminarSiempre nos acostumbramos a lo bueno, por desgracia, yo también me acuerdo cuando había que evrlos a 50 metros con telescopio, y lo que nos prestaba.
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