Los estorninos pintos (Sturnus vulgaris) abundan en el invierno gijonés.
Siempre tuvieron muy mala fama, y se les persigue con diferentes métodos, legales, ilegales, cruentos e incruentos, alguno yo diría que incluso bastante ridículo.
A mí me caen muy bien, son aves inteligentes y adaptables, y además una preciosidad, y su capacidad para imitar cantos de otras aves siempre me deja con la mandíbula torcida.
Aunque en estas fotos no les haga justicia, por estar sacadas desde detrás del vallado del cámping del Rinconín, si tenéis la oportunidad (son aves muy miedosas y con razón) no dejéis de disfrutar de ese brillante plumaje y de la organización tan eficaz que tienen a la hora de cosechar de merucos y demás bichos los praos.
Tienes razón,hace unos días me sorprendió el precioso colorido azulado-verdoso- grisáceo que reflejaban con la luz del sol.No sabía lo de la imitación ni lo de la organización: un motivo más para observarlos. Gracias.
ResponderEliminarGracias a ti por pasarte y por tus comentarios. los estorninos son preciosos.
EliminarPara mi gusto es una de las aves más bellas y menos valoradas...tengo muchas fotos de ellos, pero aun no he conseguido esa que realmente le haga justicia.
ResponderEliminarsalud!!
Es que son dificilillos, y como son asustadizos y vuelan en cuanto uno da el "queo" es muy difícil pillarlos.
EliminarEn la ribera naburra los cogían por miles y los embotaban para su consumo con fines comerciales como "Tordos" o "Tordanchas". Me conformo con verlos desde el coche mientras buscan alimento en las medianas con césped en mi ciudad, la espera en los semáforos se hace muy entretenida!! También es la mejor manera de verlos realmente cerca.
ResponderEliminarSalud, Iván.
Cuando era crío había decenas de miles en Gijón. Se empeñaron en echarlos y ahora hay que ir a buscarlos a las afueras, por suerte donde yo vivo, y sí, en cualquier parterre los encuentras y curiosamente no le tienen ningún miedo al tráfico.
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