El otro día, volviendo de censar por el Cabo Peñas, me pasé por la playa de Bañugues, con tan mala suerte que nada más llegar me encontré con esta escena (ponedla en grande).
El final, os lo podéis imaginar.
Solo pude sacar un par de fotos antes de ponerme a comprobar lo que allí había, antes de que echasen a volar, aunque parecía haber gaviotas patiamarillas, sombrías y cabecinegras (Larus michahellis / fuscus / melanocephalus) y alguna reidora (Chroicocephalus ridibundus).
De limícolas, está siendo un invierno muy flojo, había unos cuantos chorlitejos grandes (Charadrius hiaticula), y muy pocos chorlitos grises (Pluvialis squatarola).
Sí amigo mío, el nuevo enemigo invernal, los surferos...
ResponderEliminarSon buenos amigos, los surferos, pero si tienes mala pata en coincidir con su entrada o salida todo sale volando.
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