Me encontré a 2 de estos granujillas anillados estas navidades, los 2 del grupo Torquilla, asturiano.
Y un caso muy curioso, si os fijáis es la misma combinación (se usó en al año 2.008), pero con las patas invertidas, y es que a mitad de la campaña de anillamiento, en Cantabria, empezaron a usar por error el mismo código, y tuvieron que diferenciarse de ellos cambiando las patas, así que hay vuelvepiedras con patas especulares...
Los censos de este año en Gijón han sido muy positivos, con un máximo de 169 ejemplares en un tramo de un kilómetro y medio, lo que es una cifra muy buena.
Además de las rocas habituales donde se les encuentra, hay que buscar en sitios bien diferentes.
En concreto, en los parques de la zona del Rinconín, se comportan como palomas.
Desconciertan a los paseantes, que no saben qué clase de pájaro son, y cuando al verte fotografiarlos con cara de concentración te preguntan qué son, les ves la cara de no me lo creo al decir que son limícolas.
Cualquier día nos sorprenden y se suben a los árboles. Todo se andará.
Si es que está el mundo loco-loco...
Pues no esta nada mal el número, hace casi justo un año me puse a contarlos por encima y eran un par de decenas menos.
ResponderEliminarLo más sorprendente no era verlos esquivar a la gente o pacer en los jardines, era ver el paisano que los ceba y ellos cómo palomas... jajaja
un saludo
Están a todo, y cuando hay críos con merienda flipo de lo que ase atreven a hacer para sacar las migas...y hasta chorizo.
EliminarSobre su alimentación he leído: "Invertebrados marinos, además de insectos de la tundra"....tendría que ver estas fotos el autor de ese texto...Un saludo
ResponderEliminarLos salvajes seguro que sí, los de Gijón le pegan a todo.
EliminarHablo un poco de memoria, de esa que a veces nos traiciona, pero un día vi tantos en esa zona, sólo entre las rocas, que me puse a contarlos: rondaban los 200.
ResponderEliminarPues esos ya son muchos, máxime si estaban concentrados.
EliminarEl que escribió ese texto no conoce a los de Xixón jeje, sino añadiría "triskis, migas de pan y lo que haiga...". Menuda congregación de vuelvepiedras, que guapos¡¡¡ Y son muy listos, me contó Vicente que caen muy mal en las redes de anillamiento.
ResponderEliminarFui testigo de lo astutos que son para evitar las anillas.
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