Desconozco qué clase de degeneración cerebral tienen los que les pegan un disparo de rifle a un ave tan magnífica como el cormorán grande (Phalacrocorax carbo). Yo sugiero que se lo hagan mirar.
Por lo que a mí respecta, durante un par de días aproveché la lluvia y el madrugón para poder sacar muy pero que muy cerca a un ejemplar extremadamente agradable en el Parque Isabel de Gijón.
A pesar de la escasa luz y del iso extremo, no quedó mal del todo gracias a la paciencia, la del cormorán al permitirme estar a su lado, y la mía al preferir un acercamiento a paso de caracol que una operación tipo comando que hubiese dado al traste con nuestra confianza mutua.
Es triste que estas aves se vean obligadas a escapar por principio del ser humano, porque nos escamotea la posibilidad de encuentros cercanos con la belleza de las escamas de su plumaje y con la increíble adaptación que la evolución ha provocado en esta ave para permitir su dieta.
Ver a este cormorán con esta serenidad causa un gran relax, en especial cuando constatas su tranquilidad .
Aunque (nos pasa a todos), tarde o temprano el hambre hace presencia en escena y la calma cesa.
Es una pasada de bicho!! :-)
ResponderEliminarA mi se me puso a tiro (amistoso) hace dos años.
Un saludo.
De lejos parece muy apagado, pero de cerca es guapísimo.
EliminarSon muy bonitos y en la última foto me encanta... Se le ve tan satisfecho, tan pleno..
ResponderEliminarTan libre, porque en la mayoría de ríos asturianos ya no pueden sacar la cabeza del agua sin esperar que les peguen un tiro.
EliminarPero ¿quién les pega tiros? No me lo puedo creer.
ResponderEliminarAquí en Asturias, casi que cualquiera: ilegalmente, los pescadores y cazadores que saben que jamás les van a decir ni palabra por hacerlo, porque los propios guardas tienen orden del principado de disparar a matar sobre varios cientos de ejemplares, que parece que son los culpables de que no haya ya casi truchas en Asturias.
EliminarSupongo que los pescadores furtivos, los 60.000 no furtivos pero sí intensivos, las repoblaciones de trucha arcoiris, las escolleras, la contamimación, la destrucción de riberas, las industrias, los dragados, los embalses y mil tropelías más tienen menos culpa que los cormoranes, ¿verdad?
Aquí,en Campello, se ven bastante en los espigones e incluso en el puerto .
ResponderEliminarSomos afortunados .