Pues sí, en cosa de 3 días se nos fue el buen Tintín, de una larga enfermedad, que dirían en los telediarios, salvo que en los hámsters es cuestión de días.
Aunque no fue el más popular de nuestros hámsters, por sus hábitos nocturnos y su timidez, nunca mordió ni dio la lata, era grandote y dormilón, y realmente era una joya que no causaba el más mínimo contratiempo, y eso vale mucho en este mundo.
Era perfectamente feliz con un poco de algodón para taparse, una cajita de cartón, un poco de pan y una gran hoja de lechuga, que le encantaba, una felicidad serena que muchos desearíamos.
Ya está enterrado, al lado de Nuska, y como yo creo en la reencarnación, me lo imagino en otra vida, y me gustaría cruzármelo de nuevo, aunque no nos reconozcamos.
Solo espero que sea una vida más larga, el pobrete duró solo 16 meses, y aunque plena, fue una vida truncada.
Descansa en paz, como a tí te gustaba, nos vemos, Tintín, un abrazo de tu familia.
Pobre Tintín ,lo siento, y si hay niños de por medio lo siento doblemente. Un saludo , ahora que ya puedo leeros con normalidad.
ResponderEliminarHay niños, de los grandes y de los pequeños, y sufren todos su pérdida.
EliminarEl pésame sobre todo al chavalín, aunque al chavalón también le de un poco de pena sabe llevarlo mejor...
ResponderEliminarEl chavalín lo pasó fatal, pero mejor que con el 1er hámster, pero los papás lo pasamos tan mal que ya decidimos que cuando muera la hámster que nos queda dejamos la actividad roedora en casa, porque es un suplicio el luto cada año y medio...
EliminarLos canarios suelen durar más tiempo, aunque yo que he tenido varios sé lo mal que se pasa cuando un amigo se va...es increíble el cariño que se les coge a estos animalinos, y yo creo que les coges más cariño de adulto que de niño. Un saludo
ResponderEliminarSe ve de otra manera, pero con los años los sentimientos, en la mayoría de la gente, se atenúan. En lo que a mí respecta, cada vez me duele más todo.
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